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reparaciones en ddhh son imprescriptibles


Declaran imprescriptibles reparaciones por derechos humanos. La sala constitucional ordenó al Estado pagar 260 millones de pesos a familiares del detenido desaparecido Washington Cid.
Santiago, Chile. "Así como los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles, lo son también las acciones reparatorias que surgen de tales delitos".
De esta forma, la tercera sala de la Corte Suprema -que analiza materias de índole constitucional y dirime conflictos indemnizatorios en contra del Estado- acogió la demanda presentada por la viuda de Washington Cid Urrutia en contra del fisco por el daño moral que significó la desaparición de su esposo -militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)- a contar del 8 de diciembre de 1974.
Este fallo es inédito, pues nunca antes esta sala del máximo tribunal había declarado que los delitos de lesa humanidad, como las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el régimen militar, son ilícitos que no prescriben con el tiempo y que, por lo tanto, las acciones compensatorias relativas a ellos tampoco perecen.
El ministro Haroldo Brito y los abogados integrantes Nelson Pozo y Maricruz Gómez, tras revertir el rechazo de la acción civil en segunda instancia, ordenó al Estado de Chile pagar 130 millones de pesos a la viuda, María Isabel Ortega Fuentes, y la misma suma al hijo del matrimonio, Ricardo Cid Ortega, sumando $260 millones como compensación económica.
La resolución contó con el voto en contra de los ministros Héctor Carreño y Pedro Pierry, quienes estaban por prescribir la demanda.
El fallo describe que "relativo al daño moral sufrido por los demandantes, sin duda, la detención y desaparecimiento del cónyuge y padre de uno de ellos sin poder recurrir al derecho básico de exigir el oportuno esclarecimiento del crimen a la justicia y sin siquiera poder tener hasta hoy el consuelo de saber el paradero de su ser querido (…) permite constatar la existencia del daño moral que se reclama y, apreciando los sentenciadores prudencialmente su monto".
El abogado de los beneficiaros, Nelson Caucoto, manifestó su satisfacción porque "a la larga con paciencia hemos ido logrando horadar una inmensa roca, que es la roca que no da lugar a las reparaciones", sentenció el jurista.

10 de abril de 2010
©la nación
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