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murió maría esther gatti


Profesora, junto a su esposo se dedicaron a buscar a víctimas de las violaciones a los derechos humanos durante las dictaduras de países vecinos como Argentina, Brasil y Paraguay. Buscó, sin éxito a su hija por décadas y fundó la organización de Madres y Familiares de Desaparecidos Uruguayos.
[Charles Newberry] Uruguay. María Ester Gatti de Islas, la profesora uruguaya que se convirtió en activista de los derechos humanos mientras ayudaba a encontrar personas desaparecidas durante la represión política en Sudamérica, murió en Montevideo. Tenía 92 años de edad. Su muerte fue confirmada por la organización que ella fundó, Madres y Familias de Prisioneros Desaparecidos Uruguayos.
Gatti inició lo que pasaría ser una búsqueda de toda una vida por su única hija y su nieta en 1976, cuando éstas desaparecieron en Argentina durante la dictadura militar de ese país que terminó en 1983. Grupos de derechos humanos estiman que 300 uruguayos desaparecieron en Argentina, Brasil y Paraguay bajo la represión de las dictaduras contra sus opositores políticos.
La hija de Gatti, María Emilia Islas, y su esposo Jorge Zaffaroni, habían ayudado a fundar en Buenos Aires el partido de izquierda Victoria del Pueblo en 1975, semanas después del nacimiento de su hija Mariana Zaffaroni. Huyeron a Argentina cuando se convirtieron en blancos de la dictadura cívico-militar de Uruguay. El 27 de septiembre de 1976, fuerzas argentinas y uruguayas secuestraron a la familia en Buenos Aires.
Gatti empezó a buscar a sus familiares con ayuda de las Abuelas de la Plaza de Mayo, una organización que luchaba por encontrar personas secuestradas por la dictadura militar argentina. Llevaba con ella una foto de los ojos de su nieta, que se convertiría en un símbolo de la búsqueda de personas desaparecidas en Uruguay en los años ’70 e inicios de los ’80. Más tarde fundó Madres y Familias de Prisioneros Desaparecidos Uruguayos.
"Nunca perdí la esperanza ni la voluntad de luchar", dijo en marzo. Nacida en 1918 en Montevideo, María Ester Gatti se recibió de profesora a los 17 años de edad. Pero su negativa a firmar documentos comprometiendo lealtad al presidente Terra, un requisito en esa época para los funcionarios públicos, la dejó fuera de la sala de clases. Trabajó como institutriz hasta que asumió un nuevo gobierno en 1938. Inició entonces una carrera que se extendió por 38 años en escuelas públicas y durante 20 como profesora de geografía en una escuela privada. Se casó con Ramón Islas en 1948 y su hija nació en 1953.
María Ester Gatti nunca encontró a su hija ni a su yerno. Las primeras pistas sobre su nieta Mariana Zaffaroni surgieron en 1983, cuando un oficial militar argentino sugirió que vivía con la familia de un oficial del servicio secreto en Buenos Aires. El proceso para recuperarla se desaceleró después de que los secuestradores huyeron a Paraguay y luego debido a complicaciones legales. En 1992, Gatti encontró a su nieta y la ayudó a recuperar su identidad.
"Tenía mucha convicción. Era firme en sus actitudes", dijo Oscar Urtasun, quien trabajó con Gatti en la organización uruguaya mientras buscaba a su hermano desaparecido en Buenos Aires en 1978. "Ella era el rostro del movimiento, a veces ella sola", agregó. "Logró lo que hizo gracias a un trabajo duro y gracias a la esperanza, y al amor de una madre por su hija". La sobrevivió su nieta.
12 de diciembre de 2010
9 de diciembre de 2010
©la nación
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