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peleteros rechazan prohibición


Fría recepción entre peleteros de prohibición de la venta de pieles animales. La prohibición entra en vigor recién en 2013.
[Ian Lovett] La piel está en todas partes en el tramo de alta costura de la Avenida Melrose. Reviste con chaquetas los maniquíes en John Varvatos, pende de bufandas en los escaparates de Kitson, y cuelga de las perchas en Maxfield. Incuso en un día de noviembre con 23 grados Celcius, aquí sigue siendo la temporada de las pieles.
Y en la última semana, estos ostentosos escaparates se han convertido en algo parecido a una declaración política, un símbolo de la resistencia contra una ordenanza que fue aprobada el 21 de noviembre y que convirtió a esta ciudad en la primera del país en prohibir la venta de ropa de piel.
Mientras las boutiques se preparan aquí para cuando entre el vigor la prohibición en septiembre de 2013, la Avenida Melrose puede ofrecer una temprana imagen del futuro de la piel en la industria de la moda: incluso mientras los animalistas declaran victoria, los diseñadores y dueños de tiendas han reiterado su compromiso a preservar el lugar de la piel en la alta costura, advirtiendo que los tenderos simplemente retirarán sus negocios de West Hollywood.
"Queremos empezar un diálogo sobre si queremos vivir en un mundo donde criamos animales para matarlos solamente por la moda", dijo John D’Amico, el concejal de West Hollywood que patrocinó la prohibición de la piel, que fue aprobada por 3 a 1 en el Concejo Municipal. "Esa declaración en la moda se puede alcanzar con otros materiales que no exigen la crueldad sistemática contra los animales".
West Hollywood ha estado en la vanguardia de los derechos animales antes, incluyendo la prohibición de la extracción de las garras de los gatos que ha generado leyes similares en otras ciudades. Lindsay Rajt, portavoz de People for the Ethical Treatment of Animals, dijo que esperaba que la prohibición de la piel animales iniciara también una tendencia.
Rajt saludó la prohibición de la piel como un signo de que la industria de la moda se está alejando de la piel, observando que marcas importantes como Calvin Klein y Ralph Lauren ya han prohibido la piel en sus colecciones.
"En estos días, la piel no está de moda entre la mayoría de los diseñadores", dijo. "Creo que West Hollywood está sentando un tremendo ejemplo para otras ciudades".
Pero esta ciudad, un popular centro de reunión de celebridades, también tiene conciencia de la imagen. Y los tenderos advirtieron que la prohibición podría tener un efecto devastador en la industria de la moda en West Hollywood, que sólo en los últimos años ha empezado a atraer a grandes diseñadores.
En las boutiques de Avenida Melrose, los vendedores se rieron de la idea de que la piel ya no estaba de moda. Uno llamó "ridícula" la prohibición, otro dijo que era "super fastidioso". Lejos de empezar a retirar los artículos de piel de las estanterías, los dueños de tiendas están empezando a marcharse de la ciudad.
Lindsay Lebby, directora de Arcade, una boutique con sólo una tienda, dijo que la piel era esencial para la competitividad de su tienda, y que consideraría una nueva dirección cuando terminara su contrato de alquiler en marzo. Los propietarios de la tienda John Varvatos han expresado una intención similar de mudarse.
"La piel no siquiera es una tendencia. Es clásica. Ha estado aquí desde que empezó la industria de la moda", dijo. "Si los clientes de West Hollywood no compraran piel, las tiendas no la tendrían en existencia. Vendemos piel porque los clientes la piden".
Cary Fetman, diseñador de vestuario, dijo que ha gastado cientos de miles de dólares en la Avenida Melrose en los últimos años, haciendo las compras para celebridades como Joan Rivers (una fanática de las pieles). Algunos de sus clientes se niegan a llevar piel, dijo, pero si no puede encontrar piel aquí, simplemente irá al Boulevard Robertson (Los Angeles) o al Rodeo Drive (Beverly Hills), donde podía encontrar las colecciones enteras de los diseñadores.
"Me niego a comprar donde tenga que pensar si acaso me estoy perdiendo algo", dijo. "El punto de ir a estas boutiques es que yo sé que presentan toda la línea de una persona".
Aunque la prohibición no entrará en vigor sino en dos años, algunos de los detallistas en la ciudad esperan poder revertir esa ordenanza antes de que se implemente. El Consejo Norteamericano de Información Peletera [Fur Information Council of America], una asociación profesional de la industria de la piel con sede en West Hollywood, está planeado entablar una querella contra el ayuntamiento.
Sin embargo, la prohibición de West Hollywood refleja lo mucho que han cambiado las opiniones sobre la piel en las últimas décadas. Protestas contra el uso de pieles animales, con letreros que muestran a animales peludos y aterrorizados, han ayudado a que la opinión pública se vuelque contra las pieles, mientras otros productos animales, como el cuero, siguen siendo ampliamente utilizados. El cuero, así como la piel usada en los muebles y en ropa clásica, seguirá siendo legal aquí.
Varios clientes que buscaban pieles se negaron a hablar por temor a represalias de los activistas por los derechos animales.
"Tengo dudas de decirlo abiertamente, porque sé que no es una opinión popular", dijo Triana Gamaza, 36, residente de Los Angeles que posee varios abrigos de piel. "Lo que no me gusta es el hecho de que ahora me digan que puedo o no puedo comprar. Quizás después no voy a poder comprar cuero. Luego que no puedo comprar carne roja".
(Rajt dijo que su organización -PETA-no practica ni endorsa la agresión contra personas que usan piel. "Es mucho más efectivo tocar a una mujer en el hombro y decirle que es demasiado amorosa como para estar llevando la piel de un animal maltratado, que empaparla con pintura roja", dijo.)
La mayoría de los clientes en West Hollywood durante el fin de semana de Acción de Gracias, sin embargo, apoya la prohibición.
"Creo que es fantástica", dijo Una Malan, 36, una vecina de West Hollywood que nunca ha tenido un abrigo de piel. "Creo que si la gente estuviera realmente consciente, muchos dejarían de llevar pieles".
Lauren Frenkel, 31, trabaja en la industria de la moda y posee varios abrigos de piel, pero está de acuerdo en que la prohibición llamará la atención sobre el tema de la producción de pieles.
"Es bueno, porque así la gente abrirá los ojos", dijo Frenkel. "Es una declaración social. Si la gente se entera sobre las pieles, entonces quizás dejen de comprar, y esto los hace pensar sobre esto".
Dijo que quería aprender más sobre cómo se hacían los abrigos. Pero no descartaba comprar uno en el futuro. "Si no puedo comprar en West Hollywood, simplemente iré a comprar a otra parte".
2 de diciembre de 2011
30 de noviembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

victoria para el oso pardo


Justicia resolvió que el oso pardo fue retirado prematuramente de la lista de animales en peligro de extinción. Editorial NYT.
Gracias al fallo de una corte de apelaciones federal la semana pasada, los osos pardos continuarán disfrutando de protección como especie en peligro de extinción en las Montañas Rocosas. La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos resolvió ayer que el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre no sólo actuó prematuramente cuando sacó al oso de la lista de especies en peligro de extinción en 2007, sino además ignoró amenazas claramente documentadas al suministro de alimentos del animal -de hecho, poniendo a la política por delante de la ciencia.
La base del hábitat de los osos y una importante fuente de su alimento -los bosques de pino de corteza blanca- ha sido devastada por el cambio climático. Históricamente, los inviernos duros protegían a estos bosques de las infestaciones del escarabajo de corteza de pino. Pero el escarabajo ha prosperado a medida que se hacen más cálidos los inviernos, terminando con cientos de miles de hectáreas del pino de corteza blanca. La corte reconoció explícitamente el rol del cambio climático en la destrucción de estos bosques.
El argumento del Servicio de Pesca y Fauna Silvestre ha sido que los osos están sobreviviendo bien (y presumiblemente seguirán haciéndolo) incluso sin las semillas de pino de los pinos de corteza blanca. La corte lo rechazó, alegando que la agencia había ignorado una bien establecida relación entre "la disponibilidad reducida de semilla de pino de corteza blanca, mortalidad aumentada de los osos pardos y reproducción reducida de los osos pardos".
Las protecciones federales han permitido que la población del oso pardo en la región de Yellowstone se triplique para llegar a unos seiscientos animales en los últimos 35 años. Pero, en vistas de una provisión reducida de alimentos, dijo la corte, ahora no era el momento de retirarlo de la lista.
Lo que parece estar orientando los cálculos de la agencia es la constante hostilidad de ganaderos y cazadores a la protección de depredadores como los lobos y los osos pardos. Razón adicional por la que debemos asegurarnos de que el oso siga en la lista de especies en peligro de extinción.
2 de diciembre de 2011
28 de noviembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

