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la muerte de antonioni


[Dennis McLellan] El renombrado autor alcanzó su mayor popularidad con ‘Blowup' en 1966. Tenía 94.
Murió Michelangelo Antonioni, el genial director de cine italiano que describió la alienación emocional de la generación de posguerra en películas como ‘La aventura' [L'Avventura] y ‘La noche' [La Notte], y alcanzó su mayor popularidad con ‘Deseo de una mañana de verano' [Blowup], una enigmática historia ambientada en el movido Londres de los años sesenta. Tenía 94 años.
Antonioni, que sufrió un debilitante derrame en 1985 que limitó severamente su capacidad de hablar, murió en su casa en Roma el lunes noche, de acuerdo a la agencia italiana de noticias ANSA.
El presidente italiano Georgio Napolitano dijo hoy que Italia había "perdido a uno de los más grandes protagonistas del cine y uno de los más grandes exploradores de la expresión del siglo veinte".
La muerte de Antonioni se produce tras la del gran director sueco Ingmar Bergman, que murió el lunes a los 89.
Para muchos cinéfilos estadounidenses, Antonioni puede ser recordado por sus películas habladas en inglés, ‘Blowup', ‘Zabriskie Point' y ‘El reportero' [Professione: reporter; The Passenger], con Jack Nicholson como protagonista.
Nicholson dijo hoy que como director, Antonioni mismo era toda una categoría.
"No sé cómo decirlo, pero él es simplemente un maestro, y lo quería todo el mundo", dijo Nicholson al Times, buscando emocionado las palabras para describir a su amigo de toda la vida.
Describió a Antonioni como "una de las pocas figuras paternales para mí, que he adquirido durante mi trabajo", y dijo que se guardaban un gran afecto mutuo.
"Era un hombre alegre y de gusto impecable", dijo. "Toda su vida estaba modestamente dedicada a ser un artista brillante".
‘Deseo de una mañana de verano'', su película de 1966 sobre un fotógrafo de moda de Londres (David Hemmings) que descubre que puede haber captado inadvertidamente un asesinato en el parque cuando tomaba fotografías a hurtadillas de una cita entre una joven mujer (Vanessa Redgrave) y un hombre mayor, fue la primera película hablada en inglés del director.
Un juego de tenis imaginario jugado por mimos de cara blanca al final de la película, que los estudiosos del cine dicen que simboliza las diferencias entre la ilusión y la realidad y la incertidumbre sobre si ocurrió alguna vez o no un crimen, ha sido descrito como "uno de los momentos definitorios del cine de los años sesenta".
La película le ganó a Antonioni nominaciones a un Oscar por mejor guión y mejor director.
‘Zabriskie Point', la visión de los universitarios revolucionarios de los años setenta del director y la actual escena americana, fue un fracaso en la taquilla y entre los críticos.
Pero ‘El reportero', su drama de suspense de 1975, con Nicholson como un desilusionado periodista de televisión que es enviado a África para cubrir una guerra civil y adopta la identidad de un hombre muerto en su hotel, que resulta haber sido un traficante de armas, ha sido considerada una de las grandes películas de los años setenta.
El crítico de cine y ex redactor de Times, Kevin Thomas, elogió la película "como una obra maestra de rigurosa belleza visual que es tan tentadora como hipnótica", y Vincent Canby, del New York Times, la consideró "la película más entretenida de Antonioni".
Como antiguo crítico de cine y documentalista, Antonioni llevaba una década haciendo largometrajes cuando ganó renombre internacional en 1960 con ‘La aventura', que algunos consideran su mejor película.
