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11 años por violación que no cometió


[Maurice Possley y Gary Washburn] La ciudad le pagará una indemnización de 9 millones de dólares. Test de ADN comprobó su inocencia.
La Ciudad de Chicago anunció el viernes que pagaría 9 millones de dólares de indemnización en un pleito entablado por un hombre sentenciado injustamente por violación e iniciará una investigación de los agentes de policía y analistas del laboratorio de criminalística que llevaron el caso.
El superintendente de la policía de Chicago, Philip Cline, y la asesora de la Fundación de la Ciudad, Mara Georges, dijeron que investigarán a los analistas de laboratorio y a los cinco detectives que llevaron el caso de LaFonso Rollins, que dijeron que había confesado la violación de una anciana. Rollins pasó 11 años en prisión antes de ser exonerado en 2004 tras análisis de ADN.
La decisión de llegar a un acuerdo y lanzar una investigación fue un abrupto vuelco oficial provocado por el hallazgo de documentos que perjudicaban el caso del ayuntamiento. Los documentos estaban en posesión de un antiguo analista del laboratorio de criminalística que trabaja ahora en el laboratorio de la policía del estado de Michigan.
El hecho de que la policía obtenga confesiones falsas de sospechosos inocentes, así como los chapuceros análisis de laboratorio han acosado a la policía de Chicago en otros casos en los últimos años y han resultado en acuerdos de varios millones de dólares cuando los acusados y condenados injustamente han iniciado pleitos contra la ciudad.
Al anunciar el acuerdo, Georges dijo que el ayuntamiento se enteró recientemente de que "podría haber problemas con el modo en que el laboratorio de criminalística de Chicago llevó el caso", refiriéndose al laboratorio que, en 1996, pasó a manos de la policía del estado de Illinois.
Funcionarios de la ciudad declinaron especificar los problemas.
Robert Fioretti, abogado de Rollins, dijo el viernes en una rueda de prensa aparte que en la época de la detención de Rollins se tomó una muestra de sangre de Rollins para compararla con evidencias encontradas en la escena del crimen. Fioretti dijo: "Si hicieron la comparación o no, no dieron a conocer los resultados".
Interrogado sobre si los documentos mostraban que las pruebas de laboratorio habían excluido a Rollins antes de ser condenado, Jennifer Hoyle, portavoz de la asesora de la fundación se negó a responder.
Cline dijo que el departamento de policía se concentraría en si el laboratorio de criminalística había manejado propiamente las pruebas del caso y en la conducta de los detectives asignados al caso.
"Esta vez", dijo Georges, "realmente tenemos más preguntas que respuestas".
Fioretti dijo que el juicio de Rollins estuvo plagado de careos policiales impropios, trabajos de laboratorio chapuceros y confesiones falsas obtenidas bajo coerción.
"Este caso apesta", dijo. "Es hora de que la ciudad revise seriamente lo que hace el laboratorio de criminalística".
Rollins presentó en abril pasado una demanda de indemnización por la violación de sus derechos civiles de 10 millones de dólares alegando que los detectives de Chicago obtuvieron su confesión por medio de amenazas y coerción. Desde entonces, la ciudad había ofrecido 3 millones de dólares, pero los abogados de Rollins se negaron a desistir de su demanda de 9 millones.
Fioretti describió el viernes cómo había la ciudad cambiado repentinamente de opinión.
"El miércoles, Mara Georges llamó a las 4:10 de la tarde", dijo Fioretti. "Quería que habláramos sobre un acuerdo... Me dijo: ‘Hemos encontrado documentos en los que el asunto se ve muy mal’".
Fioretti dijo que Georges se reunió con él y co-asesor Lonny Ogus poco después.
Dijo que Georges observó que los abogados de Rollins habían tratado de obtener una declaración de Joel Schultze, un analista del laboratorio de criminalística de la policía de Chicago que había trabajado en el caso de Rollins antes del juicio en 1993.
Sin embargo, los abogados del ayuntamiento entrevistaron primero a Schultze.
Fioretti dijo que Georges le contó: "Hemos descubierto que tiene documentos y esos documentos son bastante pasmosos y después de que los veas seguro vas a llamar inmediatamente a una rueda de prensa".