menos chimpancés en laboratorios


Pueden ser sus últimos días en laboratorios.
<[James Gorman] Nueva Iberia, Luisiana, Estados Unidos. En una jaula exterior en forma de domo, una docena de chimpancés están ululando. Se les han erizado los pelos del lomo. "Eso es pilo-erección", un indicio de excitación emocional, dice la doctora Dana Hasselschwert, directora de ciencias veterinarias del Centro de Investigación Nueva Iberia. Le aconseja a un visitante guardar las distancias. Cuando se excitan, los chimpancés suelen arrojar piedrecitas, o algo peor
La similitud de chimpancés y humanos los hace valiosos para la investigación, e inspira, al mismo tiempo, una intensa simpatía. Para los científicos de laboratorio, son como la mejor oportunidad para curar enfermedades terribles. Pero para muchas otras personas, son como parientes tras las rejas.
La investigación biomédica de los chimpancés ayudó a producir una vacuna para la hepatitis B, y se está preparando otra para la hepatitis C, que infecta a ciento setenta millones de personas en todo el mundo, aunque ha habido una persistente oposición a la investigación por considerarla cruel e innecesaria. Ahora, debido a una mayor presión de las organizaciones activistas, la decisión de parar esa investigación en Estados Unidos podría ser tomada dentro de un año. Tal como están las cosas, Estados Unidos es uno de los dos países que realiza investigación invasiva en chimpancés. El otro es Gabón, un país centro-africano.
"Este es un momento diferente a todos los anteriores", dijo Wayne Pacelle, presidente y director ejecutivo de la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos.
John VandeBerg, director del Centro Nacional de Investigación sobre Primates -Sudoeste en San Antonio, uno de los seis laboratorios que utilizan chimpancés, admitió que este es un "momento crucial". Cualquiera de varios intentos de sus opositores "podría ser la causa de la paralización de toda investigación médica con chimpancés", dijo.
La Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos y otras organizaciones llevaron a los Institutos Nacionales de Salud a encargar un informe sobre la utilidad de los chimpancés en la investigación, que debe ser entregado este año. La sociedad también se unió con el Instituto Jane Goodall, la Sociedad Conservacionista de Flora y Fauna y otras organizaciones para pedir al Servicio Federal de Pesca y Fauna Silvestre que declare en peligro de extinción a los chimpancés cautivos, como han sido declarados los chimpancés silvestres, blindándolos con nuevas protecciones. La decisión se dará a conocer este septiembre.
Además, la Ley de Protección de los Grandes Simios y de Ahorro de Costes, ahora en el Congreso, prohibiría la investigación invasiva en todos los grandes monos (incluyendo bonobos, gorilas y orangutanes). El representante Roscoe Bartlett, un republicano de Maryland y uno de los patrocinadores del proyecto de ley, dice que ahorraría a los contribuyentes treinta millones de dólares al año gastados en chimpancés de propiedad del fisco.
Pacelle dice que la investigación invasiva en chimpancés es cara, que hay alternativas y que los chimpancés en estudios de investigación son sometidos a dolorosos procedimientos y aislamiento. "Esta es una especie en peligro de extinción que genéticamente está más cerca que cualquiera otra", dijo. "Y no deberíamos abusar de nuestro poder".
VandeBerg, por otro lado, dice que detener la investigación con chimpancés sería poner en peligro vidas humanas.
"Toda reducción de la tasa de desarrollo de fármacos para estas enfermedades resultará en la muerte de miles, realmente de millones de personas, porque podría provocar años de retraso", dijo.
Si no se pueden salvar vidas humanas, dijo VandeBerg, "sería bastante poco ético no hacer la investigación" en chimpancés.
Hay mil chimpancés en centros de investigación en Estados Unidos, incluyendo el Centro de Investigación Nueva Iberia. El centro, parte de la Universidad de Luisiana en Lafayette, ocupa cuarenta hectáreas en el corazón del país cajún, a unos 209 kilómetros al oeste de Nueva Orleans. Alberga a 360 chimpancés, 240 de los cuales pertenecen a la universidad y 120 al N.I.H., y más de seis mil primates más, la mayor parte de ellos macacos. En el pasado el centro fue acusado de maltratar a los chimpancés y de haber violado algunas normas básicas de cuidado animal, pese a haberse superado, de acuerdo a las inspecciones del Departamento de Agricultura. La última, en julio, constató que algunos animales pudieron recibir fármacos vencidos.
En una visita reciente, algunos de los chimpancés estaban en domos geodésicos de diez metros de diámetro, algunos en jaulas exteriores más pequeñas, y algunos, menos de diez entonces, dijo el doctor Thomas J. Rowell, director del centro, estaban en estudios activos y mantenidos en jaulas en interiores de cerca de 1.82 metros por 2.13 metros de alto, un chimpancé por jaula. Los procedimientos físicos implicados en el estudio, dijo, incluían inyecciones, muestras de sangre y biopsias de hígado, esto último hecho con sedantes.
Muchos estudios duran sólo un par de días, dijo Rowell, pero algunos son más largos. Un estudio que será concluido dentro de poco, se ha prolongado por cuatro meses. Defendió apasionadamente el tratamiento dado por el centro a los chimpancés, enfatizando el cuidado veterinario y los esfuerzos por enriquecer la vida de los chimpancés con ambientes más interesantes.
El uso de chimpancés cautivos para ser usados en la investigación médica se remonta en este país a los años veinte, cuando Robert Yerkes, profesor de psicología en Yale, empezó a importarlos en el país. En los años cincuenta, la Fuerza Aérea empezó a criar chimpancés para el programa espacial, empezando con 65 que fueron capturados en la selva. Los chimpancés también fueron criados para la investigación sobre el SIDA en los años ochenta. A mediados de los setenta, el apoyo a la conservación de las especies en peligro de extinción había crecido y la importación de chimpancés capturados en estado silvestre fue prohibida. En 2000, se aprobó una ley federal que exige que el gobierno provea para el retiro de los chimpancés que posee después de que su uso en experimentos hubiese terminado y el Chimp Haven abrió sus puertas cerca de Shreveport, Luisiana, para ocuparse de esos y otros chimpancés.
Fue un intento de traer a algunos chimpancés semi-jubilados en la Alamogordo Primate Facility en Nuevo México de vuelta en la investigación, lo que provocó parte del creciente surgimiento de la oposición. El N.I.H. quería trasladar los cerca de doscientos chimpancés que poseía en Alamogordo al centro de San Antonio, que es parte del Instituto de Investigación Bio-Médica de Tejas. La Sociedad Protectora de Animales ejerció presión para impedirlo, y el N.I.H. cedió, pidiendo al Instituto de Medicina, una junta asesora, un informe sobre los chimpancés en experimentos este año.
Chimp Haven, un potencial destino de retiro, tiene ahora 132 chimpancés en ochenta hectáreas de pinares. Los chimpancés viven en una variedad de jaulas y cercados, incluyendo patios con murallas de cemento de cerca de unas 0.40 hectáreas, abiertos al cielo, y dos hábitat forestados, en 1.6 metros y el otro en 2.02 metros, rodeados por un foso y vallas. Pero los chimpancés de los centros de investigación podrían no ser trasladados a ningún lugar, incluso si se detiene la investigación. Simplemente podrían quedarse donde están, exentos de estudios invasivos.
Cualquiera sea la decisión, investigadores y activistas animalistas saben que los chimpancés son sólo una pequeña parte de la investigación animal, una parte de un debate más amplio.
Kathleen Conlee, directora de temas de la investigación animal de la Sociedad Protectora de Animales, dice que la actual discusión sobre los chimpancés indica el camino hacia el futuro. "Esto", dijo, "es el tipo de riguroso análisis que deberíamos aplicar a toda la investigación animal".
24 de noviembre de 2011
14 de noviembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

