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pakistán

violada por un grupo


[Salman Masood] Violación colectiva en una aldea es confirmada por tribunal en Pakistán.
Islamabad, Pakistán. Cinco hombres sentenciados a muerte en 2002 por su participación en una violación colectiva, por un consejo en una remota aldea paquistaní, vieron el jueves revocadas sus sentencias. A un sexto convicto en el caso, que desencadenó la indignación mundial, se le conmutó la condena a muerte por cadena perpetua, dijeron abogados del caso.
Las circunstancias de la violación, en junio de 2002 en Meerwala, al sur de la provincia de Punjab, provocaron exigencias de justicia y el gobierno se movilizó rápidamente para llevar el caso a juicio.
De acuerdo a la acusación el consejo de Meerwala ordenó la violación colectiva de Mukhat Mai, entonces de 30, como castigo por las relaciones sexuales ilícitas de su hermano Shakoor con una mujer de la tribu rival de los mastoi.
Más tarde se reveló que él había sido acosado por hombres mastoi que trataban de ocultarlo acusándole de tener relaciones ilícitas con una mujer mastoi. Los mastoi exigieron venganza, la que se les otorgó cuando el consejo aprobó la violación de Mukhtar.
Catorce hombres fueron acusados en el caso y seis de ellos -el jefe del consejo de la aldea, un miembro del consejo y cuatro otros sospechosos de llevar a cabo la violación- fueron enjuiciados y sentenciados a muerte en septiembre de 2002. Los condenados recurrieron la sentencia.
En su resolución del jueves dos jueces del Alto Tribunal mencionaron lagunas jurídicas en la acusación e investigaciones policiales defectuosas, informaron medios de prensa paquistaníes.
Abogados de la defensa dijeron que la decisión de 2002 fue "influida por la prensa y la presión del gobierno".
Mukhtar dijo que estaba decepcionado de la última decisión, y culpó a los abogados.
El caso llamó prominencia internacional debido a que la agresión fue aprobada por el consejo de la aldea. Los consejos no tienen autoridad legal, aunque son usados en áreas remotas debido al poco alcance de la autoridad central. La indignación pública condujo al gobierno a colocar el caso en un tribunal anti-terrorista y proporcionó a Mukhtar protección policial y una compensación de 8.300 dólares.
Fue elogiada por hablar después de la violación y por usar el dinero para levantar más escuelas. Desde el primer juicio, dijo, había recibido amenazas de muerte. Dijo que la resolución del jueves intensificaba sus temores. "Tenemos miedo por nuestras vidas, pero haremos frente a lo que sea necesario".

5 de marzo de 2005
©new york times
©traducción mQh

asesinan a delator de montesinos


Un narcotraficante que acusó al ex jefe de los servicios secretos peruanos Vladimiro Montesinos de venta de cocaína y vínculos con el cártel de Tijuana, fue asesinado en una cárcel de Perú por encargo de la mafia, dijo este miércoles el responsable de las prisiones del país.
Lima, Perú. La muerte no fue producto de una riña sino "un crimen planificado, organizado desde fuera y ejecutado por un sicario de una mafia poderosa", dijo a la prensa Wilfredo Pedraza, director del Instituto Penitenciario de Perú.
José María Aguilar Ruiz, ex informante de la agencia antidrogas de Estados Unidos y que cumplía sentencia por narcotráfico, fue acribillado a tiros el martes en la prisión de la ciudad amazónica de Pucallpa por otro interno con antecedentes de homicidio, dijo el funcionario.
"Es muy claro que lo mataron por encargo de terceros", añadió.
La congresista oficialista Anel Townsend no descartó que el detenido Montesinos, ex brazo derecho del destituido presidente Alberto Fujimori, esté detrás de este homicidio.
"Montesinos no quiere que le imputen el delito de narcotráfico pues pueden aplicarle condenas largas. Por ello este asesinato es una posibilidad abierta a ser investigada", dijo la legisladora, quien integró una comisión del Congreso que investigó la red de corrupción que montó Montesinos en la década pasada.
Townsend dijo que el narcotraficante asesinado fue la primera persona que denunció al ex asesor de Fujimori de tener vínculos con el narcotráfico.
"En la comisión, Aguilar confesó haber sido testigo de las relaciones de Montesinos con el narcotraficante colombiano Evaristo Porras Ardila", añadió.
Aguilar Ruiz era considerado por la justicia un testigo clave en el proceso que afronta Montesinos por sus vínculos con el cártel mexicano de drogas de Tijuana.
En un testimonio que brindó a jueces y fiscales, Aguilar dijo que en setiembre de 1998 Montesinos y un coronel del ejército vendieron 10 toneladas de cocaína a los hermanos Arellano Félix, capos del cártel de Tijuana.
El ex jefe de inteligencia intentó descalificar ese testimonio señalando que el denunciante carecía de imparcialidad e idoneidad.
Fuentes de la Procuraduría anti-corrupción dijeron que el asesinado estaba dispuesto a declarar contra Montesinos en un juicio sobre tráfico de drogas.

