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castigo merecido, necesario e insuficiente


columna de lísperguer
Organizaciones de prensa sudamericanas protestan fallo contra periodista ecuatoriano que difamó al presidente Correa.

No me parece que este fallo atente contra la libertad de expresión ni creo que se pueda interpretar como una amenaza encubierta. Tampoco me parece que el castigo sea desproporcionado. Sin base alguna, el autor escribió y publicó en el diario en los momentos mismos en que un grupo de oficiales retenía al presidente Correa, que este había ordenado "abrir fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles y gente inocente." La descripción no solamente era falsa, sino sobre todo tenía evidentemente la intención de provocar una reacción que, dada la situación, es difícil creer que pueda haber sido otra cosa que un llamado a su asesinato.
Este caso recuerda también la conspiración venezolana de abril de 2002, que fue denunciada por un periodista de CNN, que asistió a la rueda de prensa de la recién formada junta de gobierno en la que el nuevo gobernante anunció la muerte de varios manifestantes antichavistas antes de que ocurriera la masacre -que ocurrió después efectivamente, pero que fue cometida por orden del nuevo jefe de estado para acusar del hecho al presidente Chávez y justificar el golpe y su asesinato.
Y también recuerda a El Mercurio, que en 1970 atribuyó el asesinato del general Schneider a una organización de extrema izquierda con la intención de justificar un levantamiento contra el candidato Allende, que aún no asumía. Y no hace mucho, en 2007, por ejemplo, con ocasión de la manifestación nocturna del 11 de septiembre, en la que murió un carabinero, publicó con enervante falsedad que había sido asesinado por militantes del Partido Comunista.
Estas intervenciones periodísticas tenían todas el claro propósito de provocar reacciones violentas para interrumpir y desviar el curso de decisiones tomadas democráticamente por las sociedades en cuestión, y son derechamente inaceptables, quizás no en una novela, pero obviamente en un medio de comunicación.
lísperguer


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