amenazas por llevar pañuelo
Fascistas quieren obligar a belgas a discriminar a árabes. Amenazan de muerte a empresario con obreros árabes.
"Eres un mal belga y has firmado tu propia sentencia de muerte". Ese es el mensaje que recibió el dueño de la fábrica, Rik Remmery, cuando leyó su correo una mañana justo antes de Navidad. Para el ex agente de policía Rik fue solo el comienzo de rabiosa y escalofriante tirada de cartas con amenazas. Otras cartas pusieron una recompensa de 250.000 euros por su asesinato, y una carta incluía una bala. Ahora las cartas también eran enviadas a su casa y a su fábrica. Otra carta decía: "Diciembre será una pesadilla". Las amenazas de muerte contra Rik las provocó un simple hecho: empleaba a una mujer musulmana que iba a trabajar con el pañuelo. A alguien en esta pequeña ciudad de Legeden en West Flandes no le gustó y está dispuesto a tomar medidas extremas a menos que Rik ponga en la calle a Naima Amzil. Pero Rik se puso firme. "Ha trabajado aquí durante ocho años. Yo la acepté con pañuelo y no voy a cambiar de opinión por una persona enfermiza", dijo.
Sacándose el Pañuelo
Naima se horrorizó al enterarse de las amenazas. No podía creer que alguien reaccionara de esa manera ante su simple pañuelo blanco. Originalmente de Marruecos, hizo todo lo posible por integrarse a la sociedad belga -aprendió francés y holandés, y tiene pasaporte belga. Sus colegas en el trabajo la apoyaron. El sindicato de trabajadores independientes Unizo organizó una petición de apoyo en internet que terminaron firmando 25.000 personas. Pero a medida que llegaban más cartas, también aumentaron la presión y los temores. Al final, con una policía sin pistas de la investigación, Naima decidió actuar. En la fábrica se sacó el pañuelo. Pero regulaciones de salud y seguridad la obligaban a llevar una malla para el pelo en el trabajo, de modo que pudo seguir fiel a sus creencias religiosas.
Simpatía de la Casa Real
Fue algo traumático. Ese día lloró durante horas. "Fue muy, muy difícil. Era como si me hubieran sacado una parte de mí. Me sentí mal todo el día", dice Naima. El Rey Alberto de Bélgica estaba de vacaciones en Francia y vio un reportaje sobre el asuntos en televisión, en Ledegem. Tomó contacto con la fábrica e invitó a Rik y Naima -con pañuelo- al palacio real para una audiencia televisada. Para el rey, era importante enviar el mensaje de que la intolerancia religiosa era inaceptable. La historia de Naima y Rik es sintomático de las sospechas y extremismo con que se ataca a muchos musulmanes en Europa. En otras partes de Bélgica, la presión política está obligando a la policía local a implementar reglas que son difíciles de explicar a la comunidad musulmana.
Vigilancia Policial
En Amberes -una ciudad con una comunidad musulmana de 50.000 personas- la policía puede ahora multar e incluso encarcelar a mujeres que lleven burka (una túnica que cubre todo el cuerpo) en la calle. La policía enfatiza que se trata de una vieja ordenanza -originalmente implementada para impedir que la gente se cubriera completamente la cara con máscaras en tiempos de carnaval. Tiene que ver con la seguridad del público. "Cuando eres agente y estás patrullando las calles, deberías poder ver la cara de la gente. Porque si no ves las caras, no sabes quién es, o qué quieren hacer", dijo la comisaria François Vermeulen, de la policía de Amberes. "Si te colocas una máscara de Micky Mouse y sales a la calle, la policía te parará. Es así de simple. No sólo las mujeres con burka o pañuelo o velo". Pero la policía admite que las mujeres a las que han parado por esta razón no conocen o no entienden el reglamento. En Ledegen la policía todavía no sabe qué hacer. De momento no hay llegado cartas con amenazas, pero sigue la desagradable impresión de que surgió un extremismo nativo. "En una ciudad pequeña como esta, se conoce todo el mundo. Yo creo que debe ser un skinhead, un neo-nazi, un neo-fascistas, alguien así. Realmente no sé", dice Rik. En la fábrica, Naima trabaja esmeradamente empaquetando gambas y otros delicias producidas ahí. Todavía tiene energías para dar la cara. "Cuando llegué aquí con el pañuelo, Rik dijo que no era problema. Nunca pensé que llegaría el día en que tendría que sacármelo. Ahora espero que llegue el día en que pueda volver a trabajar con mi pañuelo".
