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murió john stott


Influyente predicador anglicano.
[Elaine Woo] El Reverendo John Stott no llenaba estadios como su gran amigo Billy Graham, ni bendecía la toma de posesión presidencial, como hizo el pastor Rick Warren para Barack Obama. Sin embargo, era uno de los grandes del mundo evangélico, quizás el predicador más influyente del que haya oído hablar la gente.
Simple, pero erudito, el pastor anglicano que murió el miércoles en Surrey, Inglaterra, a los noventa años, después de varios meses de achaques, escribió cincuenta libros, incluyendo el clásico de 1958, ‘Cristianismo básico’ [Basic Christianity], del que se vendieron más de dos y medio millones de ejemplares. Las regalías del libro permitieron crear la Langham Partnership International, una organización sin fines de lucro que fundó y que forma a ministros en cien países. También fue el principal autor del Pacto de Lausana, una declaración que inició el movimiento evangelista global.
Cuando la revista Time lo definió en 2005 omo una de las cien personas más influyentes del mundo, Graham, que, como Warren, veneraba a Stott como su mentor, explicó por qué el amable inglés merecía el honor.
"No hay nadie que haya sido tan eficaz a la hora de introducir a tantas personas a la cosmovisión bíblica", dijo Graham. Consideraba el trabajo de Stott como un "factor significativo del explosivo crecimiento del cristianismo en partes del Tercer Mundo", lo que Stott prefería llamar el Mundo Mayoritario.
"Era un evangélico muy tolerante", dijo Richard J. Mouw, presidente del Seminario Teológico Fuller en Pasadena, que albergó a Stott en varias ocasiones. "Era el tipo de persona que quería reunir a las diferentes facciones y enfatizaba lo que tenían en común."
Stott creía que el evangelismo no era la única misión de los cristianos, una posición que era criticada por algunos evangélicos. Instaba a los cristianos no sólo a difundir los evangelios sino también a actuar de acuerdo a las enseñanzas de la Biblia, tratando de reparar la injusticia social en el planeta. Escribió y predicó sobre el cambio climático, la deuda global y otros apremiantes problemas a los que hace frente la sociedad contemporánea. En la Langham Partnership formaba a predicadores, construía bibliotecas y ayudaba a trescientos pastores provenientes de países pobres a doctorarse en estudios bíblicos -que luego volvían a sus países y se convertían en líderes evangélicos, tales como un egresado nepalés que inició un seminario en Katmandu.
"El evangelismo y la acción social eran parte del ministerio de Jesús", dijo Stott al Registro del condado de Orange en 1998. "Así que deben formar parte de nuestro ministerio."
Algunos teólogos liberales encontraron inconsistente con su compromiso con la justicia social su rechazo del aborto y de la homosexualidad y su apoyo a la pena de muerte, pero Stott enfatizaba la autoridad de la Biblia. Para esos críticos citaba a veces a G.K. Chesterton, que dijo que "el propósito de abrir la mente, así como el de abrir la boca, es volver a cerrarla con algo sólido."

Nacido en Londres el 27 de abril de 1921, Stott era hijo de un médico agnóstico y una madre que fue criada como luterana. Asistía a la Iglesia de Todos los Santos, una parroquia anglicana en Langham Place en el casco histórico de Londres donde, de niño, se divertía dejando caer, desde el balcón, fajos de papeles sobre los sombreros de las señoras abajo. Dos décadas después, el graduado del Trinity College se convirtió en vicario asistente de Todos los Santos. Tenía sólo 29 años cuando el Rey Jorge VI, como vicario de la Iglesia de Inglaterra, lo nombró rector en 1950. Mantuvo el cargo durante veinticinco años.
Sus vibrantes sermones atrajeron a numerosos nuevos miembros, tantos que se dice que empezó a sugerir otras parroquias a los recién llegados. Durante las siguientes décadas, fieles embelesados lo seguían para oírlo donde quiera que hablara.
"No era Billy Graham", dijo Mouw, pero exudaba sabiduría. Era capaz de tratar temas difíciles y hacerlos simples para la gente que no está sintonizada con los debates intelectuales de alto nivel. Sin embargo, era respetado por los académicos. Era una de esas figuras que actuaban como puente."
Cuando Stott empezó a predicar, los evangelistas de la Iglesia de Inglaterra eran, recordó a Christianity Today en 2006, "una minoría rechazada y despreciada." Su lúcida exposición de las Escrituras en libros como ‘Cristianismo básico’, ‘La cruz de Cristo’ [The Cross of Christ] y ‘Cuestiones que enfrentan hoy en día los cristianos’ [Issues Facing Christians Today] ayudaron a orientar el resurgimiento del evangelismo en Gran Bretaña.
Se convirtió en un fenómeno global en el Congreso Internacional de Evangelización Mundial, convocado por Graham en Lausana, Suiza, en 1974. Con dos mil setecientos participantes de ciento cincuenta países, la mitad de los cuales del mundo en desarrollo, fue una reunión sin precedentes, "posiblemente el encuentro cristiano de más amplio alcance en la historia", informó el Time.
El Pacto de Lausana expresó la visión de Stott como una reforma evangélica que debía actuar en un mundo amenazado por la pobreza y otros males. "Si realmente amas a tu vecino", dijo en el discurso inaugural, "sin duda alguna que debes contarle las buenas nuevas de Jesús. Pero al mismo tiempo, si realmente amamos a nuestro vecino, no podemos quedarnos en eso."
Stott, que no se casó nunca, era conocido como un apasionado observador de aves.
También fue famoso por su estilo de vida sencillo. Durante tres meses cada año de los últimos cincuenta, cuando no se encontraba en su departamento en Londres se retiraba a un pequeño villorrio en Gales donde escribió sus libros bajo el foco de una linterna. No fue sino hace unos años que instalaron electricidad en ese lugar, contra sus protestas.
9 de agosto de 2011
31 de julio de 2011
©los angeles times

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