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ESCRITOR MATTHEW SMITH DESCRIBE LA ETAPA FINAL DE LA ACTRIZ


El autor británico -responsable de obras sobre John F. Kennedy- tuvo acceso a las cintas con las últimas conversaciones entre la protagonista de La Comezón del Séptimo Año (1955) y su siquiatra. "Revelan la personalidad de una mujer decidida, no de quien piensa suicidarse", afirma, desestimando la extendida versión de que se quitó la vida.
Quiso la suerte del escritor e investigador inglés Matthew Smith que fortuitamente cosechara la amistad de John Miner, el ex fiscal del condado de Los Angeles y poseedor de la transcripción de las conversaciones sostenidas entre Marilyn Monroe y su siquiatra poco antes de morir. Este documento de incalculable valor le permitió finalmente construir su libro Las Últimas Palabras de Marilyn: Sus Grabaciones Secretas y su Misteriosa Muerte, que será publicado en agosto en EE.UU.
"Las cintas originales fueron destruidas tras la muerte del doctor Ralph Greenson, el siquiatra de Marilyn Monroe. Sin embargo, John Miner lo entrevistó tres días después del fallecimiento de la actriz y realizó una transcripción completa. Con el tiempo, Miner me cedió los derechos sobre este documento", cuenta desde su casa en Londres.
A 42 años de la muerte de la actriz más glamorosa de la historia del celuloide -el 5 de agosto de 1962-, la obra de Matthew Smith viene a exhibir una serie de facetas de su personalidad lejanas del estereotipo de la mujer acongojada por la fama. Uno de aquellos tópicos tiene que ver con la supuesta depresión que la actriz habría sufrido hacia el final de sus días.
"Las cintas del doctor Greenson revelan que Marilyn Monroe estaba planificando su futuro a mediano y largo plazo en forma muy cuidadosa. Ella estaba llena de planes, muy resuelta: no había ningún 'tal vez' o 'quizás' en su vida. Quienes piensan en suicidarse definitivamente no encajan en este perfil", explica.
Otra de las temáticas que aborda Smith en su libro es la relación de Monroe con otras mujeres, en particular con la actriz Joan Crawford. "La gente se pregunta desde el momento de su muerte si es que Marilyn Monroe era bisexual. A la luz de las cintas grabadas, puedo asegurar que lo intentó, pero no le gustó. Tuvo un encuentro lésbico con Joan Crawford, pero luego no continuó con la relación", dice el autor.

Muerte Sospechosa
Responsable de al menos dos libros acerca del asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy -‘Say Goodbye To America' [Di Adiós a América] (2002) y ‘JFK: The Second Plot' [John F. Kennedy: la Segunda Conspiración] (2003)- y otro sobre la actriz -‘The Men Who Murdered Marilyn' [Los Hombres que Mataron a Marylin Monroe] (1997)-, Matthew Smith escarba también en las causas de la muerte de la Monroe y su eventual conexión con la relación afectiva mantenida con los hermanos John y Robert Kennedy.
En sus páginas, el autor rechaza la tesis del suicidio debido a la escasa evidencia al respecto y cree, en cambio, que la actriz fue víctima de un asesinato.
Aunque se ha aventurado sobre la causa de la muerte de Marilyn Monroe, ahora se tiene sobre la mesa la evidencia de las conversaciones con su siquiatra. Además, la principal duda razonable -en términos legales- surge al observar el diagnóstico del médico forense: la conclusión fue "suicidio probable", delatando la incertidumbre del médico Thomas Noguci.
"No fue un suicidio, pues nunca existieron las suficientes pruebas para acreditarlo. Varias partes de sus órganos fueron removidas antes de que el doctor Noguchi pudiera concluir su diagnóstico forense. El nunca supo porqué estas partes fueron sacadas sin su autorización: la única explicación es que la orden vino de más arriba", afirma Smith.

Teoría Conspirativa
Sus principales sospechas apuntan al máximo organismo de inteligencia de EEUU. "Definitivamente lo que me parece más probable es conectar a la CIA con la muerte de Marilyn. Sólo un año antes se había producido la debacle de Bahía de Cochinos, en donde muchos agentes del organismo de inteligencia murieron en Cuba. Los sobrevivientes creían que Kennedy no les había prestado el suficiente apoyo y juraron vengarse. Sabían de la relación de John y Robert con la actriz: su extraña muerte provocaría que los dos hermanos declararan en el juicio, quedando su affaire amoroso al descubierto", concluye enfático Smith.
El libro de Smith contiene varias declaraciones de la actriz sobre su vida íntima. En este aspecto se declara sexualmente insatisfecha: "Nunca he tenido un orgasmo. No he merecido tener el mayor de los placeres", le cuenta a su siquiatra. Ya lo decía la propia y desprevenida actriz en las conversaciones con el doctor Greenson: "Después que escuches estas cintas podrías escribir un gran diario. ¿No sería sensacional?".

27 de julio de 2004
31 de julio de 2004
©latercera

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