4 de febrero de 2005
©mi punto

tesoro enterrado de nerón


[Daniel Williams] La ciudad revela piezas de arte encontradas en el infame palacio enterrado de Nerón.
Roma, Italia. Cuando, debilitado por las revueltas militares, el infame emperador Nerón perdió el poder en 68 después de Cristo, sus sucesores decidieron que no deberían quedar huellas de su reinado y cubrieron con escombros la enorme y suntuosa Domus Aurea -la Casa Dorada- que había construido en una colina en el centro de Roma. El lago adyacente lo remplazaron con el Coliseo.
El sepultamiento del palacio tenía por intención lograr que todo el mundo se olvidara de Nerón. En realidad, lo conservó como si su complejo residencial hubiese sido, como pocos sitios arqueológicos de Roma, conservado en ámbar. Esta semana, casi 2.000 años después del gobierno de Nerón, funcionarios de la ciudad de Roma desvelaron un nuevo hallazgo del palacio que entrega una sorprendente muestra de los tesoros sepultados debajo de la colina. Es un enorme mosaico, de más de 2.7 por 1.8 metros, que muestra a hombres desnudos cosechando vides y haciendo vino, una ilustración típica de los palacios romanos de la época. Tres de los hombres están pisoteando las uvas en una cuba. Uno toca una flauta. Todos parecen divertirse.
El mosaico adorna un gigantesco arco sepultado en Colle Oppio, la colina donde estaba el palacio de Nerón. El arco era probablemente parte de un enorme vestíbulo. Grutas y túneles se extienden desde cuatro salidas, conduciendo a hallazgos todavía desconocidos.
"Calle Oppio es un gigantesco cementerio de chatarra", dijo Eugenio La Rocca, el asesor de la ciudad para monumentos. "Indudablemente hay mucho más debajo. Todo ha sido sellado. Hay ahí labranzas de un barrio de la ciudad".
Los mosaicos fueron encontrados a más de 12 metros debajo de las ruinas de los Baños de Trajano, una enorme estructura construida sobre la Casa Dorad después de más de medio siglo del suicidio de Nerón.
Partes del palacio fueron descubiertas por primera vez a fines del siglo 15 después de haber estado ocultas desde tiempos imperiales. Artistas del renacimiento se arremolinaron en las cuevas y túneles para copiar los mosaicos y frescos. Saqueadores se hicieron con las esculturas.
En años recientes han salido a la luz piezas de otras secciones del palacio. En 1968 trabajadores que estaban limpiando y apuntalando una caverna descubrieron un fresco que mostraba unas vistas de una ciudad imperial, posiblemente Roma. Pronto descubrieron un mosaico de un filósofo y su musa.
Los expertos están divididos en si estas piezas de arte eran o no parte de la herencia de Nerón o si datan de una construcción anterior que hizo derrumbar para hacer sitio para su mansión. Construyó la Casa Dorada después del incendio de Roma en el año 64 después de Cristo. Los rivales acusaron a Nerón de la conflagración de Roma.
Hoy sólo una pequeña parte del palacio, completamente subterráneo, está abierto al público. Funcionarios del ayuntamiento dijeron que pasará un tiempo antes de que las arcadas y la habitación encontradas debajo de los Baños de Trajano sean abiertos al público debido al lento curso de las exploraciones y apuntalamiento de los pasajes. Las excavaciones están enteramente en manos del gobierno municipal, propietario de Colle Oppio, el sitio de un parque público. El gobierno italiano no proporciona fondos.
El dinero privado parece estar fuera de alcance dadas las incertidumbres sobre lo que se puede encontrar. "Las compañías pagan para restaurar obras de arte que ya existen. Ya sabes cuál será el resultado", dijo Gianni Borgna, al asesor cultural del ayuntamiento. Ha calculado que las excavaciones de Colle Oppio costarán unos 500 millones de euros.
El hallazgo del mosaico continúa una tendencia en Italia a excavar sitios antiguos más profundamente en el subterráneo antes que ampliar las zonas arqueológicas existentes en la superficie. La primavera pasada se descubrió en Pompeya un templo pre-romano debajo de un templo posterior en la puerta principal de la ciudad. La decisión en Pompeya de continuar excavando hacia abajo se derivó en parte de la falta de fondos para limpiar y abrir espacios en la superficie.
En otros sitios, la razón para seguir excavando hacia abajo se remontan más atrás en el tiempo. Encima de la Colina Palatina, que da al Foro Romano imperial, se descubrieron recientemente edificios pre-imperiales, incluyendo las barracas de esclavos, debajo de estructuras más nuevas.
Al sur del Coliseo se descubrió una casa que perteneció supuestamente a un par de generales romanos que se convirtieron al cristianismo, debajo de la iglesia de San Juan y San Pablo. La casa, ahora restaurada, contiene una pintura de una figura parecida a Cristo, con los brazos extendidos.
Este tipo de exploraciones significa que el futuro del turismo puede estar en el subterráneo, dijo Borgna, especialmente en una ciudad construida sobre capas de historia. "Finalmente, cuando las cuevas y grutas sean abiertas al público", dijo, "será como visitar las catacumbas. Será una experiencia subterránea".

