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agente mafioso la violó


[Patrick Gallahue y Zach Haberman] La conmovedora acusación de una mujer.
El policía mafioso Stephen Caracappa no solamente era un asesino infiltrado de la mafia cuando llevaba su chapa del Departamento de Policía de Nueva York -era también un violador, de acuerdo a una sorpresiva acusación.
"Ese hombre me hacía pensar en el demonio, era Satanás", dijo la presunta víctima Diane Frisco sobre el corrupto ex detective, al que conoció a fines de los años setenta cuando Caracappa era un agente encubierto de antinarcóticos que preparaba una acusación contra ella y su marido Richard Warme.
Frisco y Warne eran vistos por los federales como potenciales testigos en su caso contra Caracappa y el desacreditado ex colega Louis Eppolito, que fueron condenados por homicidio antes este mes.
Mientras era interrogada sobre las conexiones de Caracappa con el mundo de las drogas, Frisco dijo a los detectives que en 1978 él la había llevada engañada al cuarto de un motel en el Bronx y la había violado. Su marido estaba en la cárcel en esa época esperando su juicio después de que el entonces policía lo hubiera arrestado por facilitarle un negocio de drogas.
Warme dijo que su tragedia empezó cuando el entonces poli Caracappa, al que conocía bajo el nombre de ‘Frankie Black’ -su identidad como poli encubierto-, llegó a su casa cerca de la autopista Throgs Neck y explicó: "Sabes, cuando llegue el juicio yo podría ayudar a tu marido".
"Recuerda, tengo todas las cartas en la manos, chica", le dijo Caracappa a Frisco, ahora de 58, que estaba acusada, junto con su marido, y que había salido en libertad bajo fianza en esa época. Más tarde fue absuelta.
Pocos días después Caracappa la condujo al motel Town and Country en Corner Street, ahora un refugio de mujeres, y la llevó a un cuarto en el primer piso.
"Me arrojó sobre la cama y me quitó los pantalones", contó Frisco al Post.
"Yo estaba paralizada, llorando y congelada", dijo, describiendo cómo Caracappa se desnudaba y se veía como un "gorila flaco".
Nunca habló sobre la repugnante cita porque el detective le dijo: "Si dices algo, nadie te va a creer".
"Me sentí sucia, me daba asco", dijo Frisco, que amenazó con emprender acciones legales contra Caracappa. "Me sentí violada".
También describió algunos de los violentos métodos utilizados por el poli mientras actuaba como Frankie Black, incluyendo la amenaza de cortarle a su hija los dedos si no le entregaba las drogas.
Dijo que la terrible situación la obligó a enviar a sus cinco hijos a vivir con parientes en Arizona, adonde también se dirigió durante un año después de que se aclararan sus líos judiciales. Luego volvió al Bronx y adoptó el apellido de su abuelo.
Frisco posteriormente se divorció de Warme.
Warme, 59, también piensa demandar a Caracappa, alegando que el ex poli hizo declaraciones falsas en el estrado sobre que Warme había escapado con 20 mil dólares que había recibido de Caracappa para comprar drogas.
Caracappa declaró que dio dinero a Warme en el juicio de este en 1978. Warme niega firmemente haber recibido la pasta y ahora cree que el poli corrupto se la metió al bolsillo.
Ed Hayes, el abogado de Caracaooa, dijo que no sabía lo suficiente sobre el asunto como para comentar la acusación.
Warme admite que él "no era un ángel" y que ayudó a Caracappa a ponerse en contacto con traficantes de drogas porque "en esa época yo necesitaba desesperadamente el dinero".
Dijo al Post que primero le pidieron que buscara cocaína, luego heroína.
Los fiscales trataron de introducir evidencias en el juicio del poli de la mafia de que Caracappa fue grabado cuando admitía que usaba cocaína cuando estaba trabajando en la unidad antinarcóticos, pero el juez no permitió que el jurado oyera esa grabación.
Frisco y Warme estaban siendo considerados como testigos potenciales en el caso, pero no se les pidió que declararan bajo juramento, en parte debido a la abundancia de otras pruebas contra los ex agentes.
Los ex polis serán sentenciados por cargos de extorsión, homicidio y tráfico de drogas, este 22 de mayo.

patrick.gallahue@nypost.com

17 de abril de 2006
©new york post
©traducción mQh
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