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nuevo escenario de la despenalización


La discusión sobre la despenalización del consumo de drogas. En la segunda y última jornada sobre políticas de drogas, funcionarios, legisladores, jueces y expertos debatieron cómo debe prepararse cada área para el momento de despenalizar la tenencia de drogas. Qué hacer en salud, educación y trabajo.
[Emilio Ruchansky] Argentina. El cierre de las Primeras Jornadas sobre Políticas Públicas de Drogas mostró un cruce interesante, con momentos cómicos y trágicos al mismo tiempo, entre funcionarios, abogados, activistas, académicos, docentes, médicos, diputados, psiquiatras y particulares. Con un clima más íntimo que el del primer día, se tocó el aspecto no penal del paradigma venidero –la despenalización de la tenencia para consumo personal– en los diferentes paneles sobre salud, educación y trabajo. Se preguntó mucho, hubo más debate y hasta aparecieron los reproches. Es que además de ser un tema "complejo" (palabras preferida de todas las jornadas), el tema de las drogas hiere sensibilidades e intereses.
"Bienvenidos señores adictos", fue la frase de recibimiento a la primera charla del día: las políticas de reducción de daños en salud. "Bienvenidos adictos al auto, adictos al consumismo, adicto al trabajo, a la peluquería, a las uñas, al gimnasio, a la almohada", continuó Juan Sylvestre Begnis, presidente de la Comisión de Salud del Congreso nacional. Eran las 9 y faltaba gente. Y el doctor prosiguió explicando que el tema de la adicción excede a las drogas, sean legales o no. Enumeró entonces "lo que hay y lo que falta hacer" para estar a la altura de las circunstancias. "O construimos más cárceles", bromeó.
Primero explicó que el sistema de mil becas para el tratamiento de las adicciones de la Sedronar, la actual secretaría a cargo del tema, y las comunidades terapéuticas no son suficientes y tampoco han resuelto el tema. Luego advirtió que el sistema sanitario deberá capacitarse e informarse; "dimensionar" el tema porque "no está preparado para la demanda". Por suerte, ironizó, la mayoría de la gente no consulta por su adicciones: "Es lo que pasa con los fumadores de tabaco, por ejemplo".
Si hay voluntad de parte de la persona, indicó, se le debe ofrecer talleres multidisciplinarios, pero la más importante es entender la necesidad de trasladarse a los lugares más marginales, donde por su (mala) calidad las drogas son más dañinas y tóxicas. "La adicción es una patología de la sociedad, exacerbada por la pobreza. Y nosotros atendemos sus consecuencias. Hay que instalarse cerca de la pobreza, aunque esto implique ser partícipe necesario de la inequidad", reconoció.
Sentado a su lado, Carlos Ramín contó que en su primer día como titular de Toxicología del Hospital Fernández conoció "la crotera", la sala donde anónimos y familiares depositaban a los alcohólicos crónicos y a indigentes, al que cambió por un centro de asistencia integral en el tema. El toxicólogo Ramín recibió varias preguntas de usuarios terapéuticos de cannabis. Dijo conocer los potenciales de su uso el tratamiento de los efectos colaterales del tratamiento del VIH, cáncer y glaucoma "pero las medicinas convencionales para los mismos tratamientos son más efectivas que la marihuana", aseguró.
"Te comento mi experiencia", le dijo la activista Edith Moreno, quien contó que le habían recetado varios medicamentos para la acidez y los vómitos, derivados del tratamiento del cáncer. "Y sólo encontré el alivio pleno fumando cannabis índica en un vaporizador y eso que probé con el Sesamet (un medicamento que contiene el principio psicoactivo del cannabis) pero no tuve resultados positivos."
El moderador, el diputado Leandro Gorbacz, cerró la mesa con una definición tajante: "Hay una gran simulación en este tema. Se simula una política de atención cuando se ofrecen insuficientes, se simula una voluntad de tratarse por parte de la gente porque si no los meten presos, se simulan las derivaciones a centros médicos o granjas cuando termina siendo un destierro. Se simula una internación cuando en la práctica es una detención".
La charla de Educación comenzó con un sinceramiento: "Estos temas generan dudas, ansiedades, angustias a los docentes, empecemos por ahí", dijo Alberto Sileoni, secretario de Educación. Y siguió: "El tema de las adicciones no es otra cosa más, es inherente, absolutamente esencial, a la condición de educar. Hace poco vi un grafitti en Ciudadela que me impactó. Decía: ‘La droga mata lentamente. No importa, yo no tengo apuro’. Y me impactó porque habla de la falta de un proyecto de vida, y eso es justamente lo que les pasa a los chicos que están fuera de la escuela".
Fue entonces cuando esbozó uno de los caminos a seguir en educación bajo la premisa de "ver los conflictos como oportunidades". "Hay que trabajar en la identificación de los factores de riesgo, generar espacio de inclusión, hacer promoción para la vida. No estamos pidiendo nada extraño para los docentes", concluyó. ¿Da la sensación de que los propios maestros y profesores conocen poco del tema?, preguntó Página 12. "Es cierto –concedió–. Estamos revisando los contenidos que aprenden los docentes. Es un tema difícil porque tenemos que adecuarnos a cierto clima de época."
En la mesa de Trabajo hubo anuncios sobre futuros convenios para la asistencia a través de programas de responsabilidad social empresaria en el tema y un futuro programa para jóvenes por "más y mejor trabajo". La doctora Mónica Nápoli detalló el sistema que utilizan varias empresas para detectar el consumo crónico de calmantes, alcohol, marihuana y cocaína "con consentimiento informado y confidencialidad". Se hacen en general por sorteo, como en el fútbol, y participan todos los niveles jerárquicos de la empresa. A las personas que padecen adicción se les ofrece tratamiento, voluntario. "Varias filiales argentinas de empresas mutinacionales lo están haciendo, obviamente interesadas en mejorar la productividad de sus trabajadores, ayudarlos termina siendo más económico", destacó ante el escrutinio de varios jueces garantistas.

11 de octubre de 2008
©página 12
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