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dos jueces que cambiaron la historia


[Jorge Escalante] Habla Juan Guzmán, el anfitrión de Garzón y Castresana. El ex juez explica el relevante rol que jugaron Baltasar Garzón y Carlos Castresana para derribar las fronteras juridisccionales.
Invitados por las Universidades Central y Arcis, bajo fuertes medidas de seguridad, arribaron en la mañana de ayer a Chile el juez Baltasar Garzón y el fiscal Carlos Castresana, cuyo trabajo conjunto posibilitó –en octubre de 1998– la detención en Londres del ex dictador Augusto Pinochet. Hito que abrió el camino judicial para que el ex comandante en jefe del Ejército fuera investigado y procesado por violación de los derechos humanos. El ex juez Juan Guzmán, quien avanzó por senda paralela tras el mismo objetivo, explica por qué la Facultad de Derecho, que encabeza, decidió otorgarles a ambos un doctorado honoris causa.

¿Por qué se les otorga este reconocimiento?
La Universidad Central vela por la excelencia de sus profesores, alumnos y futuros profesionales. Y destacar a estos personajes emblemáticos de la innovación de la jurisdicción penal internacional y de la lucha contra del terrorismo, la corrupción y de la impunidad de agentes estatales que perpetraron crímenes de lesa humanidad, tanto en España, Chile y Argentina como en otros países, es una manera de fomentar la excelencia y la vocación de servicio en nuestra universidad.

¿Cómo podrían los estamentos de su universidad, y en especial los actuales y futuros profesionales de la Facultad de Derecho, transmitir a la sociedad esos valores?
Lo más importante para la universidad, y para mí como decano, es cómo los profesionales que formamos puedan luchar, por ejemplo, por la independencia del Poder Judicial, al que denomino sólo servicio, porque no es un poder. Además, creo que con los valores que encarnan nuestros dos invitados se debe luchar también por la sustitución de la Constitución pinochetista y no sólo aplicar parches, como se ha hecho hasta ahora. El país necesita una Constitución democrática.

¿Qué representan Garzón y Castresana para esta universidad y para la democracia chilena?
Ellos son dos magistrados que han obtenido grandes logros a favor de la democracia, del "nunca más" a las violaciones a los derechos humanos, y de la restitución de la paz social nacional y universal. Por eso, la junta directiva de la universidad, que integran su presidente, Ernesto Livacic, y los directores Hernán González, Héctor Aguilera, Adriana Otero y Enrique Pérez, decidió por unanimidad otorgar a ambos el doctorado honoris causa.

¿Qué relevancia tiene para Chile la visita de estos magistrados, en relación a los juicios que aquí se instruyen por delitos de lesa humanidad cometidos en la dictadura?
Carlos Castresana es el precursor de la aplicación de la jurisdicción penal universal en España, y Baltasar Garzón es quien la desarrolló en su calidad de magistrado instructor de la Audiencia Nacional. Sin ellos no se habría dado el gran paso en relación a la aplicación de la jurisdicción penal universal.

¿En qué sentido?
Si Castresana, por ejemplo, no hubiera actuado como fiscal con una estrategia a partir de 1996 buscando la forma de tipificar los crímenes de tortura, secuestro y desapariciones forzadas como delitos contra la humanidad, la historia habría sido otra. Lo que él hizo fue, con estos delitos ya tipificados como cometidos contra la humanidad, iniciar los procedimientos contra agentes estatales argentinos y chilenos, que luego fueron investigados por Garzón. Ambos son fundamentales en las grandes causas contra las dictaduras argentina y chilena.

¿Cuál fue el cronograma de estas causas en España?
En 1996, Castresana inició en España procedimientos por los delitos de genocidio y terrorismo cometidos contra diez ciudadanos españoles desaparecidos en Argentina. Luego, también ese año, por tortura, secuestro y desaparición forzada de siete víctimas españolas asesinadas en Chile. Con todo esto, Castresana inició procesos contra agentes estatales argentinos y chilenos, entre ellos el general Augusto Pinochet, los que después investigó el juez Garzón, con los resultados que se conocen. A raíz de esos procesos se produjo el arresto del general Pinochet en Londres. Aunque su extradición, concedida a favor de España, no se concretó por una decisión política del por entonces ministro del Interior británico, Jack Straw.