31 de enero de 2005
1 de febrero de 2005
©bbc
©traducción mQh
pactando con los fascistas
"Eres un mal belga y has firmado tu propia sentencia de muerte". Ese es el mensaje que recibió el dueño de la fábrica, Rik Remmery, cuando leyó su correo una mañana justo antes de Navidad. Para el ex agente de policía Rik fue solo el comienzo de rabiosa y escalofriante tirada de cartas con amenazas. Otras cartas pusieron una recompensa de 250.000 euros por su asesinato, y una carta incluía una bala. Ahora las cartas también eran enviadas a su casa y a su fábrica. Otra carta decía: "Diciembre será una pesadilla". Las amenazas de muerte contra Rik las provocó un simple hecho: empleaba a una mujer musulmana que iba a trabajar con el pañuelo. A alguien en esta pequeña ciudad de Legeden en West Flandes no le gustó y está dispuesto a tomar medidas extremas a menos que Rik ponga en la calle a Naima Amzil. Pero Rik se puso firme. "Ha trabajado aquí durante ocho años. Yo la acepté con pañuelo y no voy a cambiar de opinión por una persona enfermiza", dijo.Sacándose el Pañuelo
Naima se horrorizó al enterarse de las amenazas. No podía creer que alguien reaccionara de esa manera ante su simple pañuelo blanco. Originalmente de Marruecos, hizo todo lo posible por integrarse a la sociedad belga -aprendió francés y holandés, y tiene pasaporte belga. Sus colegas en el trabajo la apoyaron. El sindicato de trabajadores independientes Unizo organizó una petición de apoyo en internet que terminaron firmando 25.000 personas. Pero a medida que llegaban más cartas, también aumentaron la presión y los temores. Al final, con una policía sin pistas de la investigación, Naima decidió actuar. En la fábrica se sacó el pañuelo. Pero regulaciones de salud y seguridad la obligaban a llevar una malla para el pelo en el trabajo, de modo que pudo seguir fiel a sus creencias religiosas.
Simpatía de la Casa Real
Fue algo traumático. Ese día lloró durante horas. "Fue muy, muy difícil. Era como si me hubieran sacado una parte de mí. Me sentí mal todo el día", dice Naima. El Rey Alberto de Bélgica estaba de vacaciones en Francia y vio un reportaje sobre el asuntos en televisión, en Ledegem. Tomó contacto con la fábrica e invitó a Rik y Naima -con pañuelo- al palacio real para una audiencia televisada. Para el rey, era importante enviar el mensaje de que la intolerancia religiosa era inaceptable. La historia de Naima y Rik es sintomático de las sospechas y extremismo con que se ataca a muchos musulmanes en Europa. En otras partes de Bélgica, la presión política está obligando a la policía local a implementar reglas que son difíciles de explicar a la comunidad musulmana.