Es la primera de un suelta trilogía de aclamadas películas que cimentaron al director y guionista como uno de los directores más enigmáticos e innovadores del mundo, conocido por su estilo preciosista, tecnicismo y osadía temática.
En ‘La aventura', una joven mujer (Lea Massari) desaparece en un viaje en yate hacia una isla volcánica siciliana y su amante y mejor amiga (Gabriele Ferzetti y Monica Vitti) están en el grupo de amigos que se une a la búsqueda.
Pero Antonioni rechaza las convenciones narrativas del cine y deja sin resolver la desaparición de la mujer: Sigue siendo un misterio, y prácticamente es olvidada después de que se abandona la búsqueda y su amante y mejor amiga inician una relación propia.
En realidad, la película no gira sobre la búsqueda de la mujer desaparecida. Gira, como escribió el crítico Roger Ebert, "sobre el hecho de que todos los personajes están al borde de la desaparición; sus vidas son tan irreales y sus relaciones tan tenues, que apenas se puede decir que existen".
O, como escribió sobre la película la crítico Pauline Kael: "Son individuos que tratan de escapar al tedio acercándose uno al otro y encontrando solamente más tedio".
Las tres parábolas cinematográficas de la alienación de Antonioni -‘La aventura', ‘La noche' [La Notte,1961] y ‘El eclipse' [L'Eclisse, 1962], marcaron lo que el historiador del cine, Andrew Turner, ha llamado el descubrimiento de un "nuevo lenguaje cinematográfico", y se encuentran entre los logros más extraordinarios del cine de posguerra".
El crítico de cine de New Republic, Stanley Kaufman, fue todavía más lejos, calificando la trilogía de Antonioni como uno "de los puntos más altos de la historia del cine".
La película de Antonioni de 1964, ‘El desierto rojo' [Il deserto rosso], su primera película en color, tuvo estilo y temas similares, los que llamó la "aridez espiritual" y la "frialdad moral" de la sociedad italiana después de la Segunda Guerra Mundial.
‘El desierto rojo', con Vitti, fue notable por el uso del color que hace Antonioni. Cuartos, calles, árbolese incluso manzanas fueron pintados y repintados en diferentes colores para reflejar el estado emocional desequilibrado del neurótico personaje principal.
"A veces", dijo una vez Antonioni, "tienes que forzar la realidad para poner al público en el ánimo correcto".
El crítico de cine Thomas describió a Antonioni como "uno de los poetas de la pantalla más rigurosos en la historia del cine", un director "que se comunica siempre que puede a través de la cámara antes que del diálogo".
Pero su trabajo no era apreciado por todo el mundo.
‘La aventura' fue ignominiosamente abucheada y rechiflada cuando se estrenó en el Festival de Cine de Cannes en 1960 -los miembros de la audiencia gritaban ‘¡Corten!' cuando pensaban que las tomas tomaban demasiado tiempo-, aunque la película ganó el Premio Especial del Jurado y se convirtió luego en un éxito de taquilla en todo el mundo.
Pero muchos cinéfilos se quejaban de que las películas de Antonioni eran demasiado lentas, demasiado intelectuales y demasiado vagas, provocando el surgimiento del término ‘antonioniennui'.
El ex crítico de cine de Los Angeles Times, Philip K. Scheuer, observó en 1966 que los detractores de Antonioni "sostienen que él sacrifica el contenido a la técnica y que nunca realmente se aparta de su obsesión con lo que se puede llamar la soledad del sonámbulo de larga distancia".
"Como crítico caigo de algún modo entre dos campos", agregó Scheuer. "Me siento alternativamente exasperado e incluso aburrido por todo el tiempo que se toma para decir lo que tiene que decir (si acaso) y electrificado por la profundidad y belleza de los efectos visuales que compone".

