Blogia
mQh

estado policial democrático


[John Pilger] Inglaterra vive virtual estado de tiranía.
Thomas Friedman es un famoso columnista del New York Times. Ha sido descrito como "perro guardián de la política exterior norteamericana". Lo que quiera que sea que tengan en mente los señores de la guerra estadounidenses, Friedman lo defenderá con garras y dientes. Fanfarronea que "la mano oculta del mercado no funcionará nunca sin un puño escondido". Fomenta el bombardeo de países y dice que ya empezó la tercera guerra mundial.
El último ladrido de Friedman giró sobre la libertad de expresión, que se dice que garantiza la constitución de este país. Quiere que el departamento de Estado lleve una lista negra de todos los que hacen declaraciones políticas "equivocadas". Se refiere no solamente a los que pregonan la violencia sino a los que creen que las acciones americanas son la causa principal del terrorismo actual. El último grupo, al que describe como "apenas un grado menos despreciables que los terroristas", incluye a la mayoría de los estadounidenses y de los ingleses, de acuerdo a los últimos sondeos.
Friedman quiere un "informe de la Guerra de Ideas" que mencionará a los que tratan de entender y explicar, por ejemplo, por qué se atentó contra Londres. Esos son "fabricantes de excusas" que "deben ser denunciados". El término "fabricantes de excusas" lo tomó de prestado de James Rubin, que fue el principal apologista de Madeleine Albright. Albright, que fue secretario de estado durante el presidente Clinton, dijo que la muerte de medio millón de niños iraquíes como resultado del bloqueo norteamericano era un "precio" que "valía la pena" pagar. De todas las entrevistas que he filmado en el Washington oficial, la defensa del asesinato masivo de Rubin es inolvidable.
En estos asuntos, la farsa no está nunca demasiado lejos. Entre los "fabricantes de excusas" también estaría la CIA, que ha advertido que ‘[desde la invasión] Iraq ha remplazado a Afganistán como el terreno de adiestramiento de la próxima generación de terroristas profesionalizados'".
Como muchas cosas en la era de Blair, estas sandeces mccarthistas han flotado desde el otro lado del Atlántico y están ahora siendo recicladas por el primer ministro para las propuestas de leyes de estado policial, poco diferentes de las inclinaciones fascistas de Friedman y otros extremistas. En lugar de la lista negra de Friedman, tendremos la base de datos propuesta por Tony Blair, de opiniones, librerías y sitios en internet prescritos.
La abogado de derechos humanos inglesa, Linda Christain, pregunta: "¿Se impedirá que los que creen que hay una enorme injusticia en las mismas causas que los terroristas -Iraq, Afganistán, la guerra contra el terrorismo, Bahía Guantánamo, Abu Ghraib-, digan por qué están indignados? Porque ahora el terrorismo se define en nuestras leyes como acciones en el extranjero, ¿se negará la libertad de expresión a los que apoyan los movimientos de liberación en por ejemplo la Cachemira o Chechenia?" Toda definición del terrorismo, señala, debe "incluir las acciones de estados terroristas implicados en guerras ilegales".
Por supuesto Blair no dice nada sobre el terrorismo de estado en Oriente Medio y otros lugares, y para él moralizar sobre "nuestros valores" insulta el hecho de su crimen de sangre en Iraq. Su estado policial en ciernes, espera, tendrá los poderes totalitarios a los que ha aspirado desde 2001, cuando suspendió el habeas corpus e introdujo el arresto domiciliario sin juicio e indefinido. Los Law Lords, el órgano judicial más alto de Gran Bretaña, han tratado de poner fin a esto. En diciembre pasado, Lord Hoffman dijo que los ataques de Blair contra los derechos humanos eran una mayor amenaza para la libertad que el terrorismo. El 26 de julio, Blair dijo que todo el pueblo inglés estaba amenazado e insultó al poder judicial de una manera que, observó Simon Jenkins, "estaría a la altura de su amigo Vladimir Putin". Lo que estamos viendo en Gran Bretaña es el surgimiento de un estado policial democrático.
Si crees que todo esto esotérico o simplemente falso, viaja a cualquier barrio musulmán en Gran Bretaña, especialmente en noroeste y vive el estado de sitio y el temor. El 15 de julio asistimos a una muestra del futuro de Gran Bretaña cuando la policía allanó el Centro de Estudios Iqra y su librería cerca de Leeds. El Iqra Trust es una bien conocida institución de beneficencia que fomenta el islam como "una religión pacífica que cubre todos los aspectos de la vida". La policía derrumbó al puerta, destruyó la tienda y requisó los libros contra la guerra, que describieron como "anti-occidentales".