aprendiendo a convivir con los lobos


La reintroducción del lobo gris en los estados de Wyoming y Montana irrita a los ganaderos. Pero la única solución es que se adapten.
[Leslie Kaufman] Jackson, Montana, Estados Unidos. Como ranchero de cuarta generación, Dean B. Peterson tiene una complicada relación con los lobos. En los años ochenta del siglo diecinueve, los lobos cazaban el ganado de la familia después de que sus tatarabuelos llegaran como colonos al río Big Hole.  Como resultado de trampas y venenos, para los años treinta del siglo veinte los lobos estaban casi extintos. Para cuando nació Peterson en los años sesenta, las trampas habían sido remplazadas por nostálgicas historias sobre lo listos que eran los lobos.
De niño, le excitaba el avistamiento de algún lobo y el ocasional aullido nocturno. Pero como adulto, si observaba un repunte de la población de lobos grises, no dudaba en dispararles si pasaban pasar por detrás del gimnasio de su hijo en el bosque en dirección al corral del ganado.
"No me desagradan ni odio a los animales", dijo Peterson, que define a los lobos como "una especie irreal creada por Dios".
En lugar de eso, rechaza a los conservacionistas que a mediados de los años noventa ejercieron presión sobre el gobierno federal para reintroducir al lobo gris en las Montañas Rocosas septentrionales. Esa decisión nos la metieron en la garganta "con una chupona", dijo.
Sin embargo, la dinámica entre rancheros y conservacionistas ha empezado a cambiar, y Peterson se asombra de verse a sí mismo como un reticente mediador.
El punto de inflexión ocurrió a principios de año cuando los legisladores de algunos estados occidentales empezaron a exigir que el gobierno sacara al lobo gris de la lista de especies en peligro de extinción y cediera el control de la especie a los gobiernos de los estados de Idaho y Montana. En abril, lograron agregar una indicación a la ley de presupuesto.
Horrorizadas, algunas organizaciones ambientalistas se pusieron a sacar cuentas. ¿Habían ido demasiado lejos en usar la Ley de Especies en Peligro de Extinción como un garrote en lugar de forjar compromisos con los rancheros?
Así que algunas empezaron a acercarse a los rancheros, ofreciéndoles dinero y herramientas para ahuyentar a los lobos, sin matarlos. Y algunos rancheros, conscientes de que las severas restricciones federales podrían volver a imponerse si las cifras de lobos volvían a caer, han estado escuchando. Están surgiendo colaboraciones tentativas y las pocas que ya existían están tratando de expandirse.
Trabajando con Peterson, People and Carnivores, una nueva organización sin fines de lucro que fomenta la "co-existencia", ha construido una valla eléctrica de ocho kilómetros y quince mi dólares, adornada con banderas, para proteger a las terneras en la propiedad de un vecino. Este verano, ayudó a pagar un guardia montado para patrullar las cinco mil hectáreas de tierras de pastoreo compartidas por tres ranchos cerca de Peterson, como un elemento disuasivo.
"Varios de mis vecinos piensan que estoy ansioso por hacerme con el dinero de esta gente", dijo Peterson, que no ha aceptado ayuda para sí mismo. "Pero el lobo está aquí ahora y creo que la gente que lo quiere aquí debería participar en los costes".
El conflicto se remonta a tres generaciones, pero las tensiones se exacerbaron en 1995 y 1996 cuando el gobierno reintrodujo 66 lobos grises en Idaho y en el Parque Nacional de Yellowstone en Wyoming. El objetivo es restaurar el equilibrio en el ecosistema regional: después de que se extinguieran los lobos, las poblaciones de coyotes y alces han aumentado alarmantemente. Manadas de alces estaban destruyendo extensos tramos de vegetación y los coyotes habían reducido a los depredadores de segundo nivel, como los tejones.
El Servicio de Pesca y Fauna Silvestre federal fijó un objetivo de población mínima de ciento cincuenta lobos más quince parejas reproductoras en Idaho, Wyoming y Montana. Para su sorpresa, los lobos lograron esos objetivos en apenas siete años y se extendieron más allá de los espacios naturales.
Los ataques contra el ganado empezaron a aumentar y los ganaderos se enfadaron. Incluso responsabilizan a los lobos por la pérdida de peso de las vacas. "En promedio, salen de las tierras de pastoreo casi 45 kilos más livianas que antes de que hubiera lobos en la zona", dijo Peterson. "Pasan tanto tiempo mirando los alrededores que no les queda tiempo para comer".
Para 2007, el número total de lobos en los tres estados era de 1513. Evaluando las evidencias, el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre trató el año pasado de sacar a la especie de la lista de la Ley de Especies en Peligro de Extinción. Pero los conservacionistas entablaron una demanda para impedir ese desarrollo, argumentando que Wyoming carecía de un plan de manejo adecuado. Una corte federal en Missoula, Montana, estuvo de acuerdo.
En 2009, el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre trató nuevamente de sacar a los lobos de la protección federal en todas las regiones, excepto Wyoming. La corte no lo aceptó, provocando una revuelta de los legisladores y una inusual votación en el Congreso este año. El Departamento del Interior logró un compromiso similar al de Wyoming.
La caza del lobo empezó en Idaho y Montana a fines del verano. Montana fijó una cuota de 220 lobos que podían ser cazados, o el 25 por ciento del total de la población de lobos del estado. Los permisos de caza se vendieron rápidamente, lo que algunos atribuyeron a la rabia contenida de los rancheros.
La reacción hizo que algunos ecologistas cuestionaran su enfoque. "Mirando retrospectivamente, creo que hay varias cosas que los conservacionistas hicieron que no fueron efectivas y que estallaron sobre nosotros", dijo Lisa Upson, directora ejecutiva de Keystone Conservation, una organización sin fines de lucro con sede en Montana que ofrece ayuda a los rancheros con medidas de control no letales. "Ahora tenemos que vivir con este horrible precedente".
Así que su organización y otras están destinando sus energías al adiestramiento de guardias montados para ahuyentar a los lobos. Están fomentando las técnicas de cría de animales que permiten que las terneras se hagan fuertes en áreas valladas antes de dejarlas pastar en las montañas. Basándose en una sabiduría popular que se remonta a la Edad Media, ha colgado banderas rojas a los largo de los pastizales para disuadir a los lobos que se acercan.
La mayoría reconoce que esas medidas no son una panacea. Michael D. Jiménez, coordinador de la recuperación de los lobos del Servicio de Pesca y Fauna Silvestre en las afueras de Jackson, Wyoming, dice que las agencias federales y del estado lo han intentado con perros guardianes, repulsión auditiva (cañones o sirenas que son activadas por detectores de movimiento) y "repulsión odorífera", o colocando orina y excrementos de lobo en los árboles, durante años. "Todos funcionan en ciertas circunstancias", dijo Jiménez, pero "no compiten con una población de lobos robusta".
Y los rancheros pueden no adoptar esas tácticas. Una vez, después de que la señora Upson pensara que había convencido a algunos rancheros en el Upper Ruby Valley en Montana de compartir la mitad de los costos de un guardia montado para el verano, descubrió que habían usado el dinero para pagar el combustible de helicópteros enviados a disparar contra los lobos.
Las tensiones entre conservacionistas y rancheros en el área de Big Hole han sido especialmente agudas. Hace dos veranos, los lobos mataron a cerca de una docena de terneras del rebaño de Peterson cuando pastaban en las montañas. Se quejó al Departamento de Agricultura de la agencia Servicios de Fauna Silvestre, que reaccionó matando sólo a un lobo.
En opinión de Peterson, eso no podía ser la solución. Dice que la respuesta del gobierno se ha visto estorbada por demasiadas reglas y muy poco dinero. A menudo los cazadores de lobo exigen que los rancheros paguen hasta 350 dólares por hora para el combustible de helicópteros, dijo.
Si los lobos van a ser parte del paisaje, decidió Peterson, será mejor que los rancheros obtengan una parte del dinero que "los habitantes de Los Angeles y Nueva York" envían a los conservacionistas para encontrar soluciones.
Así que seguirá trabajando con ecologistas y tratará de convencer a sus vecinos de que hagan lo mismo. "Creo que yo debería poder dispararles si los veo en mi propiedad, sin hacer preguntas", dijo. "Pero también estoy dispuesto a tratar de adaptarme".
17 de noviembre de 2011
4 de noviembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

habla jane goodall


Se interesó en el estudio de los chimpancés poco después de su llegada a África en 1957. Poco después, descubrió que el hombre no estaba tan solo como creía en la historia evolutiva y, sin ninguna formación académica, comenzaría a convertirse en una de las científicas más conocidas del mundo.
[Leonardo Moledo] Nació en una familia londinense de clase baja y en 1957, invitada por una amiga, se fue a cumplir su sueño de conocer África. En Kenia, el paleoantropólogo Louis Leakey la contrató como secretaria y la introdujo en el estudio de los chimpancés salvajes. Poco después, descubrió que el hombre no estaba tan solo como creía en la historia evolutiva y, sin ninguna formación académica, comenzaría a convertirse en una de las científicas más conocidas del mundo. Pionera en el estudio de los simios, resistida al principio, hoy sus investigaciones son utilizadas en todo el mundo y han despertado una conciencia diferente en la relación del hombre con los demás habitantes del planeta. De paso por Buenos Aires invitada para dar una conferencia y recibir un doctorado Honoris Causa, Radar no se perdió la oportunidad de hablar con la mujer que enseñó al hombre una nueva manera de aprender.

