opio alcanza récord en afganistán
[Sebastian Alison] La producción es tolerada entre otras cosas por un compromiso entre Estados Unidos y los señores de la guerra, a cambio de su colaboración en la inconclusa lucha contra Al Qaeda.
Bruselas, Bélgica. El cultivo de opio en Afganistán subió en un 64 por ciento a un récord de 131 mil hectáreas este año y la exportación de droga representa ahora más del 60 por ciento de la economía, dijo el jueves la oficina de drogas de Naciones Unidas.
"Este año Afganistán ha establecido un récord doble: el del cultivo más alto de droga en la historia del país y el del mayor productor del mundo", dijo en una rueda de prensa Antonio María Costa, director ejecutivo de la Oficina de Drogas y Crimen de Naciones Unidas.
El opio, la materia prima de la heroína, se cultivó este año en todas las 32 provincias de Afganistán. El diez por ciento de la población, o 2.3 millones de personas, participaron en su cultivo porque la agobiante pobreza lo hace más atractivo que otros cultivos.
"El cultivo se ha extendido... transformando a los narcóticos en el principal motor del crecimiento económico y en el más fuerte vínculo entre gente que antes vivían en conflicto", dijo Costa.
"Valorada en 2.8 millones de dólares, la economía del opio equivale ahora al más del 60 por ciento del producto nacional bruto de Afganistán para 2003".
"El temor de que Afganistán pudiera degenerar en un estado-narco se está transformando lentamente en una realidad tal como corrupción en el sector público, la continuada ambición de los señores de la guerra locales, y la complicidad de los inversores locales se ha transformado en un factor de la vida afgana", dijo.
Mientras el área bajo cultivo se ha elevado repentinamente, todavía no constituye más que el tres por ciento de la tierra arable del país, dice un informe de Naciones Unidas publicado en su página en la red www.unodc.org/unodc/en/crop_monitoring.html.
Pero la producción de heroína subió en un 17 por ciento a 4.200 toneladas, por debajo del récord de 1999 de 4.600 toneladas durante el régimen radical islámico de los talibanes, debido al mal tiempo y una plaga de insectos.
La masiva producción de 1999 y otra enorme cosecha en 2000 condujo a una sobre-producción que provocó una reducción de llos precios, llevando a los talibanes a eliminar la producción de opio de 2001.
Los precios subieron de 28 dólares por kilo en la granja en Afganistán en 2000 a 301 dólares un año más tarde.
Naciones Unidas concluyó que en Afganistán en 2004 el precio de un kilo fue de 92 dólares.
Narco-Economía Y Narco-Sociedad
Tres cuartos de la producción son exportadas como heroína, lo que quiere decir que Afganistán debe importar unas 10.000 toneladas de químicos para refinar el opio no procesado cada año, subrayando la escala de la corrupción implicada en el comercio, dijo Costa.
Dijo que el servicio secreto iraní le había mostrado hace poco fotografías de un convoy de drogas de 61 vehículos con protección militar.
"No creemos que la policía o el ejército afgano pueda parar un convoy de 62 vehículos", dijo.
Aparte de ser una narco-economía, Afganistán es también en gran parte una sociedad-narco, dijo, con mucha gente que saca beneficios del negocio: los granjeros pagan un "impuesto" de un 10 por ciento de sus ganancias a los señores de la guerra locales; los laboratorios pagan un 12 a 15 por ciento; y los convoyes para la exportación, entre un 15 y 18 por ciento.
Pero dijo que el compromiso del gobierno del presidente Hamid Karzai para erradicar el negocio significaba que no era todavía posible decir que Afganistán fuera un estado-narco.
La más importante ruta de exportación es a través de Irán y Turquía, con un centro en Estambul y otro en la capital albana de Tirana, antes de que la heroína llegue a Holanda, el principal centro de distribución de Europa.
Otras rutas son a través de Pakistán; a través del estado de Asia central de la antigua Unión Soviética, Tayikistán, y luego por Kyrgyzstán, y desde Rusia a Europa; a través de Turkmenistán.
Afganistán ahora produce un 87 por ciento de la heroína del mundo, con un valor de mercado de unos 30 billones de dólares.
