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hombre de día, mujer de noche


[Edwards Gajardo Gutiérrez] La historia del peluquero que se convirtió en transformista.
Al nacer a uno ‘lo que le toca, le toca'. Esa es la realidad que a diario aceptan todos los seres humanos enfrentados a diversos aspectos de la existencia. La familia no se elige, tampoco el lugar donde se nace y mucho menos el sexo con que se llega al mundo.
Pero con el paso de los años, y muchas veces en un mundo paralelo, no son pocos los que ‘se sueltan las trenzas' y quieren torcer la mano del destino y ser lo que se sienten en su interior más allá del ‘envoltorio' en el que vengan. Una opción es ‘meterle' cuchillo y operarse, mientras también están los que prefieren seguir con todas sus ‘cositas' y ponerle el hombro a la vida pese a los cahuines que nunca faltan.
Wilson es uno de los que sigue igualito como nació, pero en lo físico, porque interiormente vive su sexualidad a pleno. Después de saber desde ‘broca cochi' que era homosexual, con el paso de los años quiso dejar salir la mujer que llevaba dentro a través de sus dotes artísticas.
Así, de día es Wilson Hernán Jofré Sagua, pero cuando la luz del sol se esconde y sólo quedan encendidas las ampolletas multicolor de un escenario se transforma en Fanny Françoise, la reina del transformismo en la Segunda Región, quien por más de 36 años encanta con su representación de la popular Palmenia Pizarro.
Con 50 años en el cuerpo es un convencido de que el que ‘nació chicharra muere cantando' y que cuando los muchachos vienen con el envase equivocado no hay más que aceptar la condición, porque no hay tratamiento psicológico ni terapia que valga. Nacido en Chuquicamata y radicado hace 10 años en la capital regional, tiene una trayectoria llena de anécdotas y marcada por una doble vida, de día la de un peluquero reconocido y por las noches la reina de la bohemia nortina.

¿Cuándo nace la figura de Fanny Francoise?
Una vez que me comencé a poner prendas femeninas y vi que me quedaban. De ahí fui creándome la imagen de transformista, pero no de un travestí.
La gente tiende a confundir entre transformistas y travestí. Los transformistas somos los que imitamos a un artista, en toda su plenitud, pero se terminó el espectáculo y nos volvemos a vestir de hombre. Los travestís son los que están vestidos de mujer de noche, de día y se creen su cuento.

¿Siempre tuvo más desarrollado tu lado femenino?
Mucho más desarrollada mi parte femenina, por eso comencé a ponerme prendas de mujer y empecé a notar que me veía bien. Además tenía el talento de cantar y uno siempre le pega a algo, y yo justo le pegaba a la Palmenia Pizarro. Ahora ando vestido de hombre pero se me nota el lado más desarrollado porque soy muy femenino para caminar.

¿Qué dijo su familia?
De primera me costó entrar al cuento, porque estaba que les decía o no les decía, hasta que una vez tuve que hacer un show para mí y necesitaba del apoyo familiar para que ayudaran a prepararlo. Al final salí con temor a cantar y me vieron.

¿Quién lo fue a ver?
Mis sobrinas que son como hijas mías. Yo me crié con mis hermanas porque mis padres muchos años antes de iniciar mi carrera en Chuquicamata.

¿Algún miembro de la familia no aceptó lo que hacía?
No todos aceptaron inmediatamente, porque son personas muy educadas y profesionales sin ninguna tranca para aceptarme, porque la gente tiene que entender bien esto.

Pero más allá del transformismo ¿Cuál es tu condición sexual?
Homosexual, yo tengo bien asumido y bien puesta mis cosas que soy homosexual

¿Lo asumiste antes o después del transformismo?
De los ocho años que me di cuenta y mi familia sabía que yo era homosexual, lo que ellos no sabían era que yo hacía transformismo. Yo cuando ando de hombre soy homosexual y cuando hago mi show me siento el personaje que estoy interpretando.

egajardo@estrellanorte.cl

2 de julio de 2007
©estrella del norte

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2 comentarios

Creative Recreation -

You introduction is detail, thank you so significantly information, but why do not you deliver some reference photographs?

dennis -

Es raro que entre los transformistas haya casi exclusivamente hombres que quieren ser mujeres y no al revés. Falta, creo, mayor reflexión e investigación sobre el tema.
En todo caso, en la sociedad actual es cada vez más difícil llegar a conformar una identidad masculina armónica, producto del individualismo y la competencia exacerbados.
Parece haber una ley: a mayor desarrollo, mayor ambiguedad en la identidad personal de género.Pero también una ley más profunda e inquietante: la mayoría de los humanos somos, potencialmente,lo opuesto a nosotros mismos.Tal vez por ello la sociedad ha rechazado , sempiternamente, las ambiguedades sexuales y, probablemente, volverá a rechazarllas en el futuro.