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orden de captura contra golpistas


La fiscalía de Honduras solicitó la detención de los militares que echaron a Zelaya. La fiscalía solicitó a la Corte Suprema de Justicia el encarcelamiento de la cúpula militar por abuso de autoridad y expatriación y pidió la apertura de un proceso judicial. Zelaya dice que es una maniobra de blanqueo.
Honduras. El Ministerio Público de Honduras pidió una orden de captura ayer para la junta de comandantes de las fuerzas armadas involucrados en el golpe de Estado contra Manuel Zelaya. La fiscalía solicitó a la Corte Suprema de Justicia el encarcelamiento de la cúpula militar por abuso de autoridad y expatriación, así como también pidió la apertura de un proceso judicial sobre el caso. Todo esto ocurrió en paralelo a la visita del subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental norteamericano, Craig Kelly, quien llegó este martes a Tegucigalpa con una misión: gestionar una transición ordenada de cara a la toma de poder del electo Porfirio Lobo el próximo 27 de enero.
El fiscal contra la corrupción, Henry Salgado, pidió ayer a la Corte hondureña una orden de captura contra la junta de comandantes encabezada por el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Romeo Vázquez; el subjefe del Estado Mayor, general Venancio Cervantes; los jefes del ejército, general Miguel Angel García Padgett; de la fuerza aérea, general Luis Javier Prince; de la fuerza naval, contraalmirante Juan Pablo Rodríguez, y el inspector general de las fuerzas armadas, general Carlos Cuéllar. Salgado acusó a la cúpula militar por los delitos de abuso de autoridad y expatriación –prohibida en su Constitución nacional– por haber expulsado a Zelaya del país el 28 de junio por medio de un golpe militar.
Por su parte, el general Vázquez afirmó que los militares que expulsaron al mandatario lo hicieron en cumplimiento de una orden de captura emitida por un juez de la Corte Suprema, tras haberse declarado ilegal el accionar de Zelaya frente a una futura Asamblea Constituyente. Desde el norte del país dijo a medios locales que desconoce la acción del ministerio, pero que está dispuesto a presentarse ante la Justicia. "Vamos a someternos a la Justicia hondureña si es necesario porque nosotros somos hombres de ley", declaró.
Zelaya, entretanto, estableció que la acción judicial emprendida por el Ministerio Público busca ocultar la verdad de lo ocurrido el 28 de junio. "Si se está diciendo que las fuerzas armadas cometieron un error, pues ese error fue un golpe de Estado militar, el cual fue después confirmado por el Congreso nacional", apuntó el depuesto mandatario en declaraciones telefónicas. "Si sabían que los militares habían cometido un error, el Congreso nacional no podía destituirme, no tiene ninguna facultad para destituirme, lo que hubiera pedido era que regresara directamente a mi puesto como presidente y que pusiera mis abogados y me defendiera", añadió.
La llegada de Kelly coincidió con un pedido expreso del gobierno norteamericano: Micheletti debe dejar el poder a más tardar el 15 de enero, para que pueda cumplirse el acuerdo de Tegucigalpa-San José y se asegure una salida armónica a la crisis política. El pedido fue transmitido a las partes en conflicto por Kelly, quien se reunió anteayer con Lobo y con el depuesto Zelaya, mientras que ayer se entrevistó con Micheletti, según informaron medios locales.
Los esfuerzos del funcionario norteamericano no parecen haber rendido frutos. En declaraciones al programa Frente a Frente de Televicentro, el presidente de facto declaró que no renunciará a la presidencia porque "no hay argumento legal para hacerlo, siendo además una decisión que le compete al Congreso nacional". El actual gobernante sostuvo que fue el Poder Legislativo el que lo colocó en la silla presidencial y que esa decisión fue ratificada por el Congreso. "No voy cambiar porque venga alguien aquí a presionarnos, a menos que se haga un plebiscito y el pueblo hondureño diga lo contrario", sentenció.
Asimismo, el dictador dijo que no se dejará sobornar. "Estados Unidos desea que me retire el 15 de enero con la promesa de otorgar muchos millones de dólares de ayuda a Honduras. Sin embargo, Washington debe respetar la decisión soberana de nuestro pueblo", señaló.
A su vez, el presidente electo y líder del Partido Nacional, Porfirio Lobo, aseguró que la salida de Micheletti es indispensable para asegurar el reconocimiento de la comunidad internacional a su futuro mandato.
"Estados Unidos está allí, ellos tienen su posición de que se cumpla el Acuerdo Tegucigalpa-San José en su totalidad, ellos están con su posición de que no debe haber vencedores ni vencidos, que es lo más importante para Honduras, que la mesa esté limpia de lo que fue la conflictividad del 28 de junio", dijo ayer a Radio América. "Que el gobierno de facto decida lo que sea más conveniente al interés nacional y que demuestre el desprendimiento que Micheletti dice tener por Honduras", dijo Lobo.

7 [9] de enero de 2010
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1 comentario

claudio lisperguer -

En estas declaraciones dice Micheletti por primera vez algo sensato: que si quieren que se vaya antes del 15 de enero, "que se haga un plebiscito y el pueblo hondureño diga lo contrario". Si en lugar del golpe de estado se hubiese convocado a un plebiscito revocatorio sobre la continuidad del gobierno de Zelaya, hoy no se encontraría Honduras en la difícil situación en que se encuentra. Pero el presidente Zelaya no lo propuso. Y a los conspiradores obviamente no debe haberles convenido.
En este episodio en Honduras se vivió algo semejante a lo que ocurrió en Chile en septiembre de 1973: el Departamento de Estado adelantó la fecha del golpe cuando se enteraron de que el presidente Salvador Allende pensaba dirigirse a la ciudadanía para anunciar la convocatoria a un plebiscito revocatorio.

Por otro lado, las declaraciones del general Vázquez son absurdas: él recibió una orden de captura contra el presidente Zelaya, emitida por un juez de la Corte Suprema. Pero en Honduras, como en otros países, no compete a las fuerzas armadas la ejecución de labores policiales y, en segundo lugar, la orden de captura tenía como fin llevar al presidente a tribunales, no deportarlo a otro país. Según tempranas declaraciones de Zelaya, Vázquez le confesó el día del golpe que Micheletti le había dado órdenes de asesinarlo, lo que el general se negó a hacer por lealtad. Una comisión de la verdad es fundamental para aclarar este episodio.

Micheletti miente también en otro pasaje del golpe: dice que fue nombrado por el Congreso y que él no formó parte de ninguna conspiración. Esto es falso. Se sabe que el 25 de junio Roberto Micheletti escribió una urgente carta al general Vázquez recordándole "la misión a realizar el 28 de junio". Dice más adelante que "los hondureños que quieren cambiar nuestra constitución no merecen estar en este país" (en LibreRed http://www.librered.net/wordpress/?p=5148).