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murió dick berg


Guionista de cine y productor, Berg fue pionero del formato para televisión. Ayudó a lanzar las carreras de los directores Sidney Pollack y Mark Rydell. Tres de sus hijos trabajan en la industria del espectáculo; otro es biógrafo.
[Dawn C. Chmielewski] Murió el martes, tras una caída en su casa en Los Angeles, el productor y guionista de cine y televisión Dick Berg. Tenía 87 años.
Pionero del formato de películas para televisión que revolucionó la programación televisiva en los años setenta, Berg ayudó a formar toda una generación de jóvenes directores, incluyendo a Sydney Pollack, Mark Rydell, Robert Ellis Miller y Stuart Rosenberg. También fue patriarca de una prominente familia de Hollywood, con tres hijos que siguieron sus pasos en el mundo de la industria del espectáculo y un cuarto que se convirtió en un famoso escritor de biografías.

Richard J. Berg nació en Nueva York el 16 de febrero de 1922 y creció en Nueva Rochelle, Nueva York.
Tras estudiar en la Universidad Lehigh en 1942, viajó a Hollywood con la idea de trabajar como actor o productor y encontró trabajo como director de diálogos para Roy Rogers y otros dos vaqueros actores en Republic Pictures.
Después de varios años, Berg volvió a la Costa Este, donde dirigió la Poor Richard’s Art Gallery y trabajó en Paint Bucket, una tienda de artículos de arte en Westport, Connecticut. Por las noches y los fines de semana, empezó a escribir guiones para la televisión en vivo durante los últimos años de su edad dorada. Más de una docena de sus dramas originales aparecieron en series como ‘Kraft Television Theatre’, ‘Robert Montgomery Presents’, ‘Studio One’ y ‘Playhouse 90’ a fines de los cuarenta y cincuenta. Una de ellas, ‘The Drop of a Hat’, fue adaptada para el teatro y llamó la atención de los Hecht-Hill-Lancaster Studios, que llevaron a Berg a Hollywood en 1957, como guionista.
En los años siguientes, Berg trabajó en numerosos guiones para MGM y 20th Century Fox antes de que Universal Studios le ofreciera un contrato de largo plazo. Empezó creando la serie de detectives ‘Johnny Staccato’, con John Cassavetes como protagonista.
Aunque no dejaba de escribir guiones, en los años sesenta Berg pasó la mayor parte del tiempo en la producción de programas de televisión en Universal, empezando con la serie de detectives ‘Checkmate’, sobre una agencia de investigación en San Francisco que trataba de proteger a personas amenazadas por criminales.
Con la desaparición en Nueva York de la televisión en vivo, Berg trató de recrear la excitación de los primeros días del medio produciendo ‘Alcoa Premiere’ y ‘Bob Hope Presents the Chrysler Theatre’, una antología dramática para la que contrató a escritores como William Inge y J. P. Miller para los guiones originales. Esta mezcla de teatro, espectáculo de variedades y eventos especiales atrajo a actores como Robert Redford, Simone Signoret, Anne Bancroft, Rod Steiger, Cliff Robertson, Jason Robards Jr. y Lee. J. Cobb.
A fines de los años sesenta Berg produjo algunas películas, incluyendo ‘Castillo de naipes’ [House of Cards], con George Peppard y Orson Welles, y ‘Una tumba al amanecer’ [Counterpoint], con Charlton Heston y Maximilian Schell como protagonistas.
Pero su pasión era la televisión, debido a su ritmo más rápido y audiencias más numerosas.
Durante los siguientes treinta años, Stonehenge Productions, de Berg, produjo decenas de películas para la semana y miniseries para la televisión comercial y por cable.
La mayoría poseía algún valor histórico o relevancia social, y muchas eran adaptaciones de libros exitosos -‘Wallenberg’, con Richard Chamberlain; ‘Space’, de James Michener; ‘Crónicas marcianas’ [The Martian Chronicles], de Ray Bradbury; ‘La palabra’ [The Word], de Irving Wallace; ‘Un rumor de guerra’ [A Rumor of War], de Philip Caputo; y ‘Pronto’, de Elmore Leonard, entre otras.
Los primeros trabajos de Berg en la televisión le forjaron una larga amistad con otro colega escritor que trataba de introducirse en el oficio. Rod Serling, con el que jugaría pádel y rumí todos los sábados en la mañana.
"Se contaban chistes y bromeaban todo el tiempo", dijo la viuda de Serling, Carol. "Tenían una amistad muy profunda que duró muchos, muchos años".
El actor Cliff Robertson dijo que pasaba a menudo a visitar a Berg en su casa -era la excepción a la regla de que los actores no deben meterse con la familia.
Robertson describió a Berg como una persona positiva que nunca perdió su juvenil entusiasmo por su trabajo.
"Incluso cuando se hizo más viejo, nunca perdió ese optimismo", dijo.
Robertson dijo que tenía un profundo afecto por Berg, con el que compartía un cierto desdén por lo que describió como los aspectos "menos creativos" de la industria del espectáculo.
"Amaba mucho a su familia", dijo Robertson. "No participaba en el lado más alegre de Hollywood".
El hijo de Berg, A. Scott Berg, ganador de un premio Pulitzer, dijo que su padre alentaba a sus hijos por el ejemplo. Algunos de sus recuerdos más vívidos tienen que ver con su padre, encorvado sobre el escritorio, escribiendo en hojas amarillas tamaño oficio con un lápiz número 2.
"Crecí con esa imagen del escritor en su oficio. Eso era mi padre para mí. Para mis hermanos, era más un productor en acción", dijo Scott Berg. "Siempre nos decía: ‘Chicos, no se metan en el negocio del espectáculo’. Y nos guiñaba un ojo, porque sabíamos que él adoraba su oficio y sabíamos que lo hacía bien".
Berg fue dos veces presidente del capítulo Hollywood de la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Televisión. En 2000, el Instituto de Cine Americano lo galardonó con el Charles Fries Producer of the Year Award por sus contribuciones a la profesión.
Además de su hijo Scott, le sobreviven su esposa durante 63 años, Barbara; sus tres hijos -Jeff, que es presidente de la agencia de talentos International Creative Management; Tony, productor y ejecutivo discográfico; y Rick, gerente y productor; y siete nietos.

6 de septiembre de 2009
3 de septiembre de 2009
cc traducción mQh
©los angeles times
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