Bueno, y ahí estaba. Encontrarse con Jane Goodall, tal es la cuestión; con una persona que caminó por la delgada línea roja que nos separa de nuestros parientes, los grandes primates. No es sencillo saber qué le voy a preguntar, porque, en realidad, vive en el límite de lo que se puede enunciar, casi en el borde del misterio del lenguaje y la cultura (y la conciencia). Al fin y al cabo, fue ella quien, un día, descubrió a un chimpancé que llevaba una rama, cortada y deshojada previamente, y la introducía en el agujero de un termitero, la sacaba embebida en termitas y se las comía. Y se destruyó el mito de que la especie humana era la única que fabricaba y usaba herramientas. Y quien destruye un mito, se transforma automáticamente en un mito. ¿Qué le voy a decir? ¿Qué le voy a preguntar?
Pero junto fuerzas, y allá voy.

Esta es una situación extraña, porque usted es una persona extraña.
¿Extraña? ¿Por qué?

Porque usted es una persona que piensa que nosotros los humanos no somos las únicas personas en el mundo.
Yo pienso que... –¡fue usted quien lo planteó en una forma extraña! Pienso que el punto es que ha habido un largo proceso de evolución y ese proceso ha sido una proliferación de distintas formas de vida que están todas conectadas, estamos todos interconectados. Somos todos parte de este enorme ecosistema planetario y recién ahora comenzamos a aprender y tener en cuenta el peligro de permitir que algunas especies se extingan, porque eso lleva a un efecto de cascada. Y si más y más especies comienzan a extinguirse va a llevar a que el ecosistema colapse en determinados sitios. Pero lo que está pasando es que la población humana está creciendo de tal manera que dentro de poco el planeta no va a poder proveernos de suficientes recursos para sobrevivir. Y vamos a continuar destruyendo más y más áreas, y a perder más y más de los increíbles animales que comparten el planeta con nosotros.

Eso es verdad, lo sabemos, y también sabemos que muchas veces hubo extinciones. Pero ahora, aquí, estando con usted, me interesa una cosa tal vez más profunda sobre lo que usted trabajó tanto tiempo. Uno de los rasgos que nos tipifican a los humanos es la autoconciencia, la lengua y la cultura. Y usted descubrió que los chimpancés tienen cultura, con esa historia del chimpancé que introducía una ramita en un termitero.
Usaba una herramienta, sí.

Eso fue un gran punto determinante, ¿no? ¿Puede contarme otros aspectos de la cultura de los chimpancés?
Bueno, hoy sabemos que todo a lo largo de África, en todo lugar donde haya chimpancés, ellos usan herramientas, incluso dan diferentes usos a esas mismas herramientas. Sabemos que se las pasan a sus hijos a través de la imitación y la práctica, sabemos que los grupos están estructurados con ligeras diferencias, lo cual señalaría otro rasgo de cultura. Pero también sabemos que hay otros animales que tienen una cultura, como las ballenas o los delfines que tienen diferentes lenguajes con diferentes patrones. Y aquí también se cree que pasa de una generación a otra.

Bueno, además hay... están los perros salvajes que...
Sí; los perros de caza, los perros salvajes de África. Hay grupos que, por ejemplo, en un lugar sólo cazan cebras y en otros lugares les tienen miedo a las cebras. Lo mismo pasa con los leopardos. Y nos empezamos a dar cuenta hace tiempo de que si se toma a un perro y se lo separa, y desarrolla a su manera el hecho de que no puede matar una cebra y entonces otros lo copian, eso va a ir pasando de generación en generación.

Y eso sería la transmisión de una cultura.
Tal vez no sea tanto como una cultura pero sí hay una tradición, y es fascinante. Nos muestra que las sociedades de animales son mucho más complejas de lo que creíamos. Y de la misma forma, para volver sobre uno de los puntos que usted mencionaba, los chimpancés capturados pueden aprender, se les puede enseñar lenguaje humano. No pueden hablarlo, pero pueden aprender un lenguaje de señas y pueden hacer cosas sorprendentes con computadoras con pads táctiles. Pueden contar hasta quince, creo. Eso quiere decir que sus cerebros son capaces de hacer mucho más de lo que nosotros solíamos pensar.

Pero esos experimentos, ¿no se parecen a los que se hacían hace mucho tiempo con osos amaestrados o perros amaestrados?
¿Como los animales de circo? Pero en los circos los animales eran entrenados de una manera muy cruel, realmente muy cruel. Por el contrario, el trabajo con el lenguaje con chimpancés y otras especies se hace en base a la recompensa. Es como un chico yendo al colegio. En un mal colegio le van a pegar, pero en un buen colegio van a recompensar al chico por aprender.

¿Y hay algún toque de autoconciencia como tenemos, o creemos que tenemos, nosotros?
Bueno, la autoconciencia es un concepto difícil. Ellos pueden reconocerse a sí mismos en espejos. "Ese soy yo." Es algo, ¿no? Y realmente no sé cómo definir la autoconciencia, incluso para nosotros.

Bueno, supongo que nadie sabe. O por lo menos es seguro que nadie lo sabe muy bien, pero permitámonos usar la palabra. La autoconciencia sería: yo soy yo, y usted es usted, y yo soy diferente de usted y de ella (la asistente), y pienso y creo que soy un sujeto, un individuo. (Acá interviene la asistente para aclarar que en inglés hay dos palabras: self-consciousness y self awareness, mientras que nosotros tenemos solo la palabra "autoconciencia".)
La cuestión es que no sé dónde trazar la línea divisoria. Los chimpancés saben, saben que yo soy yo, y que usted es usted, lo saben perfectamente. También saben que si yo hago tal cosa usted seguramente hará tal otra y que si yo le hago eso a ella (la asistente), ella va a hacer algo distinto. Es decir, que puedo ajustar mi comportamiento rápidamente dependiendo de con quién estoy interactuando. Pero autoconciencia... es realmente difícil aplicar esa idea en los animales. El hecho de que los chimpancés puedan reconocerse a sí mismos entre otros animales, cuando la mayoría de los animales no pueden, es tal vez un indicio.

¿Está hablando siempre de primates?
Sí, estaba hablando de simios, estaba hablando de chimpancés. Y todavía no sabemos qué animales pueden identificarse a ellos mismos en el espejo, nadie ha hecho realmente demasiado por investigar ese aspecto. Pero está bien fundamentado que los animales tienen más habilidades intelectuales de lo que pensábamos. En general, las investigaciones se han basado en nuestro concepto de intelecto, en la manera que nosotros creemos que es el intelecto. Y no estamos dedicándonos lo suficiente a pensar cómo ellos desarrollan su relación con lo que necesitan, con lo que quieren, con lo que es su vida. Queremos encontrarnos con que piensan en términos humanos.

Pero ellos, por ejemplo, tienen sueños, tienen sueño REM. ¿Usted tiene algún indicio, alguna pista sobre qué sueñan?
Me encantaría saberlo. Creo que con los perros podemos hacernos una mejor idea, sabemos con qué están soñando: están persiguiendo, cazando, están excitados. Algunas veces parece que los chimpancés tienen pesadillas, se despiertan gritando, pero no sé sobre qué son.

