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veinte años después


[Jenna Russell y Lisa Fleisher] Los recuerdos de una niña permiten identificar a asesino de su madre, 20 años después.
Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos. El asesinato de Patricia Clark, 32, mantuvo perpleja a la policía de Lowell durante dos décadas, incluso aunque al principal sospechoso, Walter H. Emeney, le encontraron restos de sangre en su coche después del asesinato. Ayer, Emeney, que había tratado de cortejarla, fue acusado de apuñalarla hasta la muerte en su apartamento de Lowell en noviembre de 1985. El caso archivado durante largo tiempo fue reabierto, dijo la policía, cuando una nueva revisión de la evidencia desencadenó un torrente de recuerdos de la hija de la víctima.
"Este es uno de esos puzzles donde las piezas estaban fuera; nunca se las había conectado antes", dijo el fiscal del distrito de Middlesex, Martha Coakley.
Emeney, 59, de Fitchburg, ex colega de trabajo de la mujer asesinada, se declaró inocente ayer en el Tribunal Superior de Middlesex. Su detención el lunes por la noche puede significar una nueva conclusión para una familia que fue hecha pedazos por el asesinato y esperó 20 años una respuesta. Los familiares no hicieron ayer ninguna declaración pública.
Una madre soltera que trabajaba para la firma de seguridad Billerica, Clark tenía tres hijos jóvenes, que fueron separados después de su muerte. Un hijo fue enviado a un hogar de acogida; una hija se marchó a vivir con su abuelo; y otro hijo fue adoptado por su maestra de primero, de acuerdo a detectives.
Dos de los hijos de Clark asistieron a la comparecencia de Emeney ayer en Cambridge. Alecia Clark, que a los 11 descubrió el cuerpo de su madre, sonreía ampliamente y cogió la mano de su hermano Mark Burton cuando el juez ordenó la encarcelación sin fianza de Emeney.
Una cajita de joyas vacía, encontrada en el coche de Emeney después del asesinato y guardada como evidencia hace 20 años, ayudaron a reavivar los recuerdos de Clark durante una reciente revisión de la nueva brigada de casos archivados. Su recuerdo vinculaba a Emeney, el principal sospechoso, con el lugar del crimen y condujo a su detención.
Clark fue interrogada apenas una vez por la policía después del asesinato, que se mostraron precavidos por el frágil estado emocional de la niña. Sus hermanos tenían 4 y 7 años en esa época.
Cuando los detectives en Lowell iniciaron la revisión del asesinato antes este año, entrevistaron nuevamente a Alecia Clark y se sorprendieron de lo agudo y precisión de sus recuerdos, dijo el sargento de detective R. Kelly Richardson.
Clark, a su vez, estaba sorprendida por su interés, dijo Richardson, cuyo padre, un sargento jubilado de Lowell, Raymond F. Richardson, había trabajado en el caso de Clark antes que él y no había olvidado nunca a los tres niños que quedaron huérfanos.
"Estaba aturdida; pensaba que habíamos olvidado a su madre", dijo Kelly Richardson.
El departamento nunca lo hizo, y "nosotros no nos olvidamos de Walter [Emeney]", dijo.