Vigilancia Policial
En Amberes -una ciudad con una comunidad musulmana de 50.000 personas- la policía puede ahora multar e incluso encarcelar a mujeres que lleven burka (una túnica que cubre todo el cuerpo) en la calle. La policía enfatiza que se trata de una vieja ordenanza -originalmente implementada para impedir que la gente se cubriera completamente la cara con máscaras en tiempos de carnaval. Tiene que ver con la seguridad del público. "Cuando eres agente y estás patrullando las calles, deberías poder ver la cara de la gente. Porque si no ves las caras, no sabes quién es, o qué quieren hacer", dijo la comisaria François Vermeulen, de la policía de Amberes. "Si te colocas una máscara de Micky Mouse y sales a la calle, la policía te parará. Es así de simple. No sólo las mujeres con burka o pañuelo o velo". Pero la policía admite que las mujeres a las que han parado por esta razón no conocen o no entienden el reglamento. En Ledegen la policía todavía no sabe qué hacer. De momento no hay llegado cartas con amenazas, pero sigue la desagradable impresión de que surgió un extremismo nativo. "En una ciudad pequeña como esta, se conoce todo el mundo. Yo creo que debe ser un skinhead, un neo-nazi, un neo-fascistas, alguien así. Realmente no sé", dice Rik. En la fábrica, Naima trabaja esmeradamente empaquetando gambas y otros delicias producidas ahí. Todavía tiene energías para dar la cara. "Cuando llegué aquí con el pañuelo, Rik dijo que no era problema. Nunca pensé que llegaría el día en que tendría que sacármelo. Ahora espero que llegue el día en que pueda volver a trabajar con mi pañuelo".
31 de enero de 2005
1 de febrero de 2005
©bbc
©traducción mQh
pactando con los fascistas
Un senador de un partido en el Parlamento cierra pacto con Vlaams Belang. Su partido -liberales- lo expulsará.
Un senador del partido del primer ministro Guy Verhofstadt ha hecho pasar aprietos al premier al cortejar públicamente al partido de extrema derecha Vlaams Belang. El lunes, el telediario estatal RTBF informó que Hugo Coveliers, de los liberales belgas VLD, había compartido una plataforma el domingo con el presidente Filip Dewinter, de Vlaams Belang, durante un acto de la campaña. Dijo que estaba dispuesto a considerar unirse a Vlaams Belang para las elecciones municipales de Amberes en 2006. Anunció que estaba preparado para formar un nuevo partido liberal de extrema derecha que compartiría el poder con el Vlaams Belang si eso le permitía asegurarse una mayoría en 2006. La noticia es un paso importante para el Belang, que ha estado tratando constantemente de seducir a otros partidos prometiendo a sus líderes ayuda para asegurarse de alcaldías y posiciones importantes en los ayuntamientos. Aunque la dirigencia del VLD lo niega, el partido de extrema derecha declaró que estaba realizando negociaciones con ocho secciones del partido liberal. La sugerencia causó incomodidad a Verhofstadt, que apoya la posición de que ningún partido democrático debe hacer tratos con Vlaams Belang. La semana pasada, el presidente del VLD, Bart Somers, también reiteró la posición de su partido. Es probable que Covelier, que ya fue excluido de la dirección del partido el 26 de enero, sea expulsado del VLD.
2 de febrero de 2005
©expatica
©traducción mQh
alcahuetes del fascismo
Un senador del partido del primer ministro Guy Verhofstadt ha hecho pasar aprietos al premier al cortejar públicamente al partido de extrema derecha Vlaams Belang. El lunes, el telediario estatal RTBF informó que Hugo Coveliers, de los liberales belgas VLD, había compartido una plataforma el domingo con el presidente Filip Dewinter, de Vlaams Belang, durante un acto de la campaña. Dijo que estaba dispuesto a considerar unirse a Vlaams Belang para las elecciones municipales de Amberes en 2006. Anunció que estaba preparado para formar un nuevo partido liberal de extrema derecha que compartiría el poder con el Vlaams Belang si eso le permitía asegurarse una mayoría en 2006. La noticia es un paso importante para el Belang, que ha estado tratando constantemente de seducir a otros partidos prometiendo a sus líderes ayuda para asegurarse de alcaldías y posiciones importantes en los ayuntamientos. Aunque la dirigencia del VLD lo niega, el partido de extrema derecha declaró que estaba realizando negociaciones con ocho secciones del partido liberal. La sugerencia causó incomodidad a Verhofstadt, que apoya la posición de que ningún partido democrático debe hacer tratos con Vlaams Belang. La semana pasada, el presidente del VLD, Bart Somers, también reiteró la posición de su partido. Es probable que Covelier, que ya fue excluido de la dirección del partido el 26 de enero, sea expulsado del VLD.