21 de enero de 2005
©washington post
©traducción mQh

TALIBANES NUEVAMENTE CON CAMPOS EN PAQUISTÁN - carlotta gall


Crecientes dudas sobre el papel de Pakistán en el resurgimiento de los talibanes y su tolerancia de organizaciones terroristas.
Kabul, Pakistán. Durante meses funcionarios afganos y estadounidenses se han quejado de que mientras Pakistán colabora en la lucha contra Al Qaeda, grupos militantes islámicos están adiestrando a combatientes y enviándolos a Afganistán para atacar a las fuerzas afganas y norteamericanas.
Funcionarios paquistaníes han rechazado las acusaciones, diciendo que desconocen la existencia de esos campos de adiestramiento. Ahora que el gobierno afgano ha capturado a un joven paquistaní luchando con los talibanes en el sur de Afganistán hace unos tres meses, cuya historia parece confirmar sus quejas ante Pakistán.
El prisionero, que dijo que su nombre era Muhammad Sohail, es un chico de 17, de la ciudad portuaria de Karachi, Afganistán, retenido ahora por las autoridades afganas en Kabul. En una entrevista a fines de julio, ante la presencia de varios guardias de la prisión, dijo que Pakistán permitía que los grupos militantes adiestraran y organizaran a los insurgentes para luchar en Afganistán. Sohail dijo que esperaba que al conceder una entrevista aumentaría sus posibilidades de salir en libertad. Sohail dijo que había sido reclutado en la mezquita local por un grupo que Estados Unidos considera terrorista, que estuvo en un campo de adiestramiento no lejos de la capital Islamabad, y que partió hacia Afganistán con varios otros paquistaníes.
No dio todos los detalles que los agentes de inteligencia dijeron que habían sonsacado en sus interrogatorios, pero habló relajadamente sobre su partido y sus jefes y dijo que contaban con el apoyo a alto nivel en el gobierno. Dijo que había sido reclutado y adiestrado en los últimos ocho meses por Jamiat-ul-Ansar, el nuevo nombre del partido Harakat-ul-Mujahedeen, calificado como grupo terrorista por el departamento de estado y prohibido en 2002 por el presidente Pervez Musharraf, de Paquistán. Funciona bajo su nuevo nombre, más discretamente, y su líder, Fazlur Rehman Khalil, se mueve libremente en el país. Khalil ha estado involucrado en el reclutamiento y adiestramiento de militantes desde los años ochenta. En 1998, aviones norteamericanos bombardearon su campo de adiestramiento en Afganistán cuando buscaban a Osama bin Laden después de los atentados con bomba de las embajadas norteamericanas de Kenia y Tanzania. El bombarbeo mató a varios paquistaníes, y Khalik, en ese tiempo, juró vengarse del ataque.
Es un secreto público en Pakistán que grupos separatistas en Cachemira no han cesado sus actividades, a pesar de declaraciones oficiales, y han continuado adiestrando militantes e infiltrándolos en la Cachemira india. El subsecretario de estado Richard L. Armitage dijo en una visita a la región el mes pasado que Pakistán no había desmantelado todos los campos usados por los fanáticos para adiestrar militantes para Cachemira. Y aunque elogió a Pakistán por sus esfuerzos contra Al Qaeda, instó al país a hacer más para impedir que los militantes talibanes realizaran ataques desde Pakistán.