18 de noviembre de 2004
22 de noviembre de 2004
©washington post
©traducción mQh
Bruselas, Bélgica. El cultivo de opio en Afganistán subió en un 64 por ciento a un récord de 131 mil hectáreas este año y la exportación de droga representa ahora más del 60 por ciento de la economía, dijo el jueves la oficina de drogas de Naciones Unidas."Este año Afganistán ha establecido un récord doble: el del cultivo más alto de droga en la historia del país y el del mayor productor del mundo", dijo en una rueda de prensa Antonio María Costa, director ejecutivo de la Oficina de Drogas y Crimen de Naciones Unidas.
El opio, la materia prima de la heroína, se cultivó este año en todas las 32 provincias de Afganistán. El diez por ciento de la población, o 2.3 millones de personas, participaron en su cultivo porque la agobiante pobreza lo hace más atractivo que otros cultivos.
"El cultivo se ha extendido... transformando a los narcóticos en el principal motor del crecimiento económico y en el más fuerte vínculo entre gente que antes vivían en conflicto", dijo Costa.
"Valorada en 2.8 millones de dólares, la economía del opio equivale ahora al más del 60 por ciento del producto nacional bruto de Afganistán para 2003".
"El temor de que Afganistán pudiera degenerar en un estado-narco se está transformando lentamente en una realidad tal como corrupción en el sector público, la continuada ambición de los señores de la guerra locales, y la complicidad de los inversores locales se ha transformado en un factor de la vida afgana", dijo.
Mientras el área bajo cultivo se ha elevado repentinamente, todavía no constituye más que el tres por ciento de la tierra arable del país, dice un informe de Naciones Unidas publicado en su página en la red www.unodc.org/unodc/en/crop_monitoring.html.
Pero la producción de heroína subió en un 17 por ciento a 4.200 toneladas, por debajo del récord de 1999 de 4.600 toneladas durante el régimen radical islámico de los talibanes, debido al mal tiempo y una plaga de insectos.
La masiva producción de 1999 y otra enorme cosecha en 2000 condujo a una sobre-producción que provocó una reducción de llos precios, llevando a los talibanes a eliminar la producción de opio de 2001.
Los precios subieron de 28 dólares por kilo en la granja en Afganistán en 2000 a 301 dólares un año más tarde.
Naciones Unidas concluyó que en Afganistán en 2004 el precio de un kilo fue de 92 dólares.
Narco-Economía Y Narco-Sociedad
Tres cuartos de la producción son exportadas como heroína, lo que quiere decir que Afganistán debe importar unas 10.000 toneladas de químicos para refinar el opio no procesado cada año, subrayando la escala de la corrupción implicada en el comercio, dijo Costa.
Dijo que el servicio secreto iraní le había mostrado hace poco fotografías de un convoy de drogas de 61 vehículos con protección militar.
"No creemos que la policía o el ejército afgano pueda parar un convoy de 62 vehículos", dijo.
Aparte de ser una narco-economía, Afganistán es también en gran parte una sociedad-narco, dijo, con mucha gente que saca beneficios del negocio: los granjeros pagan un "impuesto" de un 10 por ciento de sus ganancias a los señores de la guerra locales; los laboratorios pagan un 12 a 15 por ciento; y los convoyes para la exportación, entre un 15 y 18 por ciento.
Pero dijo que el compromiso del gobierno del presidente Hamid Karzai para erradicar el negocio significaba que no era todavía posible decir que Afganistán fuera un estado-narco.
La más importante ruta de exportación es a través de Irán y Turquía, con un centro en Estambul y otro en la capital albana de Tirana, antes de que la heroína llegue a Holanda, el principal centro de distribución de Europa.
Otras rutas son a través de Pakistán; a través del estado de Asia central de la antigua Unión Soviética, Tayikistán, y luego por Kyrgyzstán, y desde Rusia a Europa; a través de Turkmenistán.
Afganistán ahora produce un 87 por ciento de la heroína del mundo, con un valor de mercado de unos 30 billones de dólares.
18 de noviembre de 2004
22 de noviembre de 2004
©washington post
©traducción mQh
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