2 de febrero de 2005
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alcahuetes del fascismo
Políticos belgas con simpatías por la extrema derecha hacen suyos programas de los fascistas.
Uno de los vice-primeros ministros belgas ha dicho que un importante partido belga ha comenzado a copiar a los extremistas de Flandes. El ministro de Finanzas Didier Reynders dijo el domingo en el programa de televisión de RTBF, Mise au point', que los demócrata-cristianos belgas CD&V estaban siguiendo a la Nueva Alianza de Flandes NV-A así como al partido de extrema derecha Vlaams Belang. "Lo que está pasando en Flandes es una contaminación por los separatistas de la NV-A y por el Vlaams Belang", dijo. Vlaams Belang es la nueva cara de Vlaams Blok, un partido calificado racista el año pasado por tribunales belgas. En el pasado, los partidos políticos belgas firmaron un pacto de exclusión del Blok, pero desde que el partido ha ganado en popularidad en Flandes algunos políticos de partidos importantes han empezado a pensar en colaborar con él, incorporando en algunos casos su programa en sus programas de partido. Reynders, presidente del partido francófono de centro derecha Mouvement Reformateur MR criticó la decisión de CD&V de no votar la ley para impedir el financiamiento público de los partidos extremistas. También lo criticó por negarse a participar en un grupo de trabajo para discutir el futuro lingüístico del suburbio de Bruselas, Brussels-Hal-Vilvorde. "Si queremos vivir en armonía, tenemos que solucionar los conflictos", dijo, agregando que el equipo de trabajo era un test de si los belgas francófonos y flamencos quieren seguir viviendo juntos. Reynders dijo que si se hacía claro que las comunidades lingüísticas de Bélgica no querían vivir juntas, los francófonos debían repensar cómo quieren ser gobernados.
2 de febrero de 2005
©expatica
©ICARE News Desk [news@icare.to]
Uno de los vice-primeros ministros belgas ha dicho que un importante partido belga ha comenzado a copiar a los extremistas de Flandes. El ministro de Finanzas Didier Reynders dijo el domingo en el programa de televisión de RTBF, Mise au point', que los demócrata-cristianos belgas CD&V estaban siguiendo a la Nueva Alianza de Flandes NV-A así como al partido de extrema derecha Vlaams Belang. "Lo que está pasando en Flandes es una contaminación por los separatistas de la NV-A y por el Vlaams Belang", dijo. Vlaams Belang es la nueva cara de Vlaams Blok, un partido calificado racista el año pasado por tribunales belgas. En el pasado, los partidos políticos belgas firmaron un pacto de exclusión del Blok, pero desde que el partido ha ganado en popularidad en Flandes algunos políticos de partidos importantes han empezado a pensar en colaborar con él, incorporando en algunos casos su programa en sus programas de partido. Reynders, presidente del partido francófono de centro derecha Mouvement Reformateur MR criticó la decisión de CD&V de no votar la ley para impedir el financiamiento público de los partidos extremistas. También lo criticó por negarse a participar en un grupo de trabajo para discutir el futuro lingüístico del suburbio de Bruselas, Brussels-Hal-Vilvorde. "Si queremos vivir en armonía, tenemos que solucionar los conflictos", dijo, agregando que el equipo de trabajo era un test de si los belgas francófonos y flamencos quieren seguir viviendo juntos. Reynders dijo que si se hacía claro que las comunidades lingüísticas de Bélgica no querían vivir juntas, los francófonos debían repensar cómo quieren ser gobernados.
2 de febrero de 2005
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