Y no pueden contarnos.
No pueden contarnos, pero con lenguaje de señas probablemente podrían.

Bueno, podríamos considerar el hecho de soñar como una manera de pensar. Creo, no sé si no es un poco audaz pensar esto, pero creo que usted está diciendo que son personas porque tienen sus formas de actuar o de pensar, formas que nosotros podemos entender, de la misma manera que ellos pueden entender las nuestras, que se parecen bastante.
Se comportan como nosotros en muchos, muchos sentidos. A mí me interesa saber cómo piensan, me gustaría saber cómo piensan –no estoy hablando de los chimpancés capturados, hablo de chimpancés salvajes–. ¿Cómo piensan, de qué manera piensan? Hasta donde sabemos, no tienen palabras, entonces tienen que pensar con imágenes.

¿Usted cree que piensan con imágenes? (Pausa.) Bueno, nosotros soñamos con imágenes.
Pero en nuestros sueños vemos colores y escuchamos voces.

Bueno, tal vez ellos escuchan voces también.
Estoy segura de que lo hacen.

¿Y hay alguna forma de entender, de tratar de conocer qué piensan? ¿Nos podemos comunicar con ellos, por ejemplo, con lenguaje corporal de forma tal que nos digan algo, que nos den una pista?
Bueno, creo que la mejor forma de obtener una pista es leyendo muy atentamente todos los intercambios en lenguaje de señas entre la gorila Koko y Penny Patterson, su entrenadora, porque ahí podemos ver en el interior de Koko, mucho de lo que está pensando, por qué se comporta de determinada manera... y es prácticamente lo mismo en el lenguaje de señas con los chimpancés.

¿Quién es Koko?
Una gorila que aprendió el lenguaje de señas. Entonces la gorila puede comunicarse a través de las señas, y que hayan podido enseñarle el lenguaje de señas da una forma de comunicarse y saber lo que ellos están pensando.

Y cuando ellos se comunican con nosotros mediante el lenguaje de señas, ¿transmiten pensamientos originales?
Sí, sí, hacen preguntas, hablan sobre cosas espontáneamente.

¿Por ejemplo? ¿Qué clase de cosas?
Bueno, generalmente tiene que ver con algo inmediato como "tengo hambre, quiero comida" o "quiero salir afuera y mirar las flores". No se me ocurren otros ejemplos ahora, pero hay muchísimos estudios al respecto.

Sí, bueno, pero yo quiero que usted me cuente.
Pero no me acuerdo, hace mucho tiempo que no leo estudios sobre lenguaje de señas.

¿Y chistes? ¿Hacen chistes?
Sí, claro que sí. Le cuento mi chiste gorila preferido, tiene que ver con Koko. Una mujer joven está con Koko. Koko está esperando por su comida y acaba de aprender todos los nombres de todos los diferentes colores, no sólo el rojo, azul, verde, sino también dorado y marrón. En fin, todos los colores. Y es realmente muy buena con los nombres de los colores. Entonces, Koko está esperando su comida, y la joven mujer levanta, digamos, algo verde y Koko hace las señas del verde, ella levanta algo azul y Koko hace la seña del azul. Pero cuando ella levanta algo que es blanco, Koko dice "rojo". Y la mujer le dice literalmente mediante señas: "Koko, sabés que eso no está bien, ¿qué color es éste?". Rojo, repite Koko. "Koko, sé que sabés qué color es, si no me decís de qué color es esto no vas a tener tu jugo de manzana." Entonces Koko agarra una tela blanca, y toma una pequeña diminuta pelusa roja y dice "rojo, rojo, rojo" (jadea imitando a la gorila). Ese es mi mejor chiste de gorilas. Y muestra cómo está trabajando su mente.

Bueno, es un chiste gorila... (pausa) Hay otro tema sobre el que me gustaría preguntarle. Usted conoce a Peter Singer, lógicamente. ¿Está de acuerdo en términos generales con él?
Creo que algunas veces va un poco lejos, es un poco excéntrico. Pero, digamos, básicamente me hice vegetariana leyendo un libro de él.

Sí, yo leí el mismo libro, lo intenté, y no pude.
No, yo sí pude.

Bueno, usted no vive en la Argentina, con nuestra dieta carnívora. Aquí es muy difícil ser vegetariano.
Me imagino.

Bueno, Peter Singer tiene una especie de cruzada contra los experimentos con animales, especialmente con simios, y me imagino que usted participa de ella.
Sí, no creo que tengamos que estar experimentando con ellos. Y sobre todo, y esto es lo que me han dicho muchos científicos, aparentemente todas las investigaciones actuales que traen beneficios para la salud humana fueron desarrolladas, no todas, pero sí la mayor parte, mediante la observación de poblaciones, la epidemiología, mediante simulación por computadora, mediante otras vías que no necesitan animales. Pero desafortunadamente, si se descubre una cura, antes de que se la puedan dar a la gente, por ley, debe ser probada en animales. La mayoría de los experimentos con animales son por esa razón, y ciertamente los chimpancés no son necesarios para la investigación. Muchos siguen diciendo que son necesarios porque, bueno, ésa es su vida, ¿no?, hacer experimentos sobre animales. Además, es la ley de muchos países.

Y usted piensa que hay que cambiar esas leyes.
Sí, claro que sí. Justamente ahora hay una prestigiosa comisión reunida por la Academia de Ciencias Norteamericana, por orden del Instituto Nacional de Salubridad, y el trabajo de esta comisión es debatir si los chimpancés deberían ser usados en los experimentos médicos o no. Obviamente yo estuve involucrada y participé dando mi opinión. Los resultados aparecerán ahora en noviembre, pero temo ciertamente que no van a llegar hasta el fondo del problema, nunca se van a atrever a decir "basta". (Pausa.) No, no se van a atrever. (Pausa.) Pero tengo la esperanza de que por lo menos digan que va a ser muchísimo más difícil usar chimpancés y experimentar sobre ellos, y que haya que tener un motivo muy fuerte para usarlos. Y siempre en mejores condiciones también.

Pero no sólo se utilizan chimpancés o simios.
Claro que no, perros y gatos y...

Y a veces de manera muy cruel.
Son realmente horribles. Los odio. No deberíamos estar practicando esta tortura. Y durante mucho tiempo los que experimentaban con animales sostuvieron que los animales no tenían sentimientos, no tenían emociones. Y ahora hemos comprobado que tienen, así que ahora que los que experimentan con animales aceptan que los animales tienen sentimientos y dicen "ahora entendemos que esto no es agradable entonces vamos a intentar"...

Pero no es bueno para nosotros, además...
No, claro, es desagradable para nosotros también. Es definitivamente malo para la persona que inflige dolor, pero ellos ahora están diciendo: "Lo entendemos, entonces vamos a intentar usar unos pocos animales, los menos posibles, y tratarlos lo mejor que podamos". Y yo quiero que digan otra cosa, yo quiero que digan: "Lo entendemos, es cruel, y por lo tanto, juntémonos todos para pensar de manera más inteligente y encontrar otras formas así podemos investigar sin ellos, y lo más pronto posible".

¿Y usted cree que va a ganar esta batalla?
Estamos cerca de conseguirlo, porque ahora hay muchísimas alternativas que no existían quince años atrás, y todo el tiempo se están encontrando nuevas formas, y hay más dinero destinado a buscar alternativas.

¿Y qué cree? Usted es una persona extraña. Comencé esta charla diciéndole que usted es una persona extraña porque usted caminó a través de una de las líneas más misteriosas (creo que es uno de los misterios más grandes que tenemos, porque pienso que incluso el universo no es tan misterioso como el cerebro y la relación entre nuestro cerebro y el cerebro animal, y el misterio de la autoconciencia o conciencia). Pero, ¿usted pudo tener acceso? ¿O fue como Moisés y la Tierra Prometida, usted lo pudo mirar solamente de lejos? Me pregunto: ¿Cómo la cambió a usted conocer el cerebro de los chimpancés, cómo piensan, cómo se relacionan, qué desean?
Bueno, para ser sincera, real y verdaderamente, no creo que eso me haya cambiado mucho, y ¿sabe por qué?

No.
Porque afortunadamente yo no fui a la Universidad y entonces no sabía nada de toda esa basura de que los animales no tenían sentimientos. Yo tuve un maestro hermoso cuando era chica, y ese maestro me enseñó: "Claro que los animales tienen sentimientos, claro que pueden solucionar problemas, claro que tienen emociones". ¿Sabe quién fue ese maestro?