¿Por ello esta dupla es temida y seguramente odiada por algunos en Chile y Argentina?
Esta es una muy buena dupla. Sin Castresana y Garzón la historia habría sido otra. Castresana como fiscal denunciando, acusando e iniciando los procesos, y Garzón como juez investigando y recibiendo, en ambos países, una enorme cantidad de pruebas, testigos, colaboración de abogados y organismos de derechos humanos, y del FBI. La participación de Castresana es muy relevante, pues fue quien formalizó las denuncias y acusaciones, sin las cuales –de acuerdo al procedimiento penal español– Garzón no habría podido investigar.

¿Cómo evalúa hoy el actuar de los tribunales chilenos en relación a las causas por violaciones a los derechos humanos?
Vacilante. No puedo olvidar cuando la Corte Suprema, con antecedentes incompletos, sobreseyó definitivamente al general Pinochet por demencia, en el proceso por la caravana de la muerte, donde lo llegué a procesar. Creo que ahí el máximo tribunal actuó por razones de Estado y políticas, y no de acuerdo a los verdaderos antecedentes del proceso y los exámenes médicos. El general Pinochet nunca ha estado demente, yo estuve largo rato con él, varias veces, y uno se da cuenta. Quizás su avanzada edad le reste lucidez, pero no le impide razonar. Él siempre sabe contestar o decir que no recuerda según le conviene.

¿Qué relación tiene usted con la política? ¿Es un político, se siente como tal, adhiere a algún partido?
Es una pregunta difícil de responder en dos líneas. No me alineo con ningún partido. Alguna vez dije que me sentía más cerca de las izquierdas, para querer decir que me siento más cerca de los pobres, los discriminados y los ofendidos. ¿Pero alguien podría decir que el padre Alberto Hurtado, que era mi tío y recuerdo con fervor, cariño y orgullo, era de izquierda porque estaba con los pobres, los discriminados y los ofendidos? Creo que no.
Yo no soy ni de las izquierdas y desde luego no soy de derecha. Me considero muy conservador en los valores tradicionales de la fundación de nuestro país: la ética, la honradez, el pluralismo de creencias, el patriotismo y la democracia, la verdadera, y no la que vivimos hoy.

Baltasar Garzón: "Siempre Estaré Al Lado de las Víctimas"
En la mañana de ayer, en el aeropuerto internacional de Santiago, el juez Baltasar Garzón salió del salón VIP y saludó a decenas de personas de la Asamblea Nacional de Derechos Humanos, que lo recibieron con un lienzo que decía "¡No a la impunidad!". Luego recalcó que "ha sido un recibimiento muy grato, a pesar de lo temprano de la hora y le agradezco a todos que estén aquí".
Cerca del mediodía, el magistrado dio una conferencia de prensa de 35 minutos en el Hotel Radisson, donde el principal punto fue el pasado y presente judicial del ex dictador Augusto Pinochet. Respecto a si se sintió burlado luego de que Pinochet al llegar a Santiago en silla de ruedas se parara y caminara saludando con el bastón en alto, Garzón afirmó que no, ya que él preveía que eso iba a suceder. "Las burlas creo que fueron hacia las víctimas y no hacia el juez que había cumplido su obligación", afirmó el magistrado hispano.
También reconoció que sigue atento el futuro judicial del ex dictador y enfatizó que "el principio de igualdad ante la ley no puede verse restringido por ningún tipo de inmunidad", rechazando la vigente Ley de Amnistía. Garzón sostuvo que bajo la legislación que rige en la Unión Europea desde 2002, Pinochet habría sido extraditado a España.
En la cita, además, manifestó su respeto y admiración hacia aquellos que por tantos años han reclamado justicia. "Siempre estaré del lado de las víctimas. Me han dicho que eso es parcialidad, pero estar en contra del delito y a favor de las víctimas es el mayor ejemplo de imparcialidad e independencia".
El juez europeo vino a Chile acompañado por el fiscal Carlos Castresana, con quien se trasladará hasta La Serena, donde el martes realizarán una clase magistral en el Hotel Club Resort de la capital de la IV Región, para regresar a Santiago cerca de las seis de la tarde.

27 de agosto de 2006
©la nación
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