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dictador estúpido y desmemoriado


Desde la cárcel, el dictador uruguayo Gregorio Álvarez afirmó que no se arrepiente de nada de lo hecho durante el gobierno de facto, apeló a la teoría de los dos demonios al considerar que en el país vecino hubo "un estado de guerra interno" y negó la existencia de desaparecidos.
Uruguay. En declaraciones publicadas hoy por el diario Últimas Noticias, Álvarez afirmó en una entrevista desde la cárcel que se siente un "preso convicto" y que no se arrepiente de nada. "Déjeme pensar de qué me puedo arrepentir. Que yo recuerde, de nada", declaró el hombre que gobernó el país durante cuatro años en la última etapa de la dictadura que se instauró en 1973, tras un golpe de Estado.
Álvarez está acusado de 37 homicidios y a sus 85 años de edad cree que se va a morir en la cárcel, aunque deslizó alguna esperanza de "reconciliación" al comentar los pronunciamientos que, en ese sentido, ha hecho el actual presidente del país, José Mujica. "Yo quiero colaborar con la paz de este país y por eso me mantengo callado. Lo que me importa es colaborar con la paz y la concordia", agregó Álvarez.
Aseguró que no tiene ninguna información sobre los casos de desaparición forzada ocurridos durante la dictadura, cuando fue un influyente jefe militar hasta acceder a la presidencia.
"Nunca protegí delitos vulgares. Aquí hubo un estado de guerra interno, no fue estado de guerra, pero hubo estado de guerra interno. La diferencia es que la guerra supone la oposición entre dos países y en la guerra interna no se reconoce en los oponentes la condición de Estado", dijo.
Según Álvarez "aquí se planteó la guerra interna por eso. O eso decían. Aquí se decretó la guerra interna mediante una serie de medidas que aprobó el parlamento democrático de la época para tratar de solucionar la situación que se vivía".
La periodista que lo entrevistó le recordó que tras ese "estado de guerra interno" "hubo torturas, secuestros, asesinatos y desaparecidos". "Usted estuvo en el más alto cargo, ¿cómo puede no tener información?", le preguntó. La respuesta de Álvarez fue breve: "¿Quién dice que hubo desaparecidos?" Y agregó: "Oí decir eso. Algo leí en la prensa".
El dictador se quejó de que le adjudicaron 37 muertos y que ha pedido pruebas y testigos "cuatro o cinco veces" pero no ha tenido respuestas. "Aparte, cuando desaparecieron esos 37 yo no estaba en Montevideo ni tenía mando, yo estaba en Minas, al frente de la División Ejército IV y sin embargo, me los adjudicaron", dijo, en su defensa. La periodista destacó hoy en declaraciones radiales que en esta respuesta Álvarez reconoce tácitamente la existencia de desaparecidos.
30 de noviembre de 2010
29 de noviembre de 2010
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