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hallan muerto a chacal pinochetista


Indagan muerte de ex carabinero vinculado a causas de derechos humanos. El ex uniformado fue encontrado muerto en el Puente Cruces de Valdivia.
[A. Ch.] Valdivia, Chile. Con un impacto de bala en el tórax fue encontrado cerca de las 22 horas del martes, en el Puente Cruces de Valdivia, el ex suboficial de Carabineros Luis Enrique Jara Riquelme (75).
El uniformado (R) tenía antecedentes por los delitos de secuestro y homicidio calificado en una causa de derechos humanos, el caso Paine.
Su muerte está siendo investigada por el fiscal (S) de Valdivia Juan Pablo Lebedina, quien ya ordenó las primeras diligencias.
De hecho, hoy el Servicio Médico Legal (SML) entregaría el preinforme de autopsia que determinará la data de muerte y si tenía restos de pólvora en las manos, pues no se descarta que se tratara de un suicidio.
En tanto, el peritaje balístico quedó en manos del Laboratorio de Criminalística (Lacrim) mientras que la Brigada Investigadora de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones (PDI) levanta información sobre las circunstancia del deceso del ex funcionario policial.
Jara Riquelme tenía un hijo en la localidad de Máfil, cerca de Valdivia, pero su domicilio estaba en Santiago, donde otros familiares habían interpuesto el domingo pasado una denuncia por presunta desgracia ante Carabineros.
La causa quedó caratulada como "muerte y hallazgo de cadáver" pues aún no se determina si hubo acción de terceros o si el mismo suboficial se quitó la vida. El arma tampoco ha sido encontrada.

29 de julio de 2010
©la nación
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1 comentario

claudio lisperguer -

Empezando por no entender qué hace en la calle un procesado por secuestros y homicidios, su muerte no parece ser el resultado de un suicidio ni una ejecución por venganza. A los que se quiere eliminar definitivamente, usualmente se les dispara a la cabeza. Y es poco común suicidarse en la calle, aunque ocurre (en plazas públicas, por ejemplo, o en miradores). No se encontró en el lugar el arma que le causó la muerte, por lo que evidentemente es difícil pensar en un suicidio -el arma habría quedado cerca. Y es difícil imaginar que un arma de fuego junto al cadáver de alguien termine en las manos de un peatón -por razones obvias. Puede haber sido atacado por un cogotero, que ante la posible resistencia de la víctima, dispara de frente y huye, naturalmente, con el arma. O por un sicario. No huele para nada a venganza de amigos o familiares de sus víctimas.