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diputado fascista héroe de familias


[Bart Jungmann y Ron Meerhof]Ahora ganaría 28 escaños. ¿Quiénes son esos 1.7 millones de votantes potenciales de Wilders? "Pim Fortuyn me parecía muy extremista, pero Geert Wilders me parece bien". Los encuestados opinan sobre el cabecilla fascista.
Massluis, Rozenburg, Rozendaal, Holanda. Jan van Elowijk: "Cuando me enteré de que la mezquita de aquí cerca había sido incenciada, pensé: lástima que no se quemó entera".
Van Elowijk es un jovial gerente jubilado de 64 años, de una empresa de alquiler de ropa blanca. Con un ramo de flores en la mano se dirige hacia la salida del centro comercial Koningshoek, en Maassluis.
La mezquita turca Yeni se encuentra a tiro de piedra, una de las cuatro que tiene Maassluis. Desconocidos prendieron fuego a la mezquita pocos días después del asesinato de Theo van Gogh. El fin de semana nuevamente se intentó quemarla.
Van Elowijk: "Se me ponen los pelos de punta con lo que está ocurriendo: el asesinato de van Gogh, las amenazas contra Hirsi Ali y ahora ese idiota que le desea la muerte a Wilders".
El idiota en cuestión es Abudl Jabbar van de Ven que apareció el miércoles en primera plana con su deseo de que Wilders muriera dentro de dos años. Electoralmente, Wilders no pudo imaginarse un rival más útil, se deduce de las reacciones.
Van Elowijk ya se había fijado en Wilders. "Se atreve a hacer algo contra la agresión de los extranjeros. Eso es necesario, porque esto marcha mal. Yo votaré por él".
Maassluis, en Zuid-Holland, tiene alrededor de 32.000 habitantes, de los cuales unos 5.000 son extranjeros. En 2002 el LPF obtuvo aquí un cuarto de los votos. Un año más tarde, la protesta contra el establishment político se había reducido a un 10 por ciento.
Gerard van Oorschot: "No tengo nada contra los extranjeros, pero hemos ido demasiado lejos. Ahora nos están pagando por nuestra tolerancia".
Van Oorschot está parado en la puerta del centro comercial Koningshoek, esperando a que su mujer termine con las compras. Este funcionario jubilado de 59 años ha votado siempre por el VVD, pero eso se terminó. "Pim Fortuyn era muy extremista, pero Geert Wilders me parece bien. Creo que votaré por él".
Desde el asesinato de Theo van Gogh las cosas marchan bien, electoralmente, con Geert Wilders. En la primera semana de noviembre, antes de que Holanda ardiera, el político, que forma él mismo un grupo, podía contar según un sondeo de TNS NIPO con 9 escaños.
Ahora obtendría 28. ¿Quiénes son esos 1.7 millones de votantes potenciales de Wilders? ¿Son hombres, mujeres, jóvenes, viejos, ricos, pobres, urbanitas, gente del campo, cuellos azules o cuellos blancos? El buró de investigación TNS NIPO piensa tener la respuesta y en resumen: la familia Corriente.
El Grupo Wilders atrae tanto a hombres (53 por ciento) como mujeres (47 por ciento), desde Friesland hasta Limburg, tanto en las ciudades como en el campo. "La fortaleza de Wilders es que atrae a casi todos", según el investigador Peter Kanne.
Geert Wilders remonta sobre todo a expensas del VVD: un 23 por ciento de su electorado potencial proviene de su antiguo partido. En el perfil de NIPO el votante de Wilders tiene entre 30 y 50 años, mientras que el votante a VVD más obcecado es mayor de 50 años. Según Kanne de eso se puede concluir que Wilders atrae sobre todo a compañeros de generación de su antiguo partido.
Rozendaal, de Gelderland, tiene unos 1.500 habitantes. Los únicos extranjeros son un perro danés, que este miércoles ladra como nunca, y una señora francesa que dice no saber nada de la vida política holandesa y aparentemente tampoco tiene interés en enterarse.
En Rozendaal se aprecia el pasado, si se deja llevar uno por la cantidad de instituciones en cuyos letreros se ha remplazado la ‘a' por una ‘e'. Los habitantes son relativamente viejos, y el VVD es dueño y señor en Rozendaal. En las últimas elecciones, las de los gobiernos provinciales, el partido obtuvo un 43 por ciento. Ese porcentaje es muy estable, con la excepción de 2002, cuando el LPF obtuvo el 13.3 de los votos de Rozendaal.
Nada indica sin embargo que Geert Wilders pueda repetir esa hazaña. En la sección del VVD a la que pertenece Rozendaal, su nombre apenas se escucha. "Nuestro pueblo es de ‘liberales' más clásicos", dice el secretario van Geelen, del partido local Rosendael 74. Rozendaal piensa en general que Wilders utiliza su escaño como diputado del VVD para perfilarse a costa del VVD. Y eso no cae bien.
A diferencia del VVD, Wilders no es apoyado por gente con educación superior. Sólo un 17 por ciento de su electorado potencial ha cursado estudios superiores o universitarios. Por otro lado, goza de menos apoyo de la gente con poca educación que Fortuyn. El origen social del electorado muestra una imagen similar. El LPF tuvo éxito sobre todo en los barrios obreros. El Grupo Wilders obtiene mejores resultados entre la clase media blanca y tiene naturalmente viento en las velas.
De los datos del NIPO se desprende que Wouters debe su éxito al temor de y a la indignación por el extremismo musulmán.
"Wilders es la única alternativa útil para ventilar mi descontento", dijo un encuestado, y esa afirmación la comparte un 28 por ciento de los encuestados.
El miércoles es día de mercado en Rozenburg y Jan Breestraat, de 61 años, exhibe sus jerseyes y sus trajes de entrenamiento. Rozenburg está junto al Nieuwe Waterweg, tiene unos 13.000 habitantes; 1.000 son extranjeros. En 2002 el LPF era el partido más grande, con 27 por ciento. Un año más tarde, tras la caída del gabinete, de estos votos de protesta no quedaba más que el 10 por ciento.
Jan Breestraat: "Tenemos en Holanda un tremendo problema con las normas. De los extranjeros. Los inmigrantes nos están machacando. Dicen que los tratamos como ropa vieja, pero lo contrario es la verdad. Geert Wilders es el único que se atreve a decirlo. Y lo dice bien, aunque debe tener cuidado".
Su mujer le dijo que no dijera lo que piensa. Dice que ya le han amenazado dos veces por dar su opinión. "Señor, lo que pasa en Holanda es dramático".

27 de noviembre de 2004
©volkskrant
©traducción mQh

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