Sohail no es el primer paquistaní capturado luchando junto a los talibanes y otros militantes en Afganistán en los últimos dos años. En al menos una ocasión, paquistaníes que fueron capturados en una operación militar conjunta afgano-estadounidense el año pasado fueron devueltos a Pakistán. Pero primero fue interrogado por el gobierno afgano. Agentes de inteligencia dijeron que le habían encontrado una carta de miembro de Jamiat-ul-Ansar y una lista de números de teléfonos de funcionarios de alto nivel del partido.
Un agente paquistaní que interrogó recientemente a Sohail lo describió como un "caso excepcional" y negó que militantes paquistaníes estén apareciendo en Afganistán.
Rustam Shah Mohmand, embajador paquistaní en Afganistán, dijo que pensaba que Jamiat-ul-Ansar y su red había sido desmantelada. "Nuestra posición no es ambigua", dijo. "El gobierno no auspicia, no crea, no está consciente de la existencia de estos campos. Si lo supiera, los desmantelaría".
Zalmay M. Khalilzad, el embajador estadounidense en Afganistán declaró públicamente que Pakistán no ha hecho lo suficiente para impedir que los talibanes y otros militantes usen las áreas fronterizas del país como bases operacionales y de reclutamiento.
En un discurso en Washington, en abril, advirtió que si Pakistán no hace el trabajo a su lado de la frontera, las fuerzas norteamericanas tendrán que hacerlo ellas mismas.
Diplomáticos occidentales que hablaron a condición de conservar el anonimato, dijeron en una entrevista el mes pasado en Kabul que: "Cuando hablas de los talibanes, es como pescar en un barril en Pakistán. Allá son adiestrados, allá descansan. Allá los apoyan".
Diplomáticos occidentales en Kabul y analistas políticos paquistaníes han dich que Pakistán continúa permitiendo a los talibanes operar para mantener su influencia en Afganistán. Pakistán apoyó a los talibanes en los años noventa como una manera de crear un área donde las fuerzas paquistaníes se pudieran replegar en el caso de que estallara una guerra con su vecino y rival de toda la vida al este, India. Pakistán también ha tratado de conservar su influencia entre el grupo étnico más grande de Afganistán, los pashtún debido a su recelo de su propia minoría pashtún en las áreas fronterizas.
El general Musharraf también teme que una campaña contra los talibanes provocaría protestas de la alianza de partidos políticos islamitas del ala dura que forman ahora el tercer bloque más grande del parlamento, dijo un diplomático occidental en Kabul. Y agentes paquistaníes temen que Estados Unidos abandone la región si Bin Laden no es capturado.
En entrevistas a lo largo de la frontera en los últimos dos años, funcionarios del gobierno paquistaní han hecho declaraciones de que no ven a los talibanes como una amenaza para Pakistán. También ha dicho a veces que los talibanes tienen quejas políticas legítimas en Afganistán.
Sohail fue probablemente elegido para luchar en Afganistán porque es un pashtún, el grupo dominante entre los talibanes. Nació en Swat, cerca de la frontera afgana, creció en Karachi, abandonó la escuela a los quince y se marchó a trabajar en una tienda de golosinas.
