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el químico de al qaeda


[Joby Warrick] Lyon, Francia. Menad Benchellali, 29, delgado y barbudo, era conocido entre sus amigos árabes como "el químico", debido a las habilidades especiales que había aprendido en los campos de adiestramiento de Al Qaeda en Afganistán. Cuando volvió a su nativa Francia en 2001, según los detectives, montó un laboratorio en el cuarto de invitados de sus padres y empezó a hacer ricino, una de las substanciales más letales que se conocen.Trabajaba en la noche con las ventanas abiertas para disipar los vapores del proceso, y mezclaba los ingredientes en un termo de café y echaba la harinosa mezcla a cucharadas sobre papel de diario para que secara. El producto final era un polvo blanco que Benchellali guardaba en pequeños frascos de cristal y viejos botes de crema Nivea -para ser usadas, como dijo después a la policía, "en el caso de que participara en la yihad".
Hoy, exactamente cuántos botes de ricino produjo Benchellali -y dónde están- es una urgente pregunta para los gobiernos europeos, que hacen frente a una ola de amenazas y atentados terroristas. El pasado año, dijeron los detectives, recipientes similares aparecieron en Inglaterra en posesión de norteafricanos que supuestamente planeaban un atentado. Se sabe que falta al menos otro bote, y los detectives franceses sospechan que hay otros más.
La historia del laboratorio de Benchellali permite una mirada en el secreto mundo de los sospechosos de terrorismo y su búsqueda de armas biológicas y químicas. Según detectives europeos, una serie de incidentes durante los últimos meses apuntan a un particular interés en el ricino, el tóxico altamente letal que se extrae de la semilla del ricino. Otros sospechosos de terrorismo han tratado de obtener otros tóxicos poderosos, que también son relativamente fáciles de conseguir y usar: la toxina botulina y agentes químicos industriales como cianuro de potasio y tetroxide de osmio. En abril, la policía en Jordania logró desbaratar lo que funcionarios de gobierno describieron como una conspiración para usar bombas químicas y gases tóxicos en una serie de ataques contra embajadas y edificios de gobierno en Amman, la capital.
Hasta ahora, no ha ocurrido ningún ataque con tóxicos de grupos relacionados con Al Qaeda, y muchos expertos creen que los grupos terroristas aún no han logrado hacerse con las técnicas necesarias para hacer armas efectivas. Pero, claramente, lo están intentando. Sin instalaciones para fabricar armas químicas o biológicas avanzadas, los detectives dicen que estos grupos están buscando toxinas que sean fáciles de comprar, robar o elaborar en cocinas corrientes y usando ingredientes cotidianos.
El interés de Al Qaeda en las armas biológicas y químicas está bien documentado, aunque se cree que la capacidad del grupo para producir tales armas se ha visto reducida enormemente por la pérdida de su santuario en Afganistán. En 2001, las fuerzas invasoras estadounidenses descubrieron y destruyeron dos centros de producción que estaban montando para fabricar cianido y botulina, toxinas de salmonela y, posiblemente, carbunclo.
Desde entonces, los investigadores creen que Al Qaeda se ha hecho más difusa, transformándose en una colección floja de células clandestinas. Dicen que Benchellali, que ha estado en prisión en Francia desde 2002, puede ser uno de los cientos de graduados especialmente adiestrados de los campos de Al Qaeda en Afganistán, que han compartido sus habilidades con una nueva generación de reclutas.
"Las armas biológicas y químicas son más importantes que nunca para Al Qaeda, aunque el nuevo énfasis recae sobre lo simple y lo práctico", dijo Roland Jacquard, un francés experto en terrorismo y autor del libro, de próxima publicación, ´La tercera generación de Al Qaeda´, que describe su evolución táctica. "Este es el tipo de terrorismo que interesaba al grupo de Benchellali. Si se les hubiese dejado seguir, probablemente lo habrían logrado".
En los pasados dos años y medio, se han descubierto equipos para producir ricino o rastros de la toxina durante redadas policiales contra células afiliadas a Al Qaeda en Inglaterra, Francia, España, Rusia, Georgia y el Kurdistán del norte de Iraq. En todos los casos, la policía también encontró manuales o documentos con instrucciones detalladas para hacer y usar ricino.
En su testimonio de marzo ante la comisión estadounidense que investiga los atentados del 11 de septiembre de 2001, George J. Tenet, el director de la CIA,, dijo que las amenazas en los manuales indicaban "un aumento del riesgo de atentados con tóxicos" en un futuro próximo. "Los extremistas han difundido extensamente las instrucciones para hacer bombas químicas con materiales corrientes, que pueden causar un gran número de víctimas en un área atestada y cerrada", dijo Tenet.


