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la tercerización de refugios animales


Servicios Animales es un servicio básico de la ciudad, y Los Angeles lo brinda razonablemente bien. Pero los recursos son tales que un refugio no abrirá sus puertas a menos a un operador privado se encargue de ello. Editorial de Los Angeles Times.
California, Estados Unidos. Mientras el dinero aflige los recursos de la ciudad, funcionarios de Los Angeles han estado participando en una permanente e importante discusión: ¿Cuáles son las responsabilidades que el ayuntamiento maneja mejor él mismo? ¿Y cuáles son las que el ayuntamiento puede y debería encargar a terceros? Algunas son obvias: el ayuntamiento debe administrar su propio departamento de policía, por ejemplo. Pero otras responsabilidades no son tan obvias.
La última en ser sometida a escrutinio es la gestión de los refugios animales. Hay seis en toda la ciudad que están abiertos al público y que aceptan y dan en adopción a miles de animales perdidos y no deseados. Es el séptimo refugio -en el área del Northeast Valley en Mission Hills- el que está siendo el niño problemático de la ciudad. Construido para ser un refugio totalmente operacional, no ha estado nunca abierto al público. En los tres años que han pasado desde que inició sus operaciones ha albergado a animales enfermos y perros retenidos por razones jurídicas -implicados en casos judiciales.
A principios de año, el ayuntamiento envió una ‘Petición de Información’ buscando a un contratista sin fines de lucro que gestionara el recinto. De acuerdo a funcionarios del ayuntamiento, la respetada organización nacional Best Friends Animal Society fue la única que respondió. El funcionario administrativo de la ciudad, así como funcionarios del Departamento de Servicios Animales de Los Angeles, recomendaron que la organización fuera elegida.
En el contexto de urgencia del ayuntamiento para discernir entre sus competencias básicas y sus operaciones más dispensables, esta propuesta es engañosa. Servicios Animales es un servicio básico del ayuntamiento y Los Angeles lo lleva razonablemente bien, lo que habla a favor de mantener la operación como parte del gobierno de la ciudad. Pero los recursos son tales que este refugio no abrirá sus puertas al público a menos que un operador privado se encargue del servicio.
La idea ha sido criticada por los que dicen que Best Friends fue elegida de manera poco transparente y sin gran participación de la comunidad. Los partidarios de la idea, incluyendo a la directora general de L.A. Animal Services, Brenda Barnette, alegan que el acuerdo representa la mejor posibilidad, que es también la más eficiente desde el punto de vista de los costes, para que el refugio de Mission Hills abra sus puertas al público por primera vez. Barnette y otros funcionarios calculan que si el ayuntamiento administra él mismo el refugio, costaría unos 3.3 millones de dólares al año.
Esa es una razón suficiente para intentarlo. Se espera que el Consejo del Ayuntamiento vote el martes y el acuerdo propuesto por Best Friends ofrece una oportunidad para que el ayuntamiento experimente con un nuevo modelo de asociación pública-privada para entregar un servicio que la ciudad realiza bien pero que, en estos tiempos difíciles, podría necesitar encargarlo a terceros. Si el consejo aprueba el acuerdo, lo que se espera que ocurra, debería comprometer al ayuntamiento a evaluar el éxito de esta aproximación y determinar su aplicabilidad futura. Si el acuerdo funciona a satisfacción del ayuntamiento, podría señalar la ruta para futuras oportunidades de cooperaciones semejantes; si no, el ayuntamiento debe estar preparado para olvidarlo.
9 de septiembre de 2011
16 de agosto de 2011
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer

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