"Yo iba a la mezquita todos los jueves y ellos me decían que lo que tenía que hacer era meterme en la yihad", dijo. "Están maltratando a los musulmanes en todos el mundo, en Palestina, en Chechenia, en Cuba, en Francia. Por eso decidí hacerlo y recibí adiestramiento durante un mes".
Viajó con un grupo de 15 otros de su mezquita a un campo de adiestramiento cerca de Mansehra, al norte de Islamabad. Era un lugar aislado, en las montañas, con montones de árboles, dijo. Ahí recibió un mes de adiestramiento en el manejo de explosivos y armas.
Un tío de Sohail, por teléfono desde Karachi, dijo que la familia recibió una carta de él a través de la Cruz Roja, diciendo que estaba en una cárcel afgana.
Después de su adiestramiento en Mansehra, Sohail y su grupo fueron a Islamabad y se reunieron con Khalil, el cabecilla de Jamiat-ul-Ansar, en su sede.
Tres meses más tarde, Khalil habló en la mezquita y llamó al grupo a que peleara, dijo Sohail. "Dijo: ‘Id y luchad contra los americanos'".
Se dirigieron a la ciudad fronteriza de Pakistán, Quetta, y luego Sohail se marchó con otros cuatro combatientes. Cruzaron la frontera principal y condujeron hasta la ciudad de Kandahar. Alojaron en un hotel designado de antemano y en el cuarto encontraron una bolsa con armas. Al día siguiente se encaminaron hacia una base en la montaña, cerca de la ciudad de Panjwai, no muy lejos al occidente de Kandahar, donde se unieron a unos cincuenta combatientes y se vieron rápidamente involucrados ellos mismos en operaciones de combate.
El relato de Sohail se hace luego vago. Dijo que sólo peleó una noche y luego volvió a Paquistán. Enviado de vuelta a Afganistán a reunir información sobre las bajas, se acercó a unos policías afganos pensando que eran talibanes. Lo detuvieron.
Está acusado de haber participado en un ataque contra el ayuntamiento de Panjwai en abril, en el que murió un agente de policía y dos cooperantes, dijeron agentes de seguridad.
Otros militantes capturados son afganos de la comunidad de refugiados de Pakistán. Han contado que recibieron adiestramiento en grandes recintos residenciales amurallados en y en las cercanías de Quetta, antes que en campos militares, según Sher Muhammad Akhundzada, gobernador de la provincia de Helmand en el sur de Afganistán.
Un prisionero afgano entrevistado recientemente en Kandahar, que pasó diez años en una madrassa -escuela religiosa- en Pakistán desde la edad de catorce años, se quejó de que la llegada de las tropas norteamericanas a Afganistán llevó conductas contrarias al islam, como beber alcohol y la prostitución. "Están destruyendo el islam", dijo el prisionero.
Sohail recibió una sentencia de veinte años de un juez en Kabul. Ha recurrido.
"Estoy triste", dijo, afligido. "La guerra santa terminó para mí". Pero también mostró destellos de fanatismo. "Me gustaría ser prisionero de los norteamericanos", dijo. "Entonces podría morir como un mártir, en sus manos, o matarme a mí mismo".

David Rohde contribuyó desde Paquistán a este artículo.
6 de agosto de 2004
©traducción mQh
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