LETAL EN PEQUEÑAS DOSIS
Mucho más tóxico que el veneno de la cobra, una mota de ricino puro del tamaño de la cabeza de un alfiler puede matar a un adulto si se le inyecta en la corriente sanguínea. Una pizca más grande si se traga o inhala. El ricino se puede disolver en agua y es virtualmente inodoro, así que puede ser utilizado para contaminar agua o las existencias de alimentos a pequeña escala. Las víctimas no toman conciencia de su estado sino hasta horas después, cuando la toxina empieza a atacar las células vivas y altera su capacidad para producir proteínas esenciales. El resultado son dificultades para respirar, hemorragia interna y falla multi-orgánica. La muerte sobreviene en menos de 36 horas, y no se conoce ningún antídoto o cura para el veneno.
El ricino no sirve como arma de destrucción masiva. Al menos una docena de países, incluyendo a Estados Unidos e Irak, han tratado de usar el ricino en la producción de armas tóxicas, y han fracasado. Las gigantescas moléculas de la toxina son pesadas y tienden a agruparse, y según científicos en armas biológicas se necesitan toneladas de ricino para producir dosis fatales para un campo de batalla.
Sin embargo, la toxina ha sido utilizada en asesinatos y en ataques a pequeña escala. En 1978, en uno de los casos más famosos de la Guerra Fría, la policía secreta búlgara usó un diminuto perdigón de ricino, disparado con un paraguas diseñado especialmente, para matar al disidente Georgi Markov en una calle de Londres.
El carácter letal del ricino ha llamado la atención de todo tipo de asesinos, conspiradores y extremistas. Aunque se lo considera un arma biológica -el ricino es esencialmente una proteína vegetal-, no es un organismo vivo, y sus efectos no son contagiosos. A diferencia del agente VX, que afecta al sistema nervioso, no puede ser absorbido cutáneamente. Y, aunque se encuentran en internet varias recetas de ricino, la mayoría de ellas no produciría un producto de pureza suficiente como para causar bajas masivas, dijeron los expertos en armas biológicas.
Sin embargo, el ricino atrae a los aprendices de terroristas por una sola razón: su accesibilidad.
"La tecnología para hacerlo es lo suficientemente simple como para que cualquier demente pueda producir en su sótano un preparado de ricino de algún tipo", dijo Jonathan Tucker, un experto en armas biológicas del Centro para el Estudio de la No-Proliferación del Instituto de Estudios Internacionales de Monterrey. "Es más fácil que el carbunclo".
Las materias primas del ricino son baratas. La toxina existe naturalmente en las semillas de ricino, que crecen en estado silvestre en muchas partes del mundo, incluyendo Estados Unidos, donde las plantas son apreciadas por jardineros y paisajistas como un arbusto ornamental. Brasil, China e India producen cantidades industriales de los coloridas y gordas semillas para hacer el aceite de ricino, que es usado en productos que van desde laxativos y champúes hasta aceites lubricantes. Una sola semilla, si se la chupa, contiene suficiente ricino como para matar a un niño. El interés de Al Qaeda en el ricino data al menos de fines de los 1990. Dos manuales terroristas requisados a operativos de Al Qaeda en varios lugares contienen instrucciones detalladas para fabricar y usar ricino. Uno fue encontrado por periodistas ingleses en noviembre de 2001 en una casa de seguridad abandonada de Al Qaeda en Kabul, la capital de Afganistán. Otro se titulaba ´La enciclopedia de la yihad´ y recomendaba el ricino como uno de los "venenos que un yihadista puede preparar y utilizar sin poner en peligro su propia salud".

