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católicos estadounidenses contra xenofobia


[Juliet Chung] Cardenal Mahony denuncia sentimientos contra los inmigrantes y llama a la desobediencia civil.
Los Angeles, Estados Unidos. Hablando sobre el creciente debate sobre la inmigración ilegal, el cardenal Roger M. Mahony denunció el martes lo que llamó una "histérica" hostilidad contra los inmigrantes que se extiende por California y el país.
En una entrevista en vísperas del Miércoles de Ceniza, Mahony dijo que intentaba aprovechar el primer día de la Cuaresma para llamar a las 288 parroquias de las archidiócesis más grandes del país a ayunar, orar y exigir por una reforma más humana de las leyes de inmigración. Los obispos católicos estadounidenses apoyan las propuestas del programa de trabajadores invitados, la legalización de los inmigrantes ilegales y el otorgamiento de más visas para las familias de los inmigrantes.
Mahony criticó también las actividades de los Vigilantes y otros grupos de control de la inmigración que patrullan las fronteras, diciendo que era una reacción equivocada ante preocupaciones sobre la seguridad nacional.
"La guerra contra el terrorismo no será ganada con restricciones de la inmigración", dijo, agregando que los operativos de al-Qaeda no podían cruzar el mortífero desierto para infiltrar al país.
Como líder espiritual de cinco millones de miembros de las archidiócesis, los comentarios de Mahony agregan una poderosa voz en lo que se ha convertido en un enconado debate sobre la inmigración ilegal en momentos en que el Comité de la Magistratura del Senado norteamericano considera esta semana una serie de propuestas para el control de la inmigración.
En sus comentarios más enérgicos hasta la fecga, Mahony dijo que instruirá a sus sacerdotes a que rechacen las leyes -si llegan a ser las propuestas aceptadas por el Congreso- que exijan que las iglesias y otras organizaciones sociales pidan a los inmigrantes documentación legal antes de proporcionarles asistencia y penalizarles si se niegan a hacerlo. Esa disposición está incluida en un proyecto de ley sobre inmigración aprobada recientemente por la Cámara de Representantes; una propuesta similar se encuentra en la versión que el Comité de la Magistratura del Senado planea comenzar a debatir esta semana.
Aunque algunas parroquias participaron en la desobediencia civil durante el movimiento del santuario para albergar a refugiados salvadoreños durante los años ochenta, el llamado de Mahony a los sacerdotes a no acatar la ley es el primero que hace el cardenal.
"El concepto entero de que se debe castigar a la gente que es inmigrante es poco americano", dijo Mahony. "Si lo llevas a su conclusión lógica, a su extremo ridículo, tendrías que pedir papeles a todos los que vengan a la comunión. Es absurdo y la iglesia no tiene intenciones de hacer eso. La iglesia está para servir a la gente... No nos transformaremos en agentes de inmigración. Sólo echa más gasolina al debate y enardece a la gente".
Mahony ha sido un resuelto defensor de los derechos de los inmigrantes, oponiéndose a las iniciativas de negar beneficios públicos a los inmigrantes ilegales por medio de las Proposiciones 187 en 1994. Los votantes de California aprobaron la popular iniciativa, que fue más tarde desechada por las cortes federales por inconstitucional.
Una vez más, la inmigración está en primer lugar de la agenda de Mahony hoy debido a lo que iglesia cree que el proyecto de la Cámara es un proyecto de ley punitivo que criminaliza la ayuda a los inmigrantes ilegales y contradice los valores del evangelio, de acuerdo al obispo auxiliar Gabino Zavala, de la archidiócesis de la región del valle de San Gabriel.
"Con los Vigilantes, no puedes sino sorprenderte. Son extremistas", dijo Zavala. "Pero cuando se empieza a convertir en ley, es imperativo que digamos lo que pensamos".
Los grupos de control de la inmigración rechazaron las observaciones de Mahony.
Ira Mehlman, de la Federación por la Reforma de la Inmigración Americana, dijo que el cardenal desdeñaba tocar el tema de los costes de la inmigración ilegal para los trabajadores estadounidenses con bajos salarios, los gobiernos locales, las escuelas públicas y el sistema de salud. En lugar de eso, dijo, Mahony estaba pidiéndoles renunciar a sus trabajos y recursos en beneficio de los inmigrantes ilegales.
"La caridad es un principio importante de la fe judeo-cristiana, pero hay límites", dijo Mehlman.
Chris Simcox, presidente del Cuerpo de Vigilantes de la Defensa Civil [Minutemen Civil Defense Corps] dijo que sus patrullas en la frontera no estaban inspiradas por la pequeñez moral, sino que buscaban detener a los traficantes de drogas, de seres humanos, pandilleros y otros que atacan a ciudadanos estadounidenses e inmigrantes por igual.
El experto en inmigración Wayne Cornelius dijo que los esfuerzos de Mahony por movilizar a la archidiócesis, aunque tardíos, podrían ayudar a contrarrestar lo que dice que es una ventaja política actualmente a favor de las fuerzas que quieren controlar la inmigración.
"Ahora el ímpetu lo tiene el lado punitivo del debate", dijo Cornelius, director del Centro de Estudios Comparativos de la Inmigración de la Universidad de California en San Diego. "Es importante que el Congreso escuche a los grupos que se oponen a medidas restrictivas drásticas. Si hay alguna posibilidad de que el Congreso apoye algunas leyes constructivas este año, requerirá los esfuerzos de los movimientos de base", tales como la campaña católica.
Mahony piensa hablar sobre la política de inmigración en dos servicios del Miércoles de Ceniza el miércoles en lo que dijo que sería la primera vez en que pide a toda la diócesis, que cubre los condados de Los Angeles, Ventura y Santa Bárbara, que se movilice sobre un problema social. Mahony dirige la diócesis desde 1985.

28 de febrero de 2006

©los angeles times
©traducción mQh
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