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murió howard hunt


[Carol J. Williams] A los 88. El espía de la Guerra Fría fue el cerebro del allanamiento de Watergate.
Miami, Estados Unidos. E. Howard Hunt, uno de los cerebros del allanamiento que terminó con la presidencia de Nixon y afligió a la política norteamericana con su escándalo más sonado, murió el martes tras complicaciones de un neumonía en el Centro Médico North Shorew. Tenía 88 años.
Hunt era un estridente anti-comunista y arquitecto de las operaciones encubiertas norteamericanas de una carrera que empezó con el servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial y vio al militante de extrema derecha desempeñar papeles cruciales en la lucha contra los movimientos izquierdistas en el hemisferio occidental.
Uno de los fundadores de la Oficina de Servicios Estratégicos de la CIA, Hunt pasó casi tres décadas organizando acciones contra los aliados soviéticos en lo que Estados Unidos percibía como su área de influencia. En 1961, fue encargado de organizar la invasión de Bahía Cochinos, con el objetivo de derrocar al líder revolucionario cubano, Fidel Castro.
Hunt reconoció orgullosamente haber orquestado en 1954 el golpe de estado contra el izquierdista presidente electo de Guatemala, Jacobo Arbenz, así como el asesinato en 1967 de un aliado de Castro, Ernesto Che Guevara.
Los teóricos paranoicos también alegan que estuvo implicado en el asesinato del presidente Kennedy, al que despreciaba por no haber enviado tropas estadounidenses a rescatar a los invasores de Bahía Cochinos, cuando las tropas cubanas los tenían acorralados.
Pero fue Watergate lo que marcó a Hunt como a un maestro de espías y un dedicado servidor del presidente Nixon, que se vio obligado a renunciar entre la indignación de los votantes después de que Hunt entrara ilegalmente en las oficinas del Comité Nacional Demócrata en el edificio Watergate en Washington.
Hunt recurrió a su círculo de contactos militantes cubanos de la invasión de Bahía Cochinos para llevar a cabo el ‘allanamiento', reclutando cuatro de los cinco ‘plomeros' enviados a recuperar filtraciones de los rivales políticos del gobierno de Nixon. Los matones cubanos revolvieron documentos de la campaña y archivos económicos en su búsqueda de evidencias para respaldar las sospechas de Hunt de que Castro había dado dinero al rival de Nixon, el nominado demócrata George McGovern.
"De acuerdo a los chismes callejeros en Washington y Miami, el señor Castro ha hecho substanciales contribuciones a la campaña de McGovern", dijo Hunt a la CNN en febrero de 1992. "Y la idea era que... en algún lugar en los libros del Comité Nacional Demócrata se podrían encontrar esos fondos ilícitos".
Los cuatro cubanos reclutados por Hunt, junto con director oficial de la campaña de Nixon, James W. McCord Jr., fueron arrestados en el edificio Watergate durante el allanamiento el 17 de junio de 1972. Tres meses después, Hunt y G. Gordon Liddy, que había ideado la operación y esperaba su desarrollo desde el hotel Watergate, fueron acusados por los fiscales federales.
Hunt pasó 33 meses en una cárcel federal por allanamiento de morada, conspiración e interceptación, declarándose culpable para evadir lo que podría haber sido una sentencia de 35 años si era condenado en un juicio. Otras dos docenas de hombres también pasaron períodos en la cárcel por el frustrado allanamiento. El 9 de agosto de 1974, Nixon fue obligado a abandonar su segundo mandato, convirtiéndose en el único presidente estadounidense en haber renunciado.
Hunt y Liddy también estuvieron implicados en el allanamiento de la consulta del psiquiatra que trataba de Daniel Ellsberg, un analista de Defensa que filtró los llamados Papeles del Pentágono al New York Tomes en 1971. El gobierno fue obligado a abandonar el caso contra Ellsberg, debido a la violación de la privacidad.
Tras recuperar su libertad, Hunt se volcó completamente a la literatura, y escribió novelas de espionaje que empezó a publicar en los años cuarenta, basándose en sus días de capa y espada para producir unos ochenta títulos antes de que la enfermedad lo obligara a abandonar sus períodos de escritura de seis horas.
Fue operado de la vesícula a fines de los años noventa, y tuvo que amputarse una pierna después de que se le desarrollara arteriosclerosis, viéndose en sus últimos años confinado a una silla de ruedas. Se declaró en bancarrota en 1997, atribuyéndola a los costes jurídicos del caso de Watergate.
Un libro de memorias de Hunt, ‘American Spy: My Secret History in the CIA, Watergate and Beyond', será lanzado el próximo mes.
Nacido en Hamburg, Nueva York, el 9 de octubre de 1918, Everette Howard Hunt se graduó en la Brown University antes de servir en la Segunda Guerra Mundial como oficial de la marina, a bordo de un destructor. Quedó herido en el mar y licenciado honrosamente.
Hunt fue uno de los fundadores del OSS, y luego se convirtió en un operativo de la CIA durante dos décadas, incluyendo la invasión de Bahía Cochinos. Fue esa operación la que lo puso en contacto con exiliados cubanos militantes de los que dependió en sus futuras acciones, incluyendo el allanamiento de Watergate.
En una entrevista para la revista Slate, de octubre de 2004, Hunt le contó a la escritora Ann Louise Bardach que había tenido dudas de los planes de invasión para derrocar a Castro, debido a la interferencia del Departamento de Estado en la operación de la CIA y a la insistencia del gobierno de Kennedy de destacarla demasiado.
Enemigo acérrimo de comunistas y demócratas por igual, Hunt ayudó a las tropas bolivianas a emboscar a Guevara y sus guerrilleros, siguiendo sus movimientos en las montañas bolivianas tras interceptar sus transmisiones por radio.
A través de sus conexiones con la CIA, Hunt logró que los guerrilleros recibieran radios para su quijotesca operación en Bolivia.
El Che fue ejecutado en 1967, y tanto los soldados bolivianos como un operativo de la CIA han afirmado que ellos jalaron el gatillo. Hunt le contó a Slate que no importaba quién había matado a Guevara después de la emboscada -sólo que "era importante que se hiciera".
Tras su renuncia a la CIA en 1970, Hunt ofreció sus servicios como maestro de espías y experto en operaciones encubiertas, trabajando como asesor de la Casa Blanca para el gobierno de Nixon en la época de la misión de Watergate.
La primera esposa de Hunt, Dorothy, murió en un accidente aéreo en 1972, suscitando varias teorías paranoicas a medida que transcurría el escándalo de Watergate. En 1977, se casó con la profesora Laura E. Martin, que lo sobrevive junto a su hijo e hija y cuatro hijos adultos de su primer matrimonio.

carol.williams@latimes.com

4 de enero de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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