ADIESTRAMIENTO DE AL QAEDA
Muchos de los detalles de los experimentos de Benchellali con ricino -incluyendo cuánto hizo y cómo pretendía usarlo- siguen siendo desconocidos. Pero después de un año de pesquisas, los detectives franceses han reconstruido la cronología de sus actividades. Este reportaje se basa en entrevistas con los detectives, un pariente, vecinos y periodistas franceses, y en las transcripciones de los interrogatorios de policía de Benchellali.
Benchellali, hijo de un clérigo musulmán nacido en Argelia, creció en un arenoso suburbio de Lyon, Les Minguettes, notable por sus racimos de complejos de torres del sector social y su 30 por ciento de desempleo. De niño fue testigo de las peleas de su padre contra el gobierno francés por las leyes que prohibían a las colegialas el uso del pañuelo de cabeza islámico. Aunque se aficionó por los coches y la ropa cara, tenía pocas oportunidades de adquirirlas, o de ganar completa aceptación como musulmán y árabe en Francia, según amigos de la familia.
"Como árabe, aquí el único terreno de la sociedad donde eres verdaderamente aceptado es en el de la religión", dijo Moustapha Kessous, un periodista de Lyon y presentador de un programa radial que ha escrito extensamente sobre la familia Benchellali y la comunidad de inmigrantes de Lyon. "Para los que te ven en la calle, tú eres primero un musulmán y un árabe, no un francés".
La policía no está segura de cómo se conectó Benchellali con Al Qaeda. A fines de los 1990, según funcionarios de los servicios de inteligencia estadounidense y francés, viajó a Afganistán para seguir cursos de adiestramiento en uno de los varios campos que el grupo tenía para los reclutas extranjeros. En uno de sus últimos viajes, fue acompañado por su hermano menor, Mourad, que fue finalmente capturado por tropas estadounidenses en Afganistán y permanece retenido ahora en el centro de detención de Bahía Guantánamo, Cuba.
Funcionarios estadounidenses creen que Menad Benchellali puede haber recibido adiestramiento avanzado en el campo de Al Qaeda en Derunta, cerca de la ciudad afgana de Jalalabad, al este del país. El campo albergaba uno de los laboratorios de Al Qaeda y una escuela para un selecto grupo de reclutas que estudiaban el uso de químicos tóxicos y toxinas biológicas, incluyendo ricino, según fuentes del servicio secreto estadounidense.
Entre los instructores se encontraban al menos dos científicos: Yazid Sufaat, un bioquímico formado en Estados Unidos -ahora detenido en Malasia- y un microbiólogo paquistaní que los funcionarios estadounidenses declinaron identificar. En Derunta, las fuerzas estadounidenses descubrieron aceite de ricino e instalaciones para fabricar ricino. "Hay un montón de intentos rudimentarios para producir ricino" en Derunta, dijo un funcionario de la inteligencia estadounidense que habló a condición de no ser identificado por su nombre.
Después de que Al Qaeda perdiera sus campos de Afganistán, cuando llegaron las fuerzas invasoras estadounidenses a fines de 2001, el adiestramiento químico de Benchellali continuó en Pankisi Gorge, una anárquica área de Georgia en la frontera con Chechenia, la república separatista del sur de Rusia, dicen las autoridades francesas. La existencia de laboratorios improvisados y campos de adiestramiento en la región montañosa han sido documentados por el gobierno georgiano, que decidió cerrar los campos a principios del pasado año. Benchellali contó a la policía que había planeado unirse a los rebeldes chechenos pero que su plan fracasó cuando intentó cruzar la frontera rusa. Decidió entonces volver a Francia, llevándose con él sus nuevos conocimientos y una red de contactos que cubría la mayor parte de Europa occidental.

LABORATORIO EN EL CUARTO DE INVITADOS
El apartamento del suburbio de Lyon, al que Benchellali volvió después de dos años, es pequeño pero arreglado. Su delgada alfombra verde y modesto mobiliario dejan ver un meticuloso cuidado. El rasgo dominante es un librero de pared a pared lleno de bonitos tomos en cuero marrón con títulos dorados en escritura árabe. La niña que abrió la puerta explicó que la vivienda había estado vacía durante semanas. Desde principios de enero, tres miembros de la familia -los padres y un hermano- han sido encarcelados a la espera de su procesamiento por ayudar a Menad Benchellali en sus intentos de fabricar ricino.
El laboratorio estaba ubicado en un cuarto de invitados, que de día hacía las veces de cuarto de costura. La policía francesa dijo que Benchellali, recienllegado del campo de adiestramiento en Pankisi Gorge, se encerraba en el cuarto y trabajaba toda la noche en sus misteriosos proyectos, cuya naturaleza no reveló a nadie. De hecho, dice la policía francesa, estaba experimentando con una variación de una de las recetas que había aprendido fuera: una concocción de ricino con la toxina que causa el botulismo. Aunque extremadamente tóxico, el ricino puede ser extraído con un equipo de cocina rudimentario y puede ser manipulado sin peligro si la persona toma las precauciones básicas.
Sus familiares reconocieron ante la policía que a veces salían de mandados para Benchellali, recogiendo elementos para el laboratorio y botellas de acetona de un supermercado local. La acetona es utilizada en la procesamiento del aceite de ricino. "Menad me decía lo que necesitaba, y yo hacía una lista", contó una de sus hermanas a la policía, de acuerdo a una transcripción de su interrogatorio, que fue retenida por un detective francés.
Hafsa, la madre de Benchellali, dijo a la policía que se había preocupado después de encontrar extrañas pociones y líquidos dispersos en el cuarto de costura después de una de las sesiones nocturnas de su hijo. Pero cuando ella le pidió explicaciones, él la advirtió que se mantuviera alejada. "Dijo que era peligroso", dijo la mujer, según la transcripción, "y que era mejor si yo no sabía qué estaba haciendo".
Los experimentos terminaron abruptamente en diciembre de 2002 cuando Benchellali fue detenido junto a otros tres en conexión con una supuesta conspiración para colocar una bomba de explosivos convencionales en la embajada rusa de París. Pasaron meses antes de que los detectives tomaran plena conciencia de los experimentos con ricino y el alcance de los posibles lazos de Benchellali con los programas biológicos y químicos de Al Qaeda en otras partes. El 10 de enero de 2004, la policía revisó el apartamento de la familia buscando armas y equipos, pero para entonces las rastros de ricino que pudieron haber existido ya se habían desvanecido, declararon funcionarios franceses.
Vecinos y parientes afirman que las acusaciones del gobierno sobre Benchellali son muy exageradas. Jacques Debray, el abogado que representa a la familia Benchellali, dijo que creía que la detención de los padres fue en parte una táctica de presión para obligarlo a confesar -y obtener posibles pistas nuevas para ayudar al gobierno estadounidense a enjuiciar a Mourad Benchellali, el hijo retenido como prisionero en Bahía Guantánamo. "Esos datos claramente ayudarían a mejorar las relaciones con Estados Unidos", dijo Debray.
Sin embargo, oficiales de los servicios antiterroristas están convencidos de que las detenciones impidieron un atentado terrorista y probablemente salvaron vidas -y no sólo en Francia. Pero no se conocen los detalles de esos planes de atentados.
"Los miembros de este grupo tuvieron adiestramiento en armas biológicas y químicas", dijo un detective francés que habló a condición de no ser identificado por su nombre. "Sabemos que querían desarrollar venenos y usarlos para sembrar pánico. Era una herramienta entre muchas".

