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nueva evangelización pro-animal


[Stephanie Simon] Los llamados a proteger a todas las criaturas de Dios están encontrando acogida en la comunidad religiosa, incluso en la derecha.
Estados Unidos. Pasó años como una declarada activista antiaborto, que es una causa que sigue apoyando. Pero en estos días, Karen Swallow Prior tiene una nueva pasión: el bienestar animal.
Al principio no estaba muy segura de que defender a la criaturas cuadrúpedas de Dios tuviera alguna resonancia en el campus de la Universidad Libre, una institución bautista fundamentalista fundada por el Reverendo Jerry Falwell.
Entre los miembros de la facultad -y en general entre evangélicos conservadores- el movimiento por los derechos animales es a menudo desdeñada como una causa laica y liberal.
Pero los activistas han estado actuando con creciente intensidad para despojarse de esa imagen. Están dictando charlas en templos cuáqueros y en iglesias episcopales, abriendo páginas en la red que publican textos de las Escrituras junto con recetas de sopas vegetarianas estrictos -y utilizando un lenguaje bíblico para fomentar iniciativas políticas, tales como leyes que estipulan jaulas más grandes para marranas embarazadas.
El miércoles, clérigos de veinte credos religiosos diferentes -incluyendo a hindúes, judíos, musulmanes, pentecostales y católicos- firmarán una declaración en la que dicen que es un deber moral tratar con respeto a los animales. En una ceremonia en Washington, llamarán a la gente de todos los credos religiosos a que dejen de usar pieles, reducir el consumo de carne y comprar solamente en granjas con prácticas humanas. La Best Friends Animal Society, que reunió al grupo, reclutará a voluntarios para que lleven ese mensaje al menos a dos mil congregaciones en todo el país.
Entretanto, en la Universidad Libre Prior corrió un riesgo: Escribió un editorial para la revista universitaria de este mes declarando que el bienestar animal es una preocupación evangélica. Señaló que el abolicionista William Wilberforce, héroe evangelista de fines del siglo dieciocho e inicios del diecinueve, propugnó leyes que protegieran a los animales contra la crueldad humana. Y dijo que había un "amplio apoyo bíblico" para continuar con esa causa hoy.
Para sorpresa de Prior, recibió montones de elogios en el campus y alrededores en Lynchburg, Virginia. Su pastor le pidió incluso que dictara una charla sobre el tópico en un grupo de estudio de la Biblia.
"Un montón de estas ideas son desechadas porque se inscriben en la división entre liberales y conservadores. Pero hay algunos temas que transcienden eso", dijo Prior, profesora de inglés.
Ciertamente, la Universidad Libre no va a servir comida vegana en sus comedores. (Prior no ha hecho suya toda la causa del bienestar animal: Admite que ella come venado fresco cuando su marido vuelve a casa de cacería).
Pero los activistas dicen que se sienten estimulados por incluso los esfuerzos más modestos por despertar conciencia.
La comunidad evangélica "está ampliando su definición de valores que incluyen trabajar contra la pobreza y por el medio ambiente. También esperamos introducir la preocupación por el bienestar animal", dijo Christine Gutleben, que dirige el nuevo programa ‘Animales y religión' de la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos.
Ese programa, con 400 mil dólares en fondos al año, persigue convencer a las comunidades religiosas para que den una serie de pequeños pasos: ofrecer una entrada vegetariana en una cena bíblica, o insistir en que la tarta del café los domingos sea hecha sin huevos.
La Sociedad Protectora también está tratando de reclutar a líderes religiosos en sus campañas políticas. En California, por ejemplo, el grupo ha estado demandando someter a votación la prohibición de ciertos sistemas de confinamiento de los animales de granja. Algunos anuncios muestran fotos de gallinas en jaulas atestadas, y preguntan: "¿Es esto el cuidado fiel de las criaturas de Dios?"
Algunas tradiciones religiosas ya han adoptado posturas agresivas en apoyo del bienestar animal. La Iglesia Episcopal alienta a sus miembros a trabajar contra las "fábricas de perros y granjas industriales". La Iglesia Metodista Unida apoya las granjas donde los animales viven tanto como posible en su ambiente natural.
Antes de convertirse en Papa, Benedicto XVI (entonces el cardenal Joseph Ratzinger) se pronunció contra la alimentación forzosa de los gansos para producir paté de hígado y contra su confinamiento tan apretado "que se convierten apenas en caricaturas de aves".
El reto para los activistas por los derechos animales ha sido traducir esos sentimientos en códigos de conducta concretos para las congregaciones. También deben superar la permanente desconfianza, especialmente de la derecha religiosa, para los que la mera mención de ‘derechos animales' subvierte los planes divinos en cuanto al dominio humano sobre el resto de la creación.
En su programa radial de esta semana, el comentarista evangélico Charles Colson sugiere que la causa de los derechos animales implica que "los humanos son... apenas otro más de los abundantes accidentes vivos que pueblan el planeta".
Los cristianos deben tratar humanamente a los animales, dice Colson. Pero eso no significa otorgarles el derecho legal a vivir en jaulas más grandes. Esas iniciativas confunden la distinción entre humanos y animales, dice: "Los cristianos deben tener cuidado".
Pese a esos avisos de cautela, los activistas por los derechos animales dicen que esperan que las comunidades religiosas se conviertan en una fuerza importante en su movimiento en la próxima década.
"Dios creó a otros animales con necesidades, deseos y todo la gama de emociones", dice Bruce Friedrich, un católico cuya fe lo llevó a una carrera como activista con la organización Personas por el Tratamiento Ético de los Animales [People for the Ethical Treatment of Animals].
Un cerdo está hecho para vivir en el suelo, dice Friedrich. Un pollo, para construir un nido. Así que mantener a esos animales -y otros que son criados como mercadería- en jaulas atestadas, sin luz solar, sucios, sin hierba y a menudo sin compañía es una "negación de la voluntad de Dios", dice Friedrich.
Él y otros señalan también que Dios estableció para el hombre, en la historia de la creación en el Libro del Génesis, una dieta vegetariana. Sólo después del pecado, caída y expulsión del Edén empieza la Biblia a hablar del hombre como consumidor de carne animal.
Por supuesto, la Biblia está repleta de ejemplos de Dios ordenando sacrificios animales. Pero los activistas por los derechos animales contienden que el verdadero ideal de Dios es la piedad y la dignidad para toda la creación.
El argumento religioso puede ser tan convincente que incluso los no religiosos han aprendido a usarlo en beneficio de la causa de los derechos animales.
Bernard E. Rollin, un célebre filósofo ético, no es una persona de fe. Sin embargo, cita a la Biblia cuando habla a los productores de carne, tratando de convencerlos de que los métodos industriales modernos pisotean los ideales de Dios sobre el respeto de los animales.
Ese argumento resuena ampliamente, dice Rollin, profesor en la Universidad de Colorado. Así que espera oír en los próximos años un montón más de charlas sobre la fe de parte de activistas por los derechos de los animales.
"Un montón de gente de este país es religiosa, y toda esa gente religiosa come", dijo. "Cualquier cosa que funcione".

stephanie.simon@latimes.com

6 de noviembre de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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