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trabajar por menos del mínimo


Para ofrecer oportunidades de trabajo a desempleados, los partidos de gobierno proponen que los subsidios sean pagados por las empresas.
La Haya, Holanda. Los partidos de la coalición de gobierno (CDA, VVD y D66) quieren que las personas que perciben un subsidio de subsistencia trabajen provisoriamente a cambio de un salario inferior al salario mínimo. Ayer se han puesto de acuerdo en el que los desempleados de largo tiempo sigan un trayecto de empleo con una empresa privada a cambio del 90 por ciento del salario mínimo. Al recibir el diploma que conclusión del proyecto, el empleador los deberá mantener en la empresa durante al menos dos años y según las condiciones fijadas en un convenio salarial.
Los diputados Verburg (CDA), Weekers (VVD) y Bakker (D66) presentarán el plan la semana próxima en el debate sobre el presupuesto del ministerio de Asuntos Sociales y Empleo. El ministro De Geus (Asuntos Sociales, CDA, demócrata-cristianos) no quiere comentar el plan sino hasta entonces.
El acuerdo tiene por intención ayudar a personas llamadas sin ‘calificaciones iniciales', por ejemplo a jóvenes que han abandonado prematuramente los estudios. Si toman parte en un ‘trayecto' podrán salir del sistema de subsidios de subsistencia y trabajar para un empleador que les ofrecerá alguna forma de profesionalización. Los ayuntamientos podrá así invertir el dinero ahorrado de los subsidios en cursos de formación adicional o en subsidiar los costes salariales de las empresas.
Verburg habla de una situación ventajosa para todos: para los que reciben subsidio, ayuntamientos y empresas. "Los desempleados con subsidio reciben nuevamente una perspectiva de formación y trabajo, tienen ventajas económicas, ya que el subsidio es solamente un 70 por ciento del salario mínimo y ahora recibirían un 90 por ciento. Los ayuntamientos podrán pagar menos subsidios y los empresarios tendrán la posibilidad de tener personal formado por ellos mismos usando el dinero que el ayuntamiento gastaba en los desempleados".
Weekers señala que en los últimos cinco años el salario mínimo ha aumentado en un 20 por ciento. "Eso es un obstáculo para que las empresas contraten a gente y las formen ellas mismas, sobre todo si se trata de personas que no son cien por cien productivas".
El grupo parlamentario laborista en la Cámara Baja rechaza de plano el plan. El diputado Noorman-Den Uyl: "No es bueno que la gente trabaje por menos del salario mínimo, al mismo tiempo que tienen limitaciones y hacen lo que pueden. Eso sólo favorece a los empresarios".
4 de diciembre de 2004
©nrc-handelsblad
©traducción mQh

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