condenas que esperaron 35 años
12 de septiembre de 2008
Chillán, Chile. Pese a que la sentencia de 5 años y un día para el capitán (r) Andrés Morales Pereira, como autor del secuestro calificado del profesional, ocurrido el 7 de octubre de 1973 -mínima, como la mayoría de las relacionadas con casos de DD.HH.- no cumplió sus expectativas, fue el inicio de un proceso de sanación.
Lo mismo ocurrió con los familiares de José Fernando Romero y Rubén Varas Aleuy, ambos militantes del MIR, quienes fueron detenidos el 14 de septiembre de 1973 cuando intentaban escapar en bus por la cordillera, cerca de Niblinto, junto a otras 19 personas y se encuentran desaparecidos. Por esta causa, en diciembre de 2007 se condenó a Luis Valdés Castillo a 3 años y un día de libertad vigilada.
Ambos casos fueron apelados, y se encuentran "en acuerdo", a la espera de una resolución, según indicó la abogada Patricia Parra.
Pero sin duda, las condenas más emblemáticas del último tiempo han sido las de tres y cinco años en contra de los oficiales a cargo de la patrulla de Carabineros que asesinó al ex alcalde Ricardo Lagos Reyes; a su hijo y a su esposa embarazada. Eduardo Contreras, abogado querellante ya apeló, sin embargo advirtió que este proceso puede durar mucho tiempo más.
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