Hijo de terratenientes de clase media, Antiononi nació el 29 de septiembre de 1912, en Ferrara, Italia. Demostró su lado creativo a temprana edad, diseñando muñecos y construyendo decorados cuando tenía diez años. Empezó a pintar al óleo durante la adolescencia.
Se graduó de la Universidad de Boloña en 1935. Mientras estudiaba para su licenciatura en economía y comercio, escribió historias y piezas de teatro, fundó con otros una compañía de teatro estudiantil y escribió crítica de cine para un diario local. También hizo un intento fallido de rodar un documental en un hospital psiquiátrico -los pacientes sufrieron ataques de pánico cuando se encendieron los focos de las cámaras.
Después de mudarse a Roma en 1939, Antonioni trabajó para la revista de cine Cinema y asistió a la renombrada escuela de cine Centro Experimental de Cinematografía. En 1942, había colaborado con el director Roberto Rossellini en el guión para la película de Rossellini, ‘El retorno del piloto' [Un pilota ritorna; The Return of a Pilot].
Aunque fue enrolado por el ejército italiano en 1942, Antonioni siguió trabajando en películas en su tiempo libre y fue asistente de dirección y co-guionista de la película ‘I due foscari' [The Two Foscari], del director Enrico Fulchignoni, entre otras.
En 1943 obtuvo financiamiento para dirigir un documental corto sobre la gente del río Po, ‘Gente del Po', pero la ocupación alemana de Italia interrumpió su trabajo y no lo pudo completar sino en 1947.
Después de la guerra, Antonioni reanudó su trabajo como crítico de cine y como realizador de documentales cortos, incluyendo un estudio de los barrenderos de Roma. También siguió escribiendo guiones para otros directores, incluyendo a Federico Fellini (‘El jeque blanco' [Lo sceicco bianco; The White Sheik]).
Su primer largometraje como director fue ‘Crónica de un amor' [Cronaca di un amore; Story of a Love Affair], estrenado en 1950.
El gran triunfo de Antonini fue su largometraje ‘El grito' [Il Grido; The Outcry, 1957], la historia de un trabajador del Valle del Po (el actor estadounidense Steve Cochran) que es abandonado por su mujer. La desesperación del personajes se ve reflejada en el desolado paisaje y vacías composiciones que se convirtieron en el sello característico del director.
Durante el doblaje de ‘El grito', Antonioni conoció a la actriz Mónica Vitti, con que la que tuvo una relación amorosa. Más tarde fue la protagonista de su histórica trilogía y conocida como "la clásica mujer de Antonioni".
Un hombre en buena forma, de rasgos patricios, que se vestía impecablemente, Antonioni fue descrito por un entrevistador estadounidense en los años setenta como una "austera autoridad, mezclada curiosamente con el encanto del Viejo Mundo".
Pero junto con el reconocimiento internacional de Antonioni como director, también se conocieron informes sobre su carácter temperamental e inusuales métodos de trabajo.
Un reportaje de 1973 de Los Angeles Times sobre el rodaje de ‘El reportero' observaba que Antonioni hacía salir a todo el mundo del estudio unos veinte minutos antes de cada toma para sentarse detrás de la cámara y "cavilar" sobre la toma y el ambiente. Y si veía a un desconocido en el estudio, se ponía a gritar,, proclamando: "¡No filmaré nada hasta que no se retire esa ofensa!"
Antonioni era considerado un cineasta intuitivo que aceptaba la espontaneidad.
"Es sólo cuando presiono mi ojo contra la cámara y empiezo a dirigir a los actores que tengo una idea exacta de la escena", dijo una vez. "Es sólo cuando oigo el diálogo en boca del actor que me doy cuenta si las frases suenan bien o no... Los guiones se están convirtiendo en realidad en cuadernos de notas para aquellos que, con la cámara, escriben la película ellos mismos".
La inclinación de Antonioni de mantener la comunicación a un mínimo enfurecía a muchos actores.
"No me daba indicaciones; rara vez me hablaba, y nos dejaba exhaustos", se quejó Jeanne Moreau después de trabajar con Antonioni en ‘La noche'.
Se dice que Hemmings tuvo una experiencia similar en ‘Blowup', que dijo: "Nunca habló conmigo".
En una entrevista con Los Angeles Times en 1973, Antonioni rebatió los aspectos negativos de su reputación.
"No creo ser un ogro", dijo. "No, eso no tiene base. Que yo sepa conocí sólo a una actriz que dijo que yo era un ogro: Moreau. Sin embargo, no tuve problemas con ella y me asombró oírla decir todas esas cosas sobre mí. Usualmente termino siendo el mejor de los amigos con mis actores. Nunca he peleado con ninguno de ellos".
