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demente y paranoico


"Breivik se cree un guerrero".
[Tony Paterson y Jerome Taylor] Oslo. Noruega. El asesino autoconfeso Anders Breivik probablemente sea demente y se ve a sí mismo como un guerrero heroico que ha lanzado una guerra que está destinada a durar por lo menos 60 años, dijo su abogado ayer. Las perturbadoras revelaciones sobre el granjero de 32 años de edad, quien mató a 76 personas en dos atentados con bomba y disparos el viernes, llegó cuando los fiscales decían que pensaban acusarlo de crímenes contra la humanidad para asegurarse de que pasara el máximo de tiempo en prisión.
A medida que surgían nuevos detalles sobre el estado mental del asesino, ayer la policía dio a conocer oficialmente los primeros cuatro nombres de aquellos muertos (foto). Los medios noruegos ya nombraron a unas 33 víctimas en los últimos cinco días. Geir Lippestad, su abogado, dio ayer un relato gráfico del estado mental de Breivik y dijo que la mayor parte de la evidencia que presentó hasta ahora sugiere que está demente. "Es una persona muy fría", dijo Lippestad en una entrevista con periodistas. "Hasta ahora, todo el caso indica que es demente, aunque los informes médicos deben confirmar esto."
El abogado dijo que Breivik parecía sufrir de delirios paranoicos y le había dicho que creía que sería torturado mientras estuviera detenido por la policía noruega. Dijo que había tomado drogas antes de llevar a cabo la masacre para poder mantener la calma. Las fotografías de Breivik de cuando iba a enfrentarse con el juez para un interrogatorio preliminar el lunes lo mostraba casi sonriendo con satisfacción, mientras era conducido en un patrullero.
Lippestad dijo que su extraña reacción era porque Breivik pensaba que estaba en una misión. "Se ve a sí mismo como un guerrero y está orgulloso de eso. Piensa que comenzó una guerra que durará por lo menos 60 años", les dijo a los periodistas. "No sólo odia al Partido Laborista; odia a cualquiera que sea democrático, al mundo occidental y a todo aquel que no sea extremista." Actualmente acusado de cometer actos de terrorismo, Breivik podría enfrentarse a un máximo de 21 años en prisión si es condenado. Pero Christian Hatlo, el fiscal estatal, dijo que la fiscalía trataría de acusar a Breivik por crímenes contra la humanidad, a los que le corresponden un máximo de 30 años.
El delito fue reconocido por la ley noruega recién en 2008 e incluye la persecución de individuos por sus creencias políticas. Hatlo dijo que el cargo podría aplicarse a Breivik, ya que la mayoría de sus víctimas eran miembros de la organización juvenil del Partido Laborista noruego. Breivik afirmó durante el interrogatorio policial que había elegido al Partido Laborista porque es una organización que promovía el multiculturalismo y la tolerancia religiosa que él detestaba tan virulentamente. El lunes confesó haber cometido la masacre en el campo en la isla de Utoya, pero se declaró inocente, afirmando que había actuado para salvar a Europa de la "dominación musulmana". Breivik pidió tener acceso a Internet para poder revisar su manifiesto de 1518 páginas, según los medios noruegos, pero el pedido le fue negado. También le preguntó a su abogado a cuánta gente había matado, pero Lippestad declinó contestarle.
Breivik le dijo también a su abogado que había otras dos células que debían llevar a cabo ataques similares en Noruega y otras en el resto de Europa.
[Traducción de Celita Doyhambéhère.]
©the independent
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