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murió william gibson


Dramaturgo galardonado con un Tony, conocido por su ‘El milagro de Ana Sullivan’ [La trabajadora milagrosa]. A los 94.
[Adam Bernstein] En su casa en Stockbridge, Massachusetts, murió el jueves William Gibson, dramaturgo galardonado con un Tony mejor conocido por su ‘El milagro de Ana Sullivan’ [The Miracle Worker], la edificante historia de Helen Keller y su maestra Anne Sullivan. La familia no divulgó la causa de su muerte.
Gibson, cuyas obras fueron representadas en Broadway durante cinco décadas, era conocido por los exigentes papeles que escribía para mujeres. En su habitual colaboración con el director Arthur Penn, ayudó a transformar en estrella a la actriz Anne Bancroft en las piezas ‘La trabajadora milagrosa’ (1959) y ‘Cualquier día en cualquier esquina’ [Two for the Seesaw] (1958).
También colaboraron en ‘Golda’ (1977), un crítico estudio del poder con Bancroft como la primera ministro israelí Golda Meir. El autor elaboró la pieza en forma de monólogo, que se convirtió en ‘El balcón de Golda’ [Golda’s Balcony] (2003), un demandado éxito con Tovah Feldshuh, y más tarde en una película con Valerie Harper.
Además de obtener un Tony por ‘La trabajadora milagrosa’, Gibson también fue nominado para un Tony por ‘Cualquier día en cualquier esquina’ y ‘Golden Boy’ (1964).
La segunda pieza fue la versión musical del drama sobre boxeadores de su amigo Clifford Odets en los años treinta y que continuó después de la muerte de Odets. Sammy Davis Jr. fue el protagonista en la producción de Broadway, que obtuvo reseñas respetables y se representó durante dieciocho meses bajo la dirección de Penn.
Ginson fue ocasionalmente criticado por su sentimentalismo y rigidez estructural, pero sus mejores momentos en el escenario alcanzaron una convincente claridad emocional.
Uno de los mejores ejemplos fue la escena de la bomba de agua de ‘La trabajadora milagrosa’ en la que un resuelto Sullivan logra un despegue lingüístico con su pulila sordomuda y ciega que había resistido comunicarse, excepto algunos gruñidos
El crítico de teatro Walter Kerr dijo que Gibson "dramatizaba la mente humana con toda su increíble energía, en su determinación a expresarse como violencia cuando no puede acomodarse como pensamiento... Cuando ocurre, el contacto físico de la niña y el maestro -un contacto que es por primera vez significativo y por primera vez afectuoso- es abrumador".
Bancroft y Patty Duke, que tuvieron los roles de Sullivan y Keller respectivamente, obtuvieron Academy Awards cuando repitieron sus papeles para la versión cinematográfica de 1962. Gibson fue nominado a un Oscar por su guión. La secuela sobre Sullivan de 1982, ‘Milagro en el corazón’ [The Monday After the Miracle], fue un fracaso.
"Cómo se logra un éxito es siempre un enigma, pero ciertamente un elemento es el espacio común entre el escritor y su audiencia", escribió Gibson décadas después en el New York Times. "El autor de ‘La trabajadora milagrosa’ creía en los niños, era joven, entusiasta, incorregiblemente optimista; estas no son cualidades reprochables, e impregnaban naturalmente en el guión.
"Y obviamente era una carta de amor", agregó. "Me gusta enamorarme de mis heroínas, y el título -desde Mark Twain, que dijo ‘Helen es un milagro, y la señorita Sullivan es la trabajadora milagrosa’- debían demostrar dónde estaba mi corazón. Esta testaruda chica de veinte, que seis años antes ni siquiera podía escribir su nombre, en un mes rescató el alma de Helen y vivió para siempre a su sombra, merecía una diadema".

Gibson nació el 13 de noviembre de 1914 en el Bronx, Nueva York. Después de abandonar en 1932 el City College de Nueva York, anduvo un tiempo a la deriva: actuando en Abingdon, Virginia; convirtiéndose en organizador de la Liga de la Juventud Comunista; y tocando el piano en Topeka, Kansas, adonde se había mudado con su esposa, la ex Margaret Brenman, psicoanalista y futura biógrafa de Odets.
Ella no sostuvo económicamente durante los siguientes quince años, mientras Gibson ganaba premios por su poesía y publicaba una antología de poemas, ‘Winter Crook’ (1948).
Una clínica mental fue el escenario de la primera novela de Gibson, ‘The Cobweb’ (1854), que recibió reseñas positivas y fue llevada al cine al año siguiente con Richard Widmark y Lauren Bacall. El sueldo de Hollywood permitió a los Gibson establecerse en Stockbridge, al occidente de Massachusetss, donde el autor completó lo que se convertiría en su primer éxito en las tablas, ‘Cualquier día en cualquier esquina’. La pieza gira sobre un abogado casado del Midwestern (Henry Fonda), y su aventura con una acongojada pero vivaz chiquilla de Nueva York (Bancroft).
La esposa de Gibson murió en 2004. Le sobreviven dos hijos, Thomas Gibson, de Stockbridge, Massachusetts, y Daniel Gibson, de Cambridge, Massachusetts.

1 de diciembre de 2008
28 de noviembre de 2008
©los angeles times 
cc traducción mQh
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