CONSPIRACIONES EN TODA EUROPA
La detención de Menad Benchellali permitió a la policía desbaratar otras conspiraciones y células clandestinas en Europa.
En enero de 2003, alentada por las pesquisas francesas en el caso de Benchellali, la policía inglesa allanó apartamentos en Londres, Bournemouth y Manchester y detuvo a 13 norafricanos sospechosos de tener lazos con Al Qaeda y con un grupo terrorista afiliado, Ansar al-Islam. En uno de los apartamentos londinenses, la policía encontró semillas de ricino, rastros de aceite de ricino y equipos para la preparación de la toxina. Ese mismo mes, la policía española detendría a 16 norafricanos y requisó más equipos, materiales químicos y pasaportes falsos.
Funcionarios franceses creen que las células españolas, británicas y francesas se comunicaban entre sí y coordinaban sus actividades, especialmente las relacionadas con la obtención de ricino y tóxicos. Los miembros de los tres grupos pasaron una temporada en el campo de adiestramiento de Pankisi Gorge. Sin embargo, más de un año después de la detención de Benchellali, funcionarios de los servicios antiterroristas estadounidense y europeos no están convencidos de que se haya identificado a todos los miembros de esa red.
La administración de Bush ha declarado que cree que más de 100 militantes eran miembros del mismo grupo de células terroristas que supuestamente incluían a Benchellali. También afirma que la red recibía órdenes de Abu Musab Zarqawi, un terrorista palestino nacido en Jordania, del que se sospecha que ha organizado atentados suicidas con bomba recientemente en Iraq. Aunque otros gobiernos tienen menos certeza sobre la estructura del comando, oficiales del contraterrorismo concuerdan ampliamente en que células durmientes adicionales continúan operando en Europa, Asia y posiblemente América del Norte.
"Se están poniendo a punto y esperando instrucciones", dijo Jacquard, el experto francés en terrorismo. "Hacen lo que quieren y recaudan su propio dinero. Algunos no son educados, pero están en comunicación con individuos más profesionales y adiestrados, que operan bajo las últimas órdenes que han recibido de líderes de Al Qaeda".
Los expertos en terrorismo dicen que un ataque con ricino probablemente no causaría bajas masivas, aunque podría matar o afectar a decenas e incluso cientos de personas bajo las condiciones correctas. Incluso un ataque a pequeña escala causaría pánico y alteraría el comercio y los servicios públicos, como se demostró hace dos meses cuando, tras el descubrimiento de rastros de ricino en una máquina sorteadora de cartas, se cerró el edificio del Senado durante varios día.
"Son toxinas que, si se las suelta en un espacio cerrado, pueden causar daños graves", dijo Jeffrey M. Bale, un experto en terrorismo químico y biológico del Instituto de Estudios Internacionales de Monterrey. "No tenemos duda de que los grupos que conocemos hoy sí pueden llevar a cabo un ataque semejante. Lo que me sorprende es que todavía no lo han hecho".

5 mayo 2004 ©washington post ©traducción mQh

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