Entre las cosas había un DVD del discurso Respeta Mi Partido del parlamentario George Galloway ante el senado norteamericano y un artículo mío en el New Statesman ilustrado por una muy publicada fotografía de un palestino en Gaza cuando trataba de escudar a su hijo de las balas israelíes antes de que lo mataran a balazos. Se decía que la fotografía estaba "excitando" a la gente, queriendo decir a los musulmanes. Claramente, David Gibbons, el estimado director de arte de esta revista, que eligió esta ilustración, será llamado a presentarse ante el Tribunal de la Incitación de Blair. Uno de mis libros, ‘The New Rulers of the World', fue también, aparentemente, confiscado. No se sabe si la policía ha leído el capítulo que documenta cómo los americanos, con la ayuda del M16 y las SAS, crearon, armaron y financiaron a los terroristas de los Muyahedines Islámicos, uno de ellos Osama bin Laden.
El allanamiento fue deliberadamente teatral, la prensa fue informada de antemano. Dos de los supuestos 7 terroristas de julio habían trabajado como voluntarios en la tienda hace cuatro años. "Cuando se convirtieron a la línea dura", dijo un asistente social para jóvenes. "Se marcharon y nunca volvieron y no tienen nada que ver con la tienda". El allanamiento fue presenciado por aterrorizados vecinos, que ahora están asustados, enfadados y amargados. Hablé con Muserat Sujawal, que ha vivido en la zona durante 31 años y es ampliamente respetada por su dirección del cercano Centro Comunitario Hamara. Me dijo: "No había ninguna justificación para el allanamiento. El punto de la tienda es mostrar cómo es islam es una religión comunitaria. Mi familia ha comprado en esa tienda durante años, cosas como por ejemplo el equivalente en árabe de Barrio Sésamo. Han puesto el temor en nuestros corazones". James Dean, profesor de secundaria en Bradford, dijo: "Estoy aprendiendo urdu, porque tengo clases multi-étnicas y la tienda ha sido muy útil porque tiene cintas".
La policía tiene derecho a seguir cualquier pista en su caza de los terroristas, pero la intimidación no hace parte de ese derecho. Sin Ian Blair, el comisionado de la Policía Metropolitana que entiende de cómo se pueden manipular los medios de comunicación y gasta un montón de tiempo en estudios de televisión, todavía tiene que explicar por qué anunció que el asesinato en el metro de Londres, del brasileño Jean Charles de Menezes, estaba "directamente vinculado" al terrorismo, cuando ya debía saber la verdad. Los musulmanes en Gran Bretaña reportan la presencia de "furgonetas con cámaras" policiales cruzando sus calles, filmando a todo el mundo. "Somo como un gueto sitiado", dijo un hombre demasiado atemorizado como para dar su nombre. "¿Se dan cuenta de lo que están haciendo a nuestros jóvenes?"
El otro día, Blair dijo: "No toleraremos nada de este sin sentido de que los atentados tengan algo que ver con el hecho que los ingleses estemos en Iraq o en Afganistán, o apoyamos a Israel, o apoyamos a Estados Unidos, ni nada que se parezca. Es un sin sentido y tenemos que considerarlo de esa manera". Este "desvarío", como observó el escritor estadounidense Mike Whitney, "es parte de una estrategia más amplia para desechar los hechos obvios sobre el terrorismo y acusar a las víctimas de la agresión norteamericana-inglesa. Es una táctica que fue acuñada en Tel Aviv y perfeccionada durante 37 años de agresión. Se basa en la suposición de que el terrorismo surge de una ideología religiosa amorfa que convierte a sus adherentes en implacables carniceros".
El profesor Ropert Pape, de la Universidad de Chicago, ha estudiado todos los atentados terroristas de los últimos 25 años. Rechaza la suposición de que los terroristas suicidas son motivados principalmente por "una ideología del mal independiente de otras circunstancias". Dijo: "Los hecho son que desde 1980, la mitad de los atentados han sido laicos. Pocos terroristas se ajustan al estereotipo standard... La mitad de ellos no son fanáticos religiosos de ninguna manera. De hecho, más del 95 por ciento de los atentados kamikaze en el mundo no tienen nada que ver con la religión, sino con un objetivo estratégico específico -obligar a Estados Unidos y otros países occidentales a abandonar sus empresas militares en la Península Arábica y en países que ven como sus patrias o que aprecian grandemente... El vínculo entre la indignación por las acciones de los militares americanos, ingleses y occidentales y la capacidad de al-Qaeda para reclutar terroristas kamikaze para matarnos no podría ser más estrecho".
Así, estamos avisados, otra vez. El terrorismo es la consecuencia lógica de la política exterior norteamericana y británica, cuyo terrorismo infinitamente más destructivo tenemos que reconocer y debatir, y urgentemente.

Publicado por primera vez en: New Statesman - www.newstatesman.co.uk

20 de agosto de 2005
©zmag
©traducción mQh


0 comentarios