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quiénes son los deportados


[Anthony Deutsch] Películas holandesas para mostrar lado humano de deportaciones.
Amsterdam, Holanda. Lucía Marama tenía 12 años cuando sus padres y un hermano fueron asesinados y huyó de Angola _país desgarrado por una guerra civil_ hacia Holanda. Actualmente habla casi perfectamente el holandés, obtiene buenas calificaciones y quiere ser enfermera.
Pero la joven enfrenta una posible deportación debido a que el gobierno holandés alienta una de las políticas de inmigración más severas de Europa, que se propone expulsar antes de mediados del 2007 a unas 26.000 personas que han solicitado asilo político.
Actualmente un ejército de 120 cineastas está contraatacando con "26,000 Faces" (26.000 caras), un proyecto para entrevistar a cada una de estas personas y transmitir los pequeños documentales en la televisión nacional.
"Espero que las películas ayuden a cambiar la percepción de los televidentes para que piensen en personas y no en números. Si eso cambia, podría influir sobre las autoridades", sostiene Corinne van Egeraat, creadora del proyecto y quien está filmando a Lucía.
La política de Holanda era una de las más tolerantes de Europa, pero al igual que numerosos países de la región desde hace tiempo está implementando medidas más severas para los inmigrantes y refugiados ante el creciente desempleo y los temores de que haya extremistas entre las comunidades de musulmanes extranjeros, tras los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos.
La primera o segunda generación de inmigrantes en Holanda representan el 19% de la población total del país _tres millones sobre un total de 16 millones_, casi el doble de la proporción actual en la vecina Alemania. La mayoría proviene de Marruecos y Turquía. Cerca de un millón _o el 6%_ es musulmana.
Las autoridades de inmigración sostienen que hasta febrero recibieron 8.000 casos y que unas 5.000 personas fueron deportadas o abandonaron voluntariamente el país tras recibir un aliciente monetario.
Otras 3.000 personas que solicitaron asilo fueron reclasificadas como casos extremos y se les permitió permanecer en el territorio holandés.
Entre los recientemente deportados está Angelo, el hermano de 23 años de Lucía. Fue repatriado en diciembre y desde entonces no se sabe nada de él. Otro de sus hermanos, Okidio, de 14 años, también podría ser devuelto a su país.
En un frío día invernal, un equipo de cineastas filmaba en el este de Amsterdan parte del documental que incluirá la vida diaria de Lucía.
La acompañaron durante un examen de biología y se subieron con ella al tranvía que la llevó a la casa que comparte con una compañera de clases del Congo.
"No podía permanecer en Angola después de perder a mis padres. Ya no había nadie que se ocupara de nosotros", sostuvo durante un recreo en el Colegio Montessori, donde estudian principalmente inmigrantes.
"Me gusta estar aquí. Tengo la posibilidad de estudiar y forjar mi futuro", señaló.
El poder de las breves filmaciones _de uno a dos minutos de duración y disponibles en el sitio de la internet http://www.26000gezichten.nl/english.php - es que revelan el costado más común y típicamente holandés de la vida de esas personas: una mujer china que alimenta a sus hijos y luego habla en holandés sobre sus temores a ser deportada; un niño de 7 años de Azerbaiyán sentado en una sala donde describe cómo su padre fue encarcelado durante seis meses; unos hermanos de Irán parados en medio del paisaje holandés, que manifiestan temor a ser separados.
Forman parte de una docena de cintas exhibidas en festivales de cine de Holanda y difundidas a través de la internet.
Lucía aparecerá en uno de las 21 películas que se transmitirán en marzo por primera vez en la televisión.
Algunas de las personas que buscan asilo han permanecido en este país durante una década o más, o ya no se identifican con el país en el que nacieron.
"Nos acostumbramos a un país y luego nos obligan a regresar a un lugar a donde no queremos ir", declaró Lucía.
Pero sus posibilidades de conseguir el asilo político han tropezado con el fin de la guerra civil en Angola.
"Muchos de nuestros estudiantes quedan atrapados en medio del proceso de asilo político", manifestó Hella Kroon, directora del colegio de Lucía. "Cada año, un par de estudiantes son obligados a irse".
Las estadísticas sugieren que las políticas más severas están dando resultados: la cantidad de personas que presentaron nuevas solicitudes de asilo político cayó el 30% el año pasado a su cifra más baja. Cerca del 40% de los pedidos de asilo son rechazados dentro de las 48 horas después de haber sido recibidos.
Grupos de refugiados y partidos políticos de la oposición sostienen que las medidas son inhumanas y transgreden los tratados internacionales de derechos humanos.
El proyecto ‘26.000 Faces' grabó en febrero un récord de 21 cintas que se transmitirán a partir del 11 de marzo.
Aparecerán en una cadena de televisión que, si bien está financiada por el estado, difunde voces críticas a la política gubernamental.
Pero ponerle rostro humano a lo que para muchos nativos holandeses es una muchedumbre anónima extranjera podría no ser suficiente para revertir la opinión pública.
Las medidas que buscan reducir la inmigración son populares, especialmente desde el asesinato del cineasta Theo Van Gogh en noviembre, cometido presuntamente por un extremista musulmán que se sintió injuriado por una de sus películas.

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23 de febrero de 2005
©nuevo herald

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