¿Quién?
Mi perro. El me enseñó absolutamente todas estas cosas.

Sí, entiendo perfectamente porque mi maestra fue mi gata.
Y así es como funciona.

A mí no me gustaban las mascotas hasta el momento en que tuve una gata y entendí que me decía cosas, me hacía gestos, "vení acá", "abrí la puerta" y eso era pensar.
Sí, claro que piensan, y los gatos son muy pensativos (thoughtful), por eso es que decimos "copycat". Los gatos pueden realmente imitar. Bueno, le voy a decir lo que realmente amo de todo esto. Durante mucho tiempo, por todo lo que decía la gente, todo lo que decían los científicos, los pájaros tenían una estructura cerebral diferente de la nuestra, y por lo tanto cuando el dueño de un loro decía "pero mi loro entiende las palabras que dice", el científico decía "eso no es posible porque la estructura cerebral es diferente y no tienen la habilidad cognitiva necesaria". Bueno, ahora está absolutamente comprobado que los científicos estaban equivocados y eso debido a dos cuervos con los que se estaba realizando un experimento en Oxford.

¿Cómo es eso?
Los cuervos tenían una prueba muy simple, tenían un pedazo de cable con un gancho en la punta y tenían que meterlo hacia abajo por un tubo y enganchar la comida para sacarla. Les resultaba bastante fácil. Hasta que en una oportunidad, por error, el alambre se rompió, se quedaron sin gancho y sólo con la parte recta. Lo metían, lo metían, lo metían y no conseguían nada, lógicamente. Hasta que uno de los cuervos agarró el alambre, lo sostuvo con una de sus patas, lo dobló y entonces pudo sacar la comida del tubo. Entonces todos los científicos dijeron "eso fue un error, fue solo una vez, fue un accidente".

¿Y?
Y les dieron a los cuervos un alambre recto a propósito. Una vez más, uno de los pájaros dobló el final. Hizo lo mismo cada vez que probaron. Entonces otros científicos dijeron "bueno, es solamente uno de los pájaros, es simplemente un error". Pero, de todas formas, ¿por qué lo hacía ese pájaro? Ese cuervo era la hembra, y cada vez que sacaba la comida el macho la agarraba, entonces el macho no necesitaba doblar el alambre. Simplemente tenía que esperar a que ella lo doblara y sacara la comida. Ahora es sumamente popular estudiar el cerebro de los pájaros y la mente de los pájaros; todo el mundo lo está haciendo. Pero durante muchísimos años se dijo arrogantemente "los pájaros no pueden hacerlo porque su cerebro es diferente del nuestro y nosotros tenemos un cerebro único en el universo". Entonces ahora sabemos que no tenemos que creer en la gente que nos dice que no pueden hacer determinadas cosas, porque que su cerebro sea diferente no quiere decir que tengan razón.

¿Hay algo más que me quiera contar?
Bueno, solamente hacer un comentario al pasar. No hay duda de que más allá de lo que pensemos de los otros animales, lo que aprendamos de ellos y lo increíbles que nos parezcan viviendo sus vidas, no podemos negar que hasta donde llega el intelecto, nosotros somos las criaturas más desarrolladas intelectualmente que caminaron hasta ahora sobre el planeta. Desarrollamos el lenguaje hablado, podemos hablar del pasado, podemos hablar del futuro, podemos tener una discusión, podemos hacer planes y entonces la pregunta es: cómo es posible que una criatura con tanto potencial e inteligencia esté destruyendo su único hogar. Esa es la gran pregunta.

Bueno, no sólo eso, no sólo es capaz de destruir su casa, también a otras personas.
Creo que hemos perdido sabiduría. Porque los indígenas solían decir que para tomar decisiones hoy primero tenemos que preguntarnos cómo esa decisión va a afectar a la gente del futuro. Hoy nos preguntamos cómo todo esto me afecta a mí ahora, a mi familia ahora. Esas son las preguntas que nos hacemos ahora.
[Jane Goodall vino a la Argentina para dar la charla ‘Haciendo la diferencia’ y recibir un doctorado Honoris Causa de la Universidad Maimónides, invitada por la universidad junto a la Fundación Azara, el Instituto Jane Goodall y el Programa Jane Goodall’s Roots & Shoots Argentina.]
13 de noviembre de 2011
6 de noviembre de 2011
©página 12

cómo matar a los cerdos


La Corte Suprema de Estados Unidos fallará sobre el tratamiento de los cerdos. La Asociación Nacional de Productos Cárnicos impugna una ley californiana que obliga a los mataderos a retirar y aplicar eutanasia humanitaria a los animales que no pueden tenerse en pie.
[David G. Savage] Washington, Estados Unidos. La Corte Suprema ha fallado en numerosos casos relacionados con la crueldad animal, los tratos inhumanos y las ejecuciones, pero hasta hoy nunca sobre cerdos.
El caso de los "cerdos no-ambulatorios" es una disputa entre California y la industria porcina sobre cómo tratar a los animales que no pueden o se niegan a caminar cuando llegan al matadero.
El problema, que los jueces resolverán la próxima semana, ya ha creado un conflicto entre el gobierno de Obama y la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos, que acusó a los abogados del gobierno de intervenir en el caso a favor de los productores de cerdos.
Según una ley californiana promulgada hace tres años, los administradores de mataderos deben separar inmediatamente a los "animales no-ambulatorios" para ser "eutanasiados humanamente".
La ley federal dice que los animales que no pueden tenerse en pie deben ser retirados y examinados, aunque esto no implica necesariamente que no sean sacrificados en el matadero.
"A veces los cerdos están estresados o fatigados del viaje, y simplemente son testarudos. Normalmente se recuperan, y si están bien, terminan como parte del suministro de alimentos", dijo el abogado Steven Wells, de Minneapolis, que representa a la Asociación Nacional de Productos Cárnicos.
"No estamos hablando de los cerdos que se echan una siesta", dijo la vicefiscal general Susan K. Smith en Los Angeles. "Nuestra definición de un cerdo no-ambulatorio es la de un animal que no puede tenerse en pie ni caminar sin ayuda". Dijo que la ley del estado, que está a la espera del fallo, protegería el suministro alimentario humano y prevendría la crueldad animal.
Los abogados conceden que los cerdos no tienen un final feliz, sea cual sea la posición de prevalezca. Los cerdos son sometidos a eutanasia separadamente o enviados al matadero.
Wells, de la asociación de productores, dijo que la industria porcina sufriría un "severo impacto económico" si los mataderos fueran obligados a retirar entre doscientos y trescientos cerdos al día porque no pueden tenerse en pie.
Wells instó al alto tribunal a rechazar la ley californiana sobre la base de que la ley federal la hace redundante.
Bajo la ley californiana, los cerdos enfermos "serán sometidos a eutanasia para poner fin a su sufrimiento", dijo Smith.
Aunque el caso ante la corte sólo trata sobre cerdos, todo empezó con impactantes escenas de vacas enclenques y tambaleantes que son pinchadas, arrastradas y finalmente trasladadas con excavadoras a un matadero en el condado de San Bernardino. Un video filmado clandestinamente mostrando los maltratos fue dado a conocer por la sociedad protectora en enero de 2008.
Las revelaciones provocaron el más grande retiro de carne en la historia de Estados Unidos. También llevaron al presidente Obama a emitir en 2009 una orden presidencial que prohíbe que vacas "caídas" sean sacrificados para su consumo. Debido a que la enfermedad de las vacas locas puede transmitirse a los humanos sólo en raras ocasiones, el ganado enfermo no debe ser procesado en mataderos, dijeron funcionarios federales. Sin embargo, esa prohibición no se extendía a los cerdos y otros animales de granja.
Esa disparidad creó las condiciones para el litigio sobre la ley californiana más general que prohíbe el traslado de animales caídos al matadero.
La Asociación Nacional de Productos Cárnicos interpuso una demanda a nombre de los productores porcinos y alegó que California carecía de autoridad para imponer sus reglas a los mataderos. Sus abogados insistieron en que las regulaciones federales son mejores debido a que exigían examinar a los animales enfermos antes que sacrificarlos automáticamente. Estos exámenes de cerdos vivos son cruciales para detectar enfermedades porcinas, tales como la fiebre aftosa, que pueden devastar a un rebaño, dijeron.
Un juez federal de Fresno aceptó el alegato de la industria y prohibió que el estado implementara la ley, determinando que los legisladores californianos se habían en sus atribuciones.
"Pavadas", escribió el presidente del tribunal, Alex Kozinski, del Noveno Circuito de la Corte de Apelaciones en un fallo unánime a favor de California. Dijo que los estados tienen siempre autoridad para determinar que algunos animales, como los caballos, no pueden ser sacrificados para ser consumidos como alimento.
Wayne Pacelle, presidente de la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos, dijo que los más importantes productores de cerdos "tienen toda una historia de maltrato de los cerdos caídos, a menudo incluso ante la presencia de inspectores del Ministerio de Agricultura". Mencionó informes sobre "cerdos conscientes que son arrastrados desde los remolques" en un matadero en el condado de Los Angeles.
4 de noviembre de 2011
29 de octubre de 2011
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer

