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tabú oponerse a la guerra


[Kevin Sullivan] Reino Unido deportará a partidarios de terrorismo. Nuevas normativas tienen en la mira a los que "fomentan, justifican o ensalzan" la violencia.
Londres, Reino Unido. La gente que "fomente, justifique o ensalce la violencia terrorista" será deportada de Gran Bretaña bajo las nuevas normativas dadas a conocer el miércoles por el principal funcionario de policía del país.
El ministro del Interior, Charles Clarke, definió las nuevas normativas en la explicación más detallada hasta la fecha de las propuestas anunciadas antes este mes por el primer ministro Tony Blair.
En la nueva lista de "conductas inaceptables" anunciadas por Clarke está usar sitios en internet, escribir, predicar, publicar o distribuir materiales que "incitan a otros a actos terroristas" o "fomenten el odio".
"Los individuos que busquen crear temor, intranquilidad y divisiones con el fin de inducir a acciones terroristas no serán tolerados por el gobierno ni nuestras comunidades", dijo Clarke, en una declaración que detallaba las medidas que son el resultado directo de los atentados del mes pasado en el metro y en un autobús en Londres, que mataron a 56 personas, incluyendo a los cuatro presuntos terroristas, y dejaron heridas a otras 700.
Mientras que activistas de derechos humanos y otros han criticado las medidas, las encuestas han mostrado una abrumadora aprobación pública para endurecer las leyes contra el extremismo religioso, incluso si eso significa limitar la libertad de expresión y otras libertades civiles en un país con una larga tradición de tolerancia.
"Reconocemos las sensibilidades en torno al uso de estos poderes e intentaremos usarlos de modo mesurado y específico", dijo Clarke. "Estos poderes no tienen por intención ahogar la libertad de expresión o el debate legítimo sobre la religión y otros temas. Gran Bretaña está correctamente orgullosa de su apertura y diversidad y no debemos permitir que aquellos impulsados por el extremismo de tipo que sea destruyan esa tradición".
Clarke también dijo que "elaboraremos una base de datos de individuos en todo el mundo esas conducta inaceptables" y la harán accesible a agentes de inmigración que controlan a los que entran a Gran Bretaña. No especificó quién haría la lista ni lo caro que sería.
La declaración de Clarke no se refirió a ninguna religión o grupo étnico en particular, pero los nueve sospechosos de la policía de haber colocado bombas el mes pasado son musulmanes. En su declaración del 5 de agosto Blair dijo que prohibiría a dos organizaciones islámicas en Gran Bretaña y dijo que planeaba prohibir a los clérigos que considera "no aptos para predicar".
Desde entonces Clarke ha prohibido que el predicador radical islámico Omar Bakri Mohammed regrese a Inglaterra después de un viaje al Líbano. Las autoridades británicas han detenido también a 10 hombres para ser deportados, incluyendo al clérigo radical islámico Abu Qatada, que supuestamente tiene vínculos con la red terrorista al Qaeda y cuyos sermones fueron encontrados en un apartamento alemán usado por varios de los que cometieron los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
"Es una guerra contra la libertad de expresión", dijo en un conferencia telefónica desde Malasia Azzam Tamimi, dirigente de la Asociación de Clérigos Musulmanes de Gran Bretaña. "Lo que puede ser visto como un ensalzamiento del terrorismo por una persona, puede ser una explicación de las causas del terrorismo para otra".
Tamimi también dijo que las medidas anunciadas por Blair y Clarke "no se atacan al problema real".
"Perseguir a la gente por lo que dicen no impediría que los jóvenes indignados y frustados cometan actos de violencia", dijo. "No dejarán de hacerlo porque se los diga alguien. Lo hacen porque no tienen esperanzas".
Liberty, un grupo de derechos humanos de Gran Bretaña, dijo que la declaración de Clarke no proporcionaba garantías de que los deportados no serán torturados en sus países de origen. Activistas de derechos humanos dijeron que países como Jordania y Argelia, países natales de muchos musulmanes en Gran Bretaña, tienen pobres antecedentes en cuanto a torturas.
Clarke dijo que Jordania ha firmado un acuerdo para no maltratar a los deportados y Gran Bretaña está trabajando para lograr acuerdos semejantes con otros 10 países. Activistas de derechos humanos dijeron que esos acuerdos no eran fiables.
"Lo que nos ha separado siempre de los terroristas es que nosotros no torturamos a la gente ni los enviamos para que sean torturados", dijo en una declaración del director jurídico de Liberty, James Welch.

25 de agosto de 2005
©washington post
©traducción mQh

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