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guerrillero de utilería


Los pretendidos subversivos (reclutados realmente en zonas pobres de Bogotá y otras ciudades) vestían uniformes nuevos, aunque decían que venían marchando desde agrestes parajes del Tolima.
[Daniel Coronell] Colombia. Raúl Agudelo Medina, Alias ’Olivo Saldaña’, fue un fraude desde el comienzo. Nunca tuvo el mando que quisieron atribuirle. No es el fiero cabecilla de las Farc que han pintado. Fue, en cambio, un extorsionista y jefe de finanzas que escapó de la guerrilla en diciembre del año 2003 con 10.000 millones de pesos.
Debió sentir un gran alivio cuando la Policía lo encontró primero que sus antiguos camaradas. Lo cogieron en el centro de Pereira, pero la plata no ha aparecido. De acuerdo con los reportes de la época Olivo Saldaña venía amasando una fortuna -incluso antes de su millonaria deserción- y se quedó con el 10 por ciento de todas las extorsiones.
Este emprendedor del crimen identificó un nuevo negocio desde la cárcel.
Como el gobierno quería sazonar con desmovilizaciones guerrilleras el cuestionado proceso de paz con narcos y paramilitares, Olivo Saldaña se encargó de crear estructuras guerrilleras falsas, caracterizarlas y desmovilizarlas.
El primero se llamó el ’Frente de Milicias Urbanas Norma Patricia Galeano’. El teatral acto de entrega de unos encapuchados vistiendo camisetas del Che Guevara resultó tan celebrado que se les olvidó contar que el "comandante" de los "desmovilizados" llevaba dos años preso.
Quedaron tan contentos con la función que quisieron repetirla ampliada. En marzo de 2006, el comisionado Luis Carlos Restrepo determinó que Olivo sería "miembro representante de las Farc". Con apoyo del Estado, Olivo Saldaña fue al Tolima y armó una verosímil comparsa que bautizó ’Compañía Cacica La Gaitana’.
De acuerdo con los testimonios que están en poder de la justicia, tuvieron otro patrocinador. Se trata del narcotraficante Hugo Alberto Rojas Yepes, que habría dado 2.000 millones de pesos para el montaje.
En documentos oficiales consta que un tiempo después, Rojas Yepes trató de impugnar su extradición alegando que tenía compromisos con la oficina del alto comisionado de Paz, era miembro del ’Frente Cacica La Gaitana’ y había liderado -junto con Olivo- su desmovilización. (Ver documento)
Es cierto, les fallaron algunos detalles de ambientación. Los pretendidos subversivos (reclutados realmente en zonas pobres de Bogotá y de otras ciudades) vestían uniformes nuevos, aunque decían que venían marchando desde agrestes parajes del Tolima. Apenas unos días antes habían aprendido a hacer formaciones militares. Varios de los recipientes en los que supuestamente cocinaban brillaban como si acabaran de salir del almacén. (Ver video)
El cabecilla del grupo lucía una cuidada melena agarrada en colita de caballo debajo de una boina roja. Las uñas arregladas llamaron la atención de algunos, pero aún más el alias de guerra que invocó: ’Biófilo’.
El de la cola aseguró en la desmovilización que la ’Cacica La Gaitana’ estaba recién conformada y tenía apenas dos o tres meses de antigüedad. Pero Olivo aseguraba que el grupo funcionaba hace seis o siete años. (Ver video)
Un reportero agudo le preguntó al altísimo comisionado por la contradicción, y él respondió: "Hombre, destaquemos lo positivo".
Pasado un tiempo, se vino a saber que varios de los fusiles que llevaban resultaron ser tallas en madera. (Ver documento) Tan falsas como el avión que ofrecieron entregar a pesar de que había sido decomisado dos años antes en Sucre.
A pesar de las evidentes inconsistencias, Olivo Saldaña se convirtió en testigo estrella para perseguir a algunos opositores del gobierno, señalándolos como presuntos vínculos con las Farc.
Esos procesos han venido cayendo como las historias del guerrillero de utilería.
La Fiscalía cree que Olivo no actuó solo en el montaje. Esta semana La FM reveló que por estos hechos serán investigados el excomisionado de Paz Luis Carlos Restrepo, el general Lelio Suárez Tocarruncho, el coronel Jaime Joaquín Ariza y el extraditado Hugo Alberto Rojas Yepes.
9 de marzo de 2011
26 de febrero de 2011
©semana

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