continúa la matanza de caballos


La prohibición del sacrificio de caballos no impide su exportación al extranjero donde sí son sacrificados para ser consumidos.
[A.G. Sulzberger] Lincoln, Nebraska, Estados Unidos. La clausura de la última planta de procesamiento de carne del país que sacrificaba caballos para consumo humano fue acogida como una victoria para el bienestar equino. Pero cinco años después se sigue destinando la misma cantidad de caballos americanos para satisfacer la robusta apetencia por su carne en Europa y Asia.
Ahora son procesados como carne picada de caballo o basashi sashimi en México y Canadá.
El cambio es una de las numerosas consecuencias no intencionadas de la prohibición federal de facto del sacrificio de caballos, de acuerdo a un reciente estudio del gobierno federal. A medida que se encoge el mercado nacional de caballos no deseados, los animales empiezan a ser descuidados y abandonados, y gruesamente la misma cantidad -casi ciento cuarenta mil al año- son sacrificados después de un -a veces- cruento viaje a través de la frontera.
"Cuando cerraron las plantas, aumentaron las penurias para nuestros caballos, mucho más de lo que puede imaginar la gente que quiere terminar con el sacrificio", dijo John Schoneberg, criador de caballos de Nebraska que hace poco adoptó tres caballos de un granjero vecino que dijo que no podía seguir pagando su alimentación y que pensaba soltarlos.
Las conclusiones del estudio han sido furiosamente rechazadas por organizaciones animalistas, que argumentan que la mayoría de los problemas surgen de la recesión económica y de los altos precios del pienso. El estudio también insufló nueva vida a la prolongada guerra sobre si permitir que se reanude el sacrificio de caballos en el país o, alternativamente, prohibir que los animales sean enviados como carne al extranjero.
En las últimas semanas los legisladores han presionado al Congreso para que tome medidas en los dos sentidos. La Contraloría General de Estados Unidos, que realizó el estudio, concluyó que cualquiera de las opciones sería mejor que el status quo, pero activistas de los dos lados, aunque esperanzados, dijeron que una resolución no parecía inminente.
"Simplemente es un problema político candente", dijo la doctora Whitney Miller, cabildera de la Asociación Médico-Veterinaria de Estados Unidos, que apoya el sacrificio de caballos. "Es difícil imaginar que vaya a pasar algo definitivo".
El efecto del impasse se han sentido intensamente en estados rurales como Nebraska. Los criadores de caballos y los dueños de subastas de ganado dicen que la prohibición del sacrificio de caballos básicamente quitó piso a los precios de los caballos, provocando el colapso del mercado y la ruina de muchos. Una razón, dicen, es que ahora los dueños se ven obligados a pagar cientos de dólares para aplicarles eutanasia y disponer de los caballos indeseados cuando estaban acostumbrados a recibir una cantidad similar por su venta a los mataderos.
Este año, Nebraska se convirtió en uno de los varios estados -con Arkansas, Montana, Dakota del Norte y otros- que han tratado de resucitar la aletargada industria del sacrificio de caballos, que, antes de cerrar, producía carne por unos 65 millones de dólares al año. El gobernador Dave Heineman, de Nebraska, republicano, promulgó una ley que regula la carne de caballo en el estado que fue aprobada por legislatura unicameral con sólo un voto en contra.
Estos proyectos han sido rechazados furiosamente por organizaciones de defensa de los derechos animales, que calificaron de ridículo el argumento de que los caballos estarían en mejores condiciones si se permitía que fueran sacrificados por su carne. Refiriéndose a su propia investigación, dicen que cualquier aumento en el cuidado impropio de los caballos se podía relacionar con la economía antes que con la prohibición del sacrificio. Y si los precios han bajado, dicen, es porque la prohibición removió el incentivo para criar caballos excedentes.
Wayne Pacelle, presidente y director ejecutivo de la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos, dijo que los propietarios de caballos deberían comprometerse a cuidar de los animales toda la vida. Dijo que las encuestas habían constatado una amplia oposición al sacrificio de caballos por su carne.
"Los caballos son diferentes a las vacas y los cerdos en un sentido muy importante, y es que los caballos no son criados para ser sacrificados", dijo.
Pero existe una resistente diferencia en cómo son vistos los caballos.
"Para mí, un caballo es ganado, igual que una vaca, un cordero o una cabra", dijo Orbie Bonnett, un ganadero de Nebraska que dejó de vender caballos después de que los precios se hundieran. "Hoy, un montón de gente ve a los caballos como si fueran mascotas, como los perros o los gatos. Cuando tienes un montón de gente rica que ve las cosas de esta manera, bueno, eso pone fin a tus mataderos, a tus mercados y a la gente que vive de la industria -simplemente no se puede seguir viviendo de esto".
Estados Unidos, en su mayor parte colonizado a caballo, nunca ha admitido el consumo de carne de caballo excepto en épocas difíciles. Pero en otros países, la carne de caballo -magra y rica en proteínas- es considerada una delicia. Vender caballos a los mataderos ha sido durante largo tiempo un modo de hacer dinero, de deshacerse de caballos viejos o no deseados que ya no pueden correr en las carreras, competir en eventos o trabajar en los ranchos.
Los últimos mataderos de caballos, en Tejas e Illinois, cerraron después de que el Congreso quitara el financiamiento de las inspecciones federales del sacrificio de caballos en 2006, una medida que prohibió efectivamente la venta de carne. Ese año se sacrificaron en el país sólo 105 mil caballos; 33 mil caballos de Estados Unidos fueron sacrificados en el extranjero. El año pasado, 138 mil o más fueron sacrificados en el extranjero, de acuerdo a cifras oficiales. (La población de caballos en Estados Unidos es de cerca de nueve millones de ejemplares).
"Es algo hipócrita permitir que estos caballos sean sacrificados en Canadá o México y no permitir que la gente de aquí gane ese dinero o sirva la carne", dijo Hugue Dufour, un chef de Nueva York que cocinaba caballo cuando trabajaba en Canadá.
Ahora los propietarios tienen que pagar para deshacerse de los caballos. El mes pasado, Debby Brehm, directora de la Asociación de Caballos Cuarto de Milla de Nebraska [Nebraska Quarter Horse Association], gastó doscientos dólares para aplicar eutanasia a un caballo enfermo y ciento cincuenta dólares más para que lo trasladaran a una planta de aprovechamiento de grasas animales. Otros dueños los mantienen, pero no pueden ahorrar los miles de dólares que cuesta al año su alimentación y otros cuidados. Como consecuencia, la vista de animales mal alimentados es habitual, dijo Brehm, y abundan las historias de caballos abandonados en terrenos públicos y privados e incluso, en un descarado caso, en el remolque de otra persona.
"Hay un montón de caballos desnutridos y abandonados que antes probablemente habrían sido sacrificados humanamente", dijo Windy Allen, domadora de caballos del estado.
Otros dicen que la prohibición también les está costando dinero.
La Subasta de Ganado del Sudeste de Nebraska [Southeast Nebraska Livestock Auction] acostumbraba a vender cerca de cien caballos al mes, pero ahora ese puede ser el total de un año, dijo Dale Steinhoff, el propietario. En la Central Nebraska Packing, que acostumbraba a sacrificar caballos pero ahora compra más de medio millón de kilos de carne de caballo al año para vender a zoológicos, la carne es mucho más cara cuando se la importa de Canadá, dijo Lloyd Woodward, gerente general.
Incluso cuando pagan menos, los que compran los animales para sacrificarlos -un grupo conocido como "matarifes" [kill buyers]- dicen que tienen que trabajar duro para cubrir los costes.
"Los mexicanos se están haciendo ricos con nosotros", dijo Derry Mayfield, que compra cerca de cuarenta caballos al mes y a veces se los dan gratis. "Están comprando caballos baratos porque pueden. No tenemos alternativa".
2 de noviembre de 2011
23 de octubre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

