inmigrantes siguen curso
Noventa por ciento sigue curso de integración.
Amsterdam, Holanda. Los cursos de integración para inmigrantes gozan de gran aceptación entre inmigrantes. Casi un 90 por ciento de ellos sigue esos cursos. "Un resultado decente", según un colaborador del instituto multicultural Forum. Los llamados inmigrantes antiguos, por lo demás, no ganan nada con el curso.
"El alto alcance de la integración entre los recién llegados indica que la Ley de Integración de Nuevos Inmigrantes está dando buenos resultados", es una de las conclusiones del informe anual Integración.
El informe describe la posición de las minorías étnicas en Holanda. Es una publicación conjunta de la SCP, WODC y CBS, tres institutos de investigación asociados al estado.
La ley para los recién llegados fue aprobada en 1998. En el curso que incluye, los extranjeros pueden aprender holandés y se les ofrece orientación en la sociedad.
La ministro Verdonk, de Integración, quiere que este próximo año los extranjeros que residen en Holanda y muestren carencias en esos terrenos sean obligados a seguir un curso. Además en el futuro se dictarán cursos en el país de origen, aunque eso todavía hace frente a problemas de organización.
En 2003 participaron en cursos de integración 45.000 nuevos inmigrantes y 17.000 llamados viejos inmigrantes. Un 10 por ciento de la primera categoría abandonó el curso; un 20 por ciento del segundo grupo.
En el terreno del dominio de la lengua, un 40 por ciento llegó al nivel NT2 en 2004, suficientemente bueno para el mercado laboral o los estudios.
Sobre ese porcentaje dicen los investigadores que "deja espacio para mejoras". Eso vale ciertamente para los viejos: un 60 por ciento de ellos no había avanzado nada en 2003. Según Forum se trata a menudo de viejos, muchos de ellos analfabetos.
De los extranjeros nacidos fuera de la Unión casi un cuarto no tiene más que la escuela básica. Entre los marroquíes ese porcentaje es inclusive de 45. De los extranjeros un 10 por ciento sólo cuenta con estudios básicos.
Las relaciones son también torcidas en el empleo. Entre marroquíes y antillanos un 22 y 16 por ciento respectivamente están desempleados. Entre los nativos el porcentaje de la población sin trabajo es de 5.
"La marginación social de los extranjeros es resistente", dice la conclusión de los investigadores.
23 de septiembre de 2005
©volkskrant
©traducción mQh
Amsterdam, Holanda. Los cursos de integración para inmigrantes gozan de gran aceptación entre inmigrantes. Casi un 90 por ciento de ellos sigue esos cursos. "Un resultado decente", según un colaborador del instituto multicultural Forum. Los llamados inmigrantes antiguos, por lo demás, no ganan nada con el curso."El alto alcance de la integración entre los recién llegados indica que la Ley de Integración de Nuevos Inmigrantes está dando buenos resultados", es una de las conclusiones del informe anual Integración.
El informe describe la posición de las minorías étnicas en Holanda. Es una publicación conjunta de la SCP, WODC y CBS, tres institutos de investigación asociados al estado.
La ley para los recién llegados fue aprobada en 1998. En el curso que incluye, los extranjeros pueden aprender holandés y se les ofrece orientación en la sociedad.
La ministro Verdonk, de Integración, quiere que este próximo año los extranjeros que residen en Holanda y muestren carencias en esos terrenos sean obligados a seguir un curso. Además en el futuro se dictarán cursos en el país de origen, aunque eso todavía hace frente a problemas de organización.
En 2003 participaron en cursos de integración 45.000 nuevos inmigrantes y 17.000 llamados viejos inmigrantes. Un 10 por ciento de la primera categoría abandonó el curso; un 20 por ciento del segundo grupo.
En el terreno del dominio de la lengua, un 40 por ciento llegó al nivel NT2 en 2004, suficientemente bueno para el mercado laboral o los estudios.
Sobre ese porcentaje dicen los investigadores que "deja espacio para mejoras". Eso vale ciertamente para los viejos: un 60 por ciento de ellos no había avanzado nada en 2003. Según Forum se trata a menudo de viejos, muchos de ellos analfabetos.
De los extranjeros nacidos fuera de la Unión casi un cuarto no tiene más que la escuela básica. Entre los marroquíes ese porcentaje es inclusive de 45. De los extranjeros un 10 por ciento sólo cuenta con estudios básicos.
Las relaciones son también torcidas en el empleo. Entre marroquíes y antillanos un 22 y 16 por ciento respectivamente están desempleados. Entre los nativos el porcentaje de la población sin trabajo es de 5.
"La marginación social de los extranjeros es resistente", dice la conclusión de los investigadores.
23 de septiembre de 2005
©volkskrant
©traducción mQh
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