Georges aumentó la oferta de la ciudad a 6 millones de dólares, dijo Fioretti. "Le dijimos que manteníamos la demanda de 9 millones. Y eso fue lo que pasó. Accedieron a pagar 6 millones ahora y otros 3 millones en enero de 2007".
Hoyle dijo que Georges no haría comentarios sobre la versión de Fioretti porque considera que esa conversación fue privada. Hoyle agregó: "En términos de la conversación de Mara con él -uno de los comentarios atribuidos a Mara no es verdad... Ella no dijo que llamaría a una rueda de prensa".
Don Hubert, abogado de Schultze, dijo: "No tiene nada que decir. El asunto está siendo revisado y el proceso de revisión debe seguir su curso".
Hubert dijo de Schultze se mudó de Chicago a Michigan "por otro trabajo. No fue por medidas disciplinarias ni fue despedido".
Cline dijo que el departamento de policía realizaría una investigación interna sobre la conducta de los cinco detectives -dos de ellos todavía trabajan- que fueron asignados al caso de violación en1993 que fue cerrado con una confesión escrita de Rollins, que entonces tenía 17 años.
De hecho, Rollins fue acusado de varias agresiones sexuales contra ancianas en el conjunto habitacional Campbell, en el South Side, en 1993. La policía dijo que había firmado las confesiones de cuatro violaciones, aunque sólo fue procesado por una.
Estudiante de una escuela especial que sólo había llegado al noveno, Rollins fue vinculado con los delitos después de que dos de las víctimas lo identificaran en careos realizados en la comisaría de policía.
Además, un conserje del edificio Campbell donde ocurrió una agresión sexual dijo que un dibujo compuesto del agresor coincidía con Rollins. Rollins fue encontrado culpable en 1994 y sentenciado a 75 años de prisión.
Rollins fue dejado en libertad en 2004 después de análisis de ADN lo exoneraran. En esa época, los fiscales del condado de Cook dijeron que creían que sus confesiones eran falsas.
Fioretti dijo que había pedido a la ciudad y al departamento de policía que investigara el caso inmediatamente después de la exoneración de Rollins, pero "no pasó nada".
Rollins, 30, está desempleado y dijo que esperaba usar parte del dinero en lanzar un negocio de diseño de ropa. Dijo que había firmado las confesiones después de ser golpeado por un agente. "Tuve miedo de que me mataran", dijo.
Refiriéndose al hecho de que Rollins fuera condenado injustamente y de que el violador puede estar libre en las calles, Cline dijo: "Como poli, es algo que me preocupa".
Cline también dijo que había tratado el asunto con el fiscal del estado del condado de Cook, Richard Devine, sobre la posibilidad de usar tecnología ADN en viejos casos que dispongan de evidencias físicas, cuando sea conveniente. En esa época las condenas se dictaban antes sin disponer de análisis de ADN.
Mientras que un proyecto semejante puede revelar más condenas injustas, los reclusos en Illinois pueden legalmente, desde hace varios años, pedir pruebas de ADN después de ser condenados. Más de dos docenas de los más de 170 exoneraciones por ADN han ocurrido en Illinois.
El laboratorio de criminalística de la policía de Chicago ha sido un blanco frecuente de críticas por la mala calidad de su trabajo, y demandas contra la ciudad por condenas injustas de parte de reclusos han llevado a acuerdos que han costado a la ciudad varios millones de dólares.
En 1992, la analista del laboratorio de criminalística de la policía de Chicago, Pamela Fish, declaró que los análisis en el caso de violación contra John Willies no fueron concluyentes. Willis fue condenado y sentenciado a 100 años de prisión.
Después de cumplir más de 8 años en la cárcel, Willis fue exonerado tras análisis de ADN y dejado en libertad. La ciudad y el condado de Cook le pagaron 2.5 millones de dólares, más 100 mil dólares el estado, en un acuerdo después de que sus abogados encontraran una sola hoja de papel conteniendo los resultados de los análisis de laboratorio en el caso de Willis. Mostraba que la analista no encontró el tipo de sangre de Willis en el semen recogido en la escena del crimen.

Steve Mills contribuyó a este reportaje.

mpossley@tribune.com
gwashburn@tribune.com

28 de enero de 2006

©chicago tribune
©traducción mQh

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