el último foie gras


Chefs que se oponen a la prohibición del foie gras sirven sus últimas porciones antes de que entre en vigor. Pero ya buscan maneras de eludir la ley.
[Adam Nagourney] Los Angeles, California, Estados Unidos. El viernes noche un grupo de personas se agolpó frente a un escaparate sin rótulos apenas iluminado en la Avenida Fairfax en una calle de Los Angeles que atiende a judíos ortodoxos y hambrientos comensales. Al poco rato llegó otro grupo a protestar.
Detrás de las puertas de cristal estaba ocurriendo un acto de desafío cultural.
En ocho meses la venta de foie gras será prohibida en California. Pero durante siete horas el viernes noche, en un restaurante conocido apropiadamente como Animal, tres chefs presentaron un menú de ocho entradas que era una glorificación de una delicia que pronto será ilegal. Había foie gras ahumado, foie gras asado, foie gras al vapor y foie gras licuado, inyectado en unos agnolotti. Fue servido con lengua de ternera, yogur, prosciutto, helado de mostaza y trufas. Incluso había postre de foie gras: una copa de brownie con crema Chantilly de foie gras.
Pese a sus golosos excesos y con el trasfondo de los manifestantes que defienden los derechos de los animales, la cena -agotada- se convirtió el grasoso alimento en protesta política, desatando un choque de pasiones en una guerra que ha retumbado en todo el país pero que finalmente se resolvió aquí, en el primer estado del país en convertir en delito la venta de foie gras, el hígado engordado de gansos y patos.
Fue también quizás una tardía conciencia, de estos chefs y sus fans, de que una ley promulgada hace ocho años va realmente a ser implementada y va a cambiar drásticamente sus negocios, poniendo a California en la primera línea de la guerra contra la alimentación forzada de patos y gansos para producir la suave delicia del hígado.
"Quiero que la gente tenga la libertad de comer lo que quiera", dijo Ludo Lefebvre, uno de los chefs detrás de la cocina aquí el viernes. "Los animalistas quieren convertir en vegano a todo el mundo. No quiero que ellos determinen qué puede comer la gente. Hoy es el foie gras, pero mañana puede ser el pollo o el bife."
Continuó: "El foie gras es un ingrediente fabuloso, una delicia francesa. Yo nací y me crié con foie gras. Es como quitarle el kimchi a los norcoreanos."
Las opiniones de Lefebvre fueron repetidas por los comensales -muchos de los cuales dijeron que trabajaban en la industria de la alimentación, incluyendo a un representante de un productor de foie gras- que iban ingresando al local. "Hay un montón de desinformación", dijo Tom Feher, 29, un abogado de Los Angeles. "Estos animales no son maltratados. Maltratar a un animal que vas a usar para producir un ingrediente de lujo como el foie gras, es lo último que harías."
Esta no es la primera vez que una comunidad ha tratado de prohibir el foie gras. Fue prohibido en Chicago en 2006, provocando una reacción de los restaurantes que, como en la época de las tabernas clandestinas, servían foie gras en secreto. La prohibición duró apenas dos años.
"Había una sensación de incomodidad con que el ayuntamiento estuviera interviniendo en los menús de los restaurantes", dijo Mark Caro, periodista del Chicago Tribune, que escribió el libro ‘The Foie Gras Wars’ sobre la campaña fallida.
Pero en California la ley fue aprobada abrumadoramente y el respaldo ciudadano es más fuerte que nunca. Y al otro lado se ha formado una suerte de culto de los líderes vestidos de blanco en la cocina el viernes: Lefebvre, que ha sido pionero de los restaurantes pop-up [picadas] en el país, y los dos chefs de Animal, Jon Shook y Vinny Dotolo.
Shook dijo que las 320 sillas para los comensales de ‘Tienes Que Defender Tu Derecho al Foie Gras’ el viernes y sábado noche se vendieron en dieciséis minutos. Habían contratado a cuatro telefonistas para encargarse de la aglomeración.
Y costaba 175 dólares solamente la comida, más cincuenta dólares adicionales por el vino, la cerveza y champaña para dos.
Nunca hubo dudas de que la noche -con cada plato inventado para la ocasión como parte de un menú que fue mantenido en secreto hasta el último minuto- sería osado y gastronómicamente gratificante, aunque un poco abrumador. (Muchos comensales se compararon con los mencionados patos al momento de marcharse.) Pero es dudoso que tenga algún impacto político.
"Está bien que lo hagan", dijo John L. Burton, el ex legislador del estado que patrocinó el proyecto de ley, cuando se enteró de la cena como protesta política. "Si me das la dirección del restaurante, me pondré en la puerta a vender Lipitor para que no sufran un ataque al corazón. Es como lo que hacían antes de la Prohibición: todo el mundo estaba regalando los tragos. Cualquier cosa que los hiciera feliz."
Los activistas por los derechos animales desecharon el evento como un ejercicio en futilidad.
"Esta es en realidad una pataleta de los chefs. El proyecto entrará en vigor les guste o no", dijo Lindsay Rajt, directora asociada de People for the Ethical Treatment of Animals. "La idea de pagar más de cien dólares para comer un órgano muerto sería terriblemente divertido para todo el mundo si no implicara meter tubos por la garganta de las aves para obligarlas a comer dolorosamente."
Los miembros de la Animal Protection League se acercaron el viernes para formar un piquete frente a la picada, blandeando letreros frente a los ventanales dirigidos a la animada y joven clientela, que llegó incluso antes de que se abrieran las puertas para ser atendida por camareros fuertemente tatuados.
"La mayoría de la gente que asiste no está demasiado preocupada de la crueldad animal como el público general", dijo Bryan W. Pease, fundador de la organización. "Pero no veo ninguna posibilidad de que la prohibición sea derogada."
California está a la cabeza del proceso para regular el consumo de alimentos exóticos. Este mes el gobernador Jerry Brown promulgó una ley que prohíbe la venta de sopa de aleta de tiburón, y el año pasado un restaurante de sushi en Santa Monica fue clausurado después de ser acusado de servir ilegalmente carne de ballena.
El foie gras ha inspirado una disputa más apasionada y ambos lados han producido expertos y videos que alimentan el debate sobre la crueldad que implica la sobrealimentación de gansos y patos. Marion Nestle, profesora de estudios de la alimentación y salud pública en la Universidad de Nueva York, dijo que consideraba excesiva la ley californiana.
"¿Qué es lo que están regulando?", preguntó. "Estás impidiendo que la gente coma alimentos que en algunos países llevan comiendo durante generaciones. No creen que el proceso de engorde de los patos y gansos sea doloroso para ellos. He visto los videos, y todo el mundo dice lo mismo: todos corren para ser alimentados."
Continuó: "La cuestión es si crees que matar animales para alimentar a la gente es aceptable. Es un juicio moral. Este es un terreno muy resbaladizo éticamente."
Y, por supuesto, existe el argumento de los parroquianos, que gira sobre el placer. "El foie gras es probablemente una de mis cosas favoritas", dijo Alexandra Snukal, 30, que vive en Santa Monica.
Los dueños parecían resignados a la probabilidad de que hayan sido desbordados por el lobby animalista, incluso cuando repartían tarjetas dirigidas a "los ciudadanos de California" exigiendo la derogación de la ley. "Al final del día, son ellos los que ganaron", dijo Shook, abatido. "Esta prohibición ya está teniendo efecto. Esta cena no va a revertir nada."
Los transgresores de la ley pueden tener que pagar multas de hasta mil dólares diarios. Pero Lefebvre dijo que estaba pensando en cómo eludir la última prohibición. "Quizás le cambiaré de nombre", dijo. "Lo podemos llamar hígado de pato. O paté. Pero encontraré el modo. A la gente le gusta el foie gras."
[Ian Lovett contribuyó al reportaje.]
24 de octubre de 2011
15 de octubre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer