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jeques sunníes contra al_qaeda


[Chris Kraul] Jefes tribales iraquíes forman un partido contra al Qaeda con el que participar en elecciones.
Ramadi, Iraq. Un grupo de líderes tribales sunníes en la sitiada provincia de Al Anbar dijeron el jueves que tenían la intención de formar un partido nacional para luchar contra insurgentes como al Qaeda en Iraq y participar en el proceso político iraquí.
El anuncio se produjo después de que 200 jeques que representan a cincuenta tribus, se reunieran aquí y acordaran formar un concejo provincial de jeques y realizar en mayor el primer congreso de su nuevo partido, llamado Despertar Iraquí. También asistirán los jeques de otras tres provincias, dijeron los organizadores.
La fuerza motriz detrás del nuevo partido, el jeque Abdul-Sattar abu Risha, dijo en una entrevista que los líderes tribales presentarán una lista de candidatos para las elecciones provinciales en Al Anbar más tarde este año, así como en la próxima ronda de las elecciones parlamentarias nacionales, convocadas para 2009.
Uno de los objetivos del partido, dijo Sattar, es difundir una mejor imagen de las fuerzas norteamericanas "entre los iraquíes". Agregó que las tribus también participarán en los esfuerzos norteamericanos por restablecer el poder judicial en Ramadi, la capital provincial.
El jeque es líder de la tribu Abu Risha, que forma parte de la confederación tribal de Dulaimi, en Al Anbar. Su decisión política ha sido rechazada por algunos. Su base de apoyo se encuentra en los alrededores de Ramadi, aunque ha estado tratando de acercarse a otras ramas de la tribu Dulaimi en los alrededores de la provincia. Sin embargo, su historia sigue siendo un tema de especulación, y otros desconfían de él, incluso aunque busquen una asociación nominal con su movimiento ahora que los líderes tribales se agrupan para atacar a al Qaeda y sus afiliados.
Jefes militares norteamericanos aquí dijeron que saludaban el anuncio porque en los últimos meses la cooperación de los jeques en Al Anbar había contribuido a un incremento de los reclutas de la policía y ejército iraquíes y a una fuerte reducción de los ataques rebeldes contra las tropas norteamericanas y sus aliados iraquíes.
Después de permanecer neutrales o a favor de la resistencia tras la invasión norteamericana en 2003, muchos jeques de Al Anbar finalmente se decepcionaron de la resistencia debido a la brutalidad de los militantes extranjeros. Sattar dijo que él empezó a organizar a los jeques en septiembre, después de que su padre y tres hermanos fueran asesinados por los rebeldes.
"Los terroristas destruyeron la red de gente y sus medios de comunicación, y el nuevo concejo de jeques tiene la función de reinstalarla y luchar contra los rebeldes hasta que los saquemos del país", dijo Sattar.
Las mejores condiciones de seguridad en Al Anbar, que los militares norteamericanos atribuyen a las posiciones en curso de los jeques de la región, ha sido un punto positivo en Iraq en los últimos meses.
Los jeques, que han sido tradicionalmente los líderes culturales aquí, se sintieron marginados por el sistema político impuesto por la invasión de 2003. Algunos funcionarios de la ocupación norteamericana veían a los jeques y su control de las familias como poco democrático.
El gobernador de Al Anbar, Mamoun Sami Rasheed, dijo el jueves que los jeques se marginaron a sí mismos al negarse a participar en las elecciones iraquíes de 2005 y, en algunos casos, al apoyar a la organización al Qaeda en Iraq.
A su vez, los jeques se han burlado de algunos de los representantes provinciales, por ser políticos ausentes sin vínculos locales.
Pero algunos jeques en Ramadi y otras partes de Al Anbar han establecido desde el año pasado relaciones más estrechas con las fuerzas armadas norteamericanas, cuando empezaron a tomar posición contra la resistencia y al Qaeda en Iraq.
Con el apoyo de los jeques, las tribus de la provincia de Al Anbar han contribuido en los últimos meses con miles de reclutas a las fuerzas de seguridad iraquíes, permitiendo que las tropas norteamericanas conservaran y pacificaran partes de la inquieta provincia.
El número de ataques rebeldes en Ramadi y zonas adyacentes ha caído a sólo una fracción de lo que era hace un año, dijo el coronel de ejército John Charlton, comandante del Equipo de Combate de la Primera Brigada, Tercera División de Infantería, que es el comandante general para la zona de Ramadi.
Sattar dijo que el concejo de jeques rendiría "completa responsabilidad por cualquiera de su tribu. También identificarán a los extranjeros -hombres, mujeres o niños- que traten de introducirse en los barrios".
Analistas que han elogiado el anuncio de los jeques así como los intentos de Estados Unidos de colaborar con ellos, han advertido que la situación política sigue siendo muy volátil.
"Es sólo ahora que Estados Unidos parece convencido de la necesidad de construir una base local de apoyo contra al Qaeda", dijo Joost Hiltermann, consultor del Grupo de Crisis Internacional en Amán, la capital de Jordania. "Lo que esta gente quiere es una restauración del poder sunní, o conservar ciertos privilegios, o, más simplemente, protección de su comunidad contra la mayoría chií e Irán".
Vali Nasr, experto en Oriente Medio de la Escuela Naval de Posgrado de Monterrey, California, dijo que "el resultado más importante puede no estar en el campo de batalla, sino en la producción de nuevas voces sunníes con las que chiíes y kurdos puedan negociar".
Michael O'Hanlon, de la Brookings Institution en Washington, dijo que el mejoramiento de las relaciones de Estados Unidos con los jeques sunníes hacía "sentido", pero que los oficiales debían pensar en el "siguiente paso".
"Necesitamos establecer mejores contactos entre los sunníes con el objetivo de negociar el fin de la guerra civil", dijo. "Y esto podría ser la oportunidad para crear socios para el proyecto mayor, al mismo tiempo que sirve una necesidad inmediata".

chris.kraul@latimes.com

Ned Parker en Los Angeles contribuyó a este reportaje.

29 de abril de 2007
20 de abril de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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