Pero, reconoció, "me gusta provocar el ánimo que necesito en ellos. No creo que deban saber demasiado sobre lo que quiero de un actor, porque de otro modo el actor se convierte en director. Sobreactúan -de buena fe, por supuesto, pero está mal. Los actores tienen un filtro personal. Ven la vida con los ojos de sus personajes. Yo estoy obligado a ver las cosas en su unidad, y por eso tengo que controlarlos".
En 1982, el drama ‘Identificación de una mujer' [Identificazione di una donna; Identification of a Woman], sobre un director de cine a la búsqueda de ‘la mujer ideal' para una película, generó una reacción crítica negativa y no logró ser distribuido en Estados Unidos.
"He sobrevivido a tantas opiniones, a tantas dificultades en mi larga carrera, que de algún modo simplemente no me interesa", dijo Antonioni en una entrevista con Los Angeles Times cuando ‘Identificación de una mujer' fue proyectada en el Festival de Cine de Nueva York.
Pero antes que reflejar los altibajos de su carrera o la significación de su trabajo, estaba siempre ansioso de empezar con la siguiente película.
"A veces he tenido la tentación de dejar de trabajar", dijo. "Pero ¿qué puedo hacer? No puedo quedarme callado".
Tres años después, no tuvo alternativa después de un derrame que paralizó su lado derecho y limitó severamente su capacidad de hablar.
El derrame pareció señalar el fin de la carrera cinematográfica del hombre que dijo una vez: "Dirigir es vivir".
"Después del derrame se aburría tanto, era muy infeliz", dijo su mujer Enrica al New York Times diez años después. "Es un hombre de una tremenda energía, y no tenía nada que hacer".
Antonioni, que se había divorciado una vez, se casó en 1986 con Enrica Fico. Estudiante universitaria de arte en Milán, lo había conocido en Roma en 1971 después de preguntarle a una amiga si conocía a alguien en Roma que le pudiera ayudar a encontrar trabajo. Antonioni le ofreció un trabajo como asistente de vestuario para su nueva película, y empezó su relación personal.
Después del derrame de Antonioni, Enrica se convirtió en la inspiración para su rehabilitación. Gracias a los esfuerzos de su mujer y a varios productores franceses, Antonioni volvió a hacer cine con ‘Más allá de las nubes' [Al di là delle nuvole; Beyond the Clouds], historias de amor de 1995 producidas por un grupo europeo y basadas en su colección de ideas para el cine no desarrolladas de 1983, ‘Aquel bowling junto al Tíber' [Quel Bowling sul Tevere; Bowling Alley on the Tiber].
Cuando las compañías de seguros se negaron a cubrir la película debido a los problemas de salud de Antonioni, los productores contrataron al director Wim Wenders como suplente. Wenders terminó dirigiendo los episodios de continuidad de la película sobre un director-narrador representado por John Malkovich.
Incapaz decir más de algunas palabras, incluyendo basta, Antonioni dirigió la película haciendo que otros hablaran por él y haciendo muecas y gesticulando con su mano buena. También hacía dibujos simples de un trazo para mostrar a los actores cómo moverse y dónde debería ubicarse la cámara.
La película tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine del Instituto del Cine en Los Angeles en 1995, el mismo año en que Antonioni recibió un Academy Award honorario por sus logros de toda una vida.
"La mayoría de las películas celebran los modos en que nos conectamos unos con otros. Las películas de este maestro lamentan la incapacidad de conectarse", dijo Nicholson en su introducción en la ceremonia de la Academy Awards.
Saludado con una ovación de pie, Antonioni avanzó lentamente por el escenario del brazo de su esposa, que habló por él.
"Es muy bello recibir este galardón, y también es muy bello recibir todo este cariño", dijo ella. "A veces las palabras sobran debido a este cariño. Michelangelo iba siempre más allá de las palabras, para encontrarse con el silencio, el misterio y el poder del silencio".
Antonioni concluyó el discurso con una sola palabra de agradecimiento: "Grazie".
No tuvo hijos y le sobrevive su mujer.

dennis.mclellan@latimes.com

Tracy Wilkinson contribuyó a este reportaje desde Roma.

3 de agosto de 2007
31 de julio de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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2 comentarios

Jordan 5 -

I'm incredibly thankful for the author for posting this kind of an awesome improvement article. Continuing towards the article, This really is a amazing survey, extremely good create up,Thanks you for sharing. Jordan 5

Ines Cortes -

me gustaria que colocaran el vestuario completo de una mujer en los años de 1950.