La pesadilla de la familia empezó el 19 de noviembre de 1985, cuando Alecia Clark llegó a casa de la escuela y halló a sus dos hermanos esperándola en la puerta. Cuando la abrió, encontró a su madre, que había sido apuñalada repetidas veces.
Los detectives se concentraron en Emeney, que había regalado a Clark un anillo de diamantes y esperaba casarse con ella, dijeron los fiscales. Pero Clark rechazó sus avances, dijo Marian Ryan, una asistente del fiscal de distrito de Middlesex. Como miembro de la unidad de homicidios hasta 1985, Ryan fue una de las personas llamadas al lugar de los hechos después de la muerte de Clark.
Después del asesinato, vecinos dijeron a la policía que el coche de Emeney, un Monte Carlo rojo y blanco, había estado el día que murió Clark aparcado cerca del complejo de viviendas sociales, donde vivía la famlia, de la calle de Morse. Tenía una llave de la casa y conocía la rutina diaria de la familia, dijeron los fiscales. La policía que lo retuvo para interrogarlo encontró restos de sangre en su coche, dijeron los fiscales.
Emeney también tenía antecedentes violentos, incluyendo agresiones contra mujeres jóvenes en 1963 y 1974, dijo Ryan ayer.
Pero el arma homicida, que se pensaba era un cuchillo de caza, no se encontró nunca y Emeney no cooperó con los detectives después del interrogatorio inicial. Las evidencias circunstanciales no fueron suficientes para su detención, dijeron los detectives.
Kelly Richardson dijo que para la brigada de casos archivados, cuando revisaron el trabajo hecho por sus predecesores, estaba claro que Emeney era el sospechoso más probable del asesinato de Clark. La incapacidad para presentar cargos contra Emeney frustró a toda una generación de detectives, incluyendo a su padre, dijo.
"Fue un crimen brutal contra alguien, una madre trabajadora, que estaba tratando de surgir y dejó huérfanos a tres niños", dijo Richardson. "Eso inquietaría a cualquiera, y definitivamente a mi padre".
Al final, lo que parecía ser un fragmento mínimo de evidencia -una pequeña caja de cartón, desechada, encontrada en el coche de Emeney después del asesinato- volvió a Alecia Clark a ese día de noviembre. Cuando Clark volvió a ver la cajita hace unos meses, dijeron los detectives, recordó que su madre la había abierto y le había dado la joya que estaba dentro, la mañana del asesinato, cuando la niña estaba inquieta porque tenía que posar para una fotografía de la escuela.
Su recuerdo asociaba la cajita con el día del asesinato y colocaba a Emeney en el apartamento de la familia el día que mataron a su madre.
Los fiscales dijeron que nuevas pruebas están en camino. Melissa Sherman, portavoz de Coakley, no dijo si las pruebas incluían análisis de ADN con la sangre encontrada en el coche de Emeney hace 20 años.
El abogado de Emeney, Daniel Bennett, dijo que los fiscales no habían aportado nuevas evidencias. "No veo nada diferente entre 1985 y hoy, 2005", dio Bennett. Emeney vive solo y tiene dos trabajos en el campo de la seguridad, dijo Bennet.
Los recuerdos de Clark de las últimas horas de su madre fueron cruciales para la acusación de la policía, dijeron los detectives, que reconocieron que Clark estaba escéptica al principio. El detective de la policía de Lowell, Crosby Brackett, dijo que Clark había sido contactada por los detectives en el pasado; esas veces el caso no pudo seguir adelante.
"No creo que fuera muy optimista", dijo Brackett, el que, junto con el detective Joseph Zanoli, trabajó en el asesinato de Clark desde enero.

Clark -residente de Westford que trabaja en un hotel, de acuerdo a su casero- no habló ayer con los periodistas. Una portavoz de Coakley dijo que los tres hermanos, que tienen ahora dos padres diferentes, siguieron en contacto después de la muerte de su madre. Un hermano, Douglas Welch, es un agente de policía en Carolina del Norte.
Los fiscales dijeron que Emeney vivió en Texas en algún momento después del asesinato, pero volvió al área. De acuerdo a los archivos del Registro de Vehículos Motorizados, Emeney fue acusado por el tribunal de distrito de Clinton -y finalmente encontrado culpable- por conducir peligrosamente y huir del lugar después de un choque que causó lesiones personales en un accidente en octubre de 2001.
Cuando los detectives de Lowell y de la Policía del Estado detuvieron a Emeney el lunes por la noche, le colocaron las esposas que pertenecían al detective jubilado Richardson. Kelly Richardson dijo que su padre le dio las esposas, grabadas con el nombre del viejo Richardson, cuando se jubiló en 1992 después de 40 años en el cuerpo de Lowell. El joven Richardson nunca las había usado, pero decidió hacerlo cuando detuvieron a Emeney.
"Esta es la última persona que las usará", dijo.

John Ellement contribuyó a este reportaje.

jrussell@globe.com.

10 de agosto de 2005
©boston globe
©traducción mQh

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