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murió tom kennedy


El escultor creó los extravagantes Art Cars. Ayudó a popularizar el caprichoso movimiento Art Car con elaboradas conversiones de vehículos como Ripper the Friendly Shark, un Nissan Sentra al que agregó diminutas aletas, dientes y cola.
[Valerie J. Nelson] Murió Tom Kennedy, un artista de San Francisco cuyas caprichosas esculturas sobre ruedas y exuberante personalidad ayudó a popularizar el movimiento Art Car. Tenía 48 años.
Kennedy se ahogó el 12 de abril mientras practicaba el body surf en la Ocean Beach en San Francisco, informó Kat ‘P.K.’ Ramos, amigo íntimo y compañero de piso. Estaba luchando contra la contracorriente y un amigo no logró llevarlo a la costa.
Las decenas de vehículos que Kennedy transformó en originales y extravagantes piezas de arte eran alegres expresiones creativas, su modo de hacer un guiño al mundo, retando a la gente a no reír.
Su ‘One-Eyed Wonder’ empezó con un Ford Rander convertido en una torrecilla tipo globo ocular con un cañón que disparaba Twinkies. Para un payaso, hizo dos ‘coches hipopótamo’ [Hippopautomobiles], convirtiendo la capucha en el ancho y sonriente hocico del animal. Un Volkswagen de 1972 lo convirtió en un delfín con el característico toque de Kennedy: aletas.
Su primera y quizás más famosa creación fue ‘Ripper the Friendly Shark’ [Destripador, el Tiburón Amistoso], agregando al coche una mandíbula de dientes de sierra y una cola que se movía. El simple Nissan Sentra se convirtió finalmente en algo similar a un hito histórico en Houston, un temprano epicentro del movimiento Art Car que empezó a cristalizar en los años noventa.
El movimiento puede haber encontrado una inspiración en los psicodélicos VWs de los hippies de los años sesenta. Pero su definición como un movimiento en el que todo es válido es lo que probablemente atrajo a Kennedy, descrito ampliamente por sus amigos como alegre y travieso.
Trabajaba en ventas en el Houston Chronicle cuando quiso participar en el desfile anual de Art Car de la ciudad a principio de los años noventa.
Kennedy "envió la fotografía de un coche que había pintado con vaporizador y al que había pegado trozos de metal y preguntó: ‘¿Puedo enviar mi coche para el desfile?’", recuerda Susanne Theis, ex directora de la compañía que organiza el desfile.
"Era un Art Car primitivo, pero se metamorfoseó en un coche que fue icónico, y él se convirtió en artista", dijo. "Poseía la comprensión instintiva de que se necesitaba conectarse con la gente, y se dedicó a ello".
‘Ripper’ emergió como uno de los iconos "más reconocidos e inspiradores" del movimiento Art Car en parte porque Kennedy llevaba su coche "a todas partes", incluyendo sus visitas a cinco festivales de expresión artística Burning Man en el desierto de Nevada, de acuerdo a ‘Art Cars’, un libro de Harrod Blank de 2007.
Los coches de Kennedy resaltaban por su cualidad escultórica y por el modo en que los usaba para hacer declaraciones políticas, dijo Philo Northrup, co-fundador del ArtCar Fest, una reunión anual en la Bay Area.
Cuando Ben Cohen, de los helados Ben & Jerry, quiso protestar contra el gasto militar, contrató a Kennedy, cuyo equipo construyó el satírico bus escolar ‘Topsy-Turvy’, que tenía encima un segundo bus con las ruedas hacia arriba. Completado en 2007, fue un juego visual que aludía a la idea de que el gasto militar se incurría a expensas de la educación y la salud.

Kennedy nació el 8 de octubre de 1960 en Elizabeth, Nueva Jersey, y tuvo una infancia nómade antes de asentarse en el sur de Oregon cuando tenía doce años.
Estudió administración comercial en la Universidad Tecnológica de Michigan de 1978 a 1981 y empezó luego a trabajar en la sección de cargas del Houston Chronicle, donde se hizo camino hasta convertirse en gerente de ventas.
En 1992 obtuvo su maestría en mercadeo de la Universidad de Houston y pasó los dos años siguientes estudiando escultura en la escuela.
Después de dejar el diario en 1995, se mudó a la Bay Area para construir Art Cars y vehículos conceptuales, evolucionando "hacia el reino en el que fui un personaje del movimiento Art Car", dijo Kennedy una vez.
No se ganaba demasiado dinero en ello, pero entre un proyecto y otro hacía arte funcional, como verjas y globos de metal. Y se deleitaba con la "creciente tribu" de los artistas de Art Car, a los que consideraba como "embajadores de buena voluntad".
Mediante un programa que fundó en 1996, envió bicicletas a los niños de Bosnia durante la guerra y dirigió un desfile de bicicletas inspirado en el movimiento Art Car.
Participó apasionadamente en desfiles en Estados Unidos. En cuatro años recorrió 130 mil kilómetros con su ‘Max the Darevil Finmobile’, un vehículo remolcador con aletas de cuatro metros que podían tocar los árboles.
Se casó, en 2007, con Haideen Anderson, una artista política que colaboraba en sus proyectos.
El artista se definía a sí mismo como "aventurero", y dijo una vez: "Parece que el mundo tiene escasez de aventureros en estos momentos. Hay demasiada gente sentada mirando televisión o ante una pantalla de ordenador. Alguien tiene que estar en la calle para hacer los contenidos. Ese soy yo".
Además de su esposa, le sobreviven su madre, Pat; su hermana, Margret; y sus hermanos Matt y Andy.

4 de mayo de 2009
21 de abril de 2009
©los angeles times
cc traducción mQh
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