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guatemala pasmada por asesinato


Manifestantes en Ciudad de Guatemala el jueves llevaban pancartas mostrando una fotografía del abogado asesinado Rodrigo Rosenberg.
[Marc Lacey] Ciudad de Guatemala. Cada día se encuentran en Guatemala dieciséis víctimas de homicidio, algunas asesinadas a balazos, otras apuñaladas, otras aporreados, y sólo cerca del tres por ciento de los casos son resueltos. Incluso en las raras ocasiones en que se arresta a un asesino, el sospechoso resulta ser frecuentemente un asesino a sueldo de algún personaje tenebroso que nunca es identificado y escapa para volver a matar.
Pero de los más de 2.500 asesinatos registrados este año, un caso sin resolver ha sacudido al país como ningún otro. El reciente asesinato a balazos de Rodrigo Rosenberg, un importante abogado, ha sacado a los guatemaltecos de sus casas y concentrado la atención en una comisión de Naciones Unidas para apuntalar al achacoso poder judicial guatemalteco.
El asesinato de Rosenberg temprano la mañana del Día de la Madre, habría sido otro más de una larga lista de misteriosos asesinatos -esto es, si Rosenberg no hubiese previsto su asesinato e identificado a las personas que creía que querían matarlo en un video que preparó días antes de su muerte.
"Mi nombre es Rodrigo Rosenberg Marzano, y desgraciadamente si está usted viendo este mensaje, es porque fui asesinado por el presidente Álvaro Colom", dijo, acusando también a la mujer del presidente, Sandra Torres; al secretario personal del presidente, Gustavo Alejos; y a varios banqueros y hombres de negocios.
En el video y en una declaración escrita, Rosenberg decía que el presidente y personas de su círculo íntimo estaban implicados en un escándalo de corrupción relacionado con el Banco de Desarrollo Rural de Guatemala [Guatemala’s Rural Development Bank] y había asesinado a uno de sus clientes, el empresario Khalil Musa, y a la hija de Musa, Marjorie Musa, con la que Rosenberg tenía una relación. Calificó al banco de "guarida de ladrones, traficantes de drogas y asesinos".
Rosenberg no ofreció pruebas para respaldar sus acusaciones, pero el hecho de que previera su muerte -le disparó un hombre cuando paseaba en bicicleta cerca de su casa y lo remató un segundo asesino disparándole a la cabeza- ha provocado llamados a la renuncia de Colom, un líder de izquierda elegido en 2007 con un programa que incluía, entre otras cosas, la reducción de la delincuencia.
Ahora se ven carteles de Colom, cuyo símbolo de campaña era una paloma, mostrándolo de torso desnudo y luciendo tatuajes de pandillero. "Este movimiento no es por Rodrigo, sin por todos los que han sido asesinados", dijo un primo -Víctor Toriello- del abogado asesinado en una manifestación reciente. Colom negó tener algo que ver con los asesinatos, como han hecho su esposa y los otros mencionados en el video. Pero las acusaciones han arrojado a Guatemala, que no se ha recuperado completamente de la guerra civil que duró de 1960 a 1996 en una completa crisis política.
"Estamos viviendo una crisis grave y profunda, posiblemente la más complicada que hemos tenido desde el retorno a la democracia en Guatemala", dijo Colom, de aspecto acongojado, a un grupo de partidarios el martes.
Agregó: "Mírenme a los ojos. No conozco los motivos de los que hicieron ese video. Pero llevo mi cabeza en alto y tengo el corazón limpio".
Además de reclamar su inocencia, Colom ha entregado el caso a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, un organismo de Naciones Unidas creado en 2007 para ayudar a cuerpos judiciales plagados por la corrupción. La comisión está formada por juristas internacionales que no llevan casos ellos mismos, pero apoyan a los fiscales guatemaltecos, dando una aprobación internacional a una institución en la que, aquí, confían muy pocos.
Antes de la muerte de Rosenberg, la comisión presentó cargos por malversación contra el ex presidente Alfonso Portillo, y también sentó las bases para la detención de Enrique Ríos Sosa, el director financiero del ejército durante el gobierno de Portillo. También estuvo investigando los carteles de la droga y otras organizaciones del crimen organizado que refuerzan su control de Guatemala cada día un poco más.
Pero son los asesinatos de Rosenberg y las Musa los que se han convertido en la prueba más grande de la comisión.
"Es como una novela de John Grisham, pero real", dijo Carlos Castresana, el jurista español que dirige la comisión y ayudó a preparar la acusación contra el ex dictador chileno, el general Augusto Pinochet. "Este caso es importante porque influye sobre la gobernabilidad del país".
Hay montones de intrigas, y han surgido dos escuelas de pensamiento: que Rosenberg, en una elaborada conspiración, fue asesinado por opositores a Colom que esperaban perjudicar al presidente; o que fue asesinado, como sugiere el video, por el círculo íntimo del presidente porque sabía demasiado sobre fechorías de los que estaban en el poder.
"Hay varias ideas que compiten en un remolino en mi mente y todo tipo de cosas que no tienen sentido", dijo Anita Isaacs, una experta en Guatemala del Haverford College que estuvo aquí la semana pasada para presenciar las protestas en la calle a favor y en contra el presidente. "Es muy turbio".
Ha habido algunas pistas prometedoras, dicen personas familiarizadas con el caso, incluyendo un video de vigilancia que grabó el asesinato de Rosenberg, evidencias de que Rosenberg fue seguido algunos días antes del asesinato y algunos posibles testigos.
Los investigadores han empezado a hablar de toda una gama de testigos, incluyendo a Mario David García, un comentarista radial y crítico del presidente que hizo el video de Rosenberg el 7 de mayo, tres días antes de su asesinato en la berma de la carretera.
"No tengo más información", dijo García, sugiriendo que temía que su vida también corriera peligro. "Sería fatal tener algo que ver con algo, y yo no sé nada".
Más allá de la investigación, se está librando una batalla política. Los numerosos críticos de Colom, especialmente en el mundo de los negocios, han empezado a pedir su derrocamiento. La participación de la primera dama en el escándalo deleita a los detractores de Colom, porque dirige programas sociales para gente pobre en zonas rurales y se cree ampliamente que está preparando su propia candidatura presidencial en 2012.
Dado que en la historia de Guatemala los asesinatos son rara vez resueltos, muchos temen que este caso sufra el mismo destino. Uno de esos casos, el del obispo Juan Gerardi Conedera, asesinado a balazos en 1998, fue detallado en un libro de Francisco Goldman, ‘The Art of Political Murder’, de 2007.
El propio tío de Colom, Manuel Colom Argueta, antiguo candidato a la presidencia, fue asesinado por miembros del ejército en 1979. Esa historia familiar podría explicar por qué Colom ha pedido que se abran al público los archivos policiales de la guerra civil de tres décadas en Guatemala, que podrían ayudar a identificar a algunos de los responsables de muchos crímenes de guerra y desapariciones.
"Este último asesinato tiene las características habituales de los tipos de asesinatos que no han sido resueltos en el pasado", dijo la profesora Isaacs. "Pero esto es espeluznantemente guatemalteco".

23 de mayo de 2009
©new york times
cc traducción mQh
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