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indultan a matador de águilas


Hombre condenado por la muerte de águilas agradece indulto presidencial.
[Jim Salter] St. Louis, Estados Unidos. Leslie Owen Collier estaba rodeado de vacas en una feria de ganado cuando sonó su teléfono. Era la Casa Blanca.
Después de doce años de haberse declarado culpable de la acusación federal por la muerte de tres águilas calvas, Collier se enteró de que su nombre había sido vindicado: fue perdonado por el presidente George W. Bush.
"Supongo que decir que me siento honrado es el mejor modo de decirlo: nunca pensé que ocurriría algo así", dijo Collier, 50, en una conferencia telefónica esta semana. "Me emocioné. Realmente, estuve a punto de echarme a llorar".
Collier es uno de las catorce personas indultadas por Bush el lunes. El presidente ha otorgado 171 indultos hasta la fecha, menos de la mitad que los otorgados por los más recientes presidentes de dos mandatos, Bill Clinton y Ronald Reagan.
El incidente de 1995 que cambió la vida del granjero del área de Charleston al sudeste de Missouri empezó cuando este observó un creciente número de pavos silvestres, que se creía que estaban extintos. "Me convencí de que si eliminaba a algunos coyotes, los pavos tendrían un empujón inicial" para su retorno, dijo Collier.
Así que puso carne de hamburguesa envenenada con pesticida Furadan en un intento de matar coyotes. Y resultó: murieron siete coyotes.
El problema ocurrió cuando las águilas comieron de los cadáveres de los coyotes. También murieron. También murió un halcón colirrojo y un búho cornudo, entre otros animales.
Las aves están protegidas a nivel federal y matarlas es ilegal. Collier dijo que su delito fue grave cuando murió la segunda águila. Se declaró culpable a fines de 1995 y fue condenado a dos años de libertad condicional.
Aunque no fue a la cárcel, la condena fue dura para Collier. Tuvo que pagar diez mil dólares de reparación. Y como reo convicto, el cazador de toda la vida tuvo que renunciar a sus armas.
Más allá de eso, había ocasionales artículos y noticias y actualizaciones en la red refiriéndose a Collier como el tipo que mataba águilas calvas, el ave nacional de Estados Unidos. A veces en la ciudad le miraban de maneras que era difícil ignorar.
"Durante un tiempo piensas que la gente te mira diferente", dijo Collier.
Pero muchos en Charleston y alrededores, un pueblo de unos cinco mil habitantes, piensan que Collier fue castigado con demasiada severidad porque claramente él no tenía la intención de perjudicar a las águilas. Entre los que opinaban así se encontraba Lanie Black, entonces representante del estado para la región, así como una estrecha amiga de la familia.
Los hombres asistían a la misma iglesia, donde Black enseña la catequesis a uno de los tres hijos de Collier. Cuando Collier perdió parte de una pierna en un accidente en la granja hace algunos años, Black fue uno de los que hizo vigilia en el hospital.
Para él, el proceso de Collier no tuvo nunca sentido.
"Aquí todo el mundo piensa que una manga de abogados y prosecutores sibilinos se aprovechó de él", dijo Black.
Así que Black y otros partidarios empezaron a escribir cartas solicitando su perdón. Hace algunos meses, la fiscal Catherine Hanaway se contactó con Black y le pidió la historia completa. Hanaway había sido interrogada por un abogado del ministerio de Justicia sobre la posibilidad de un indulto.
Hanaway dijo que habló con prosecutores federales familiarizados con el caso, con el juez, e incluso con la gente en el área de Charleston que conocen a Collier. "De todo punto de vista..., aquí es un pilar de la comunidad", dijo.
Collier dijo que no oyó nada más hasta el lunes. Se siente vindicado y aliviado de que su nombre se haya rehabilitado.
"Lo que pasó fue realmente lamentable", dijo Collier. "Siempre me ha excitado la idea de ver un águila calva. Matarlas no se me habría ocurrido nunca".

1 de diciembre de 2008
©pocono record
cc traducción mQh
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