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tras la huella de un terrorista 4


[Susan Schmidt] Desde el desierto hasta el corazón de Estados Unidos. Última entrega.
Peoria, Illinois, Estados Unidos. Garabateadas en el pedazo de papel de la billetera de Marri había cinco direcciones de e-mail que dijo que eran suyas, según el FBI. Tres contenían un borrador, con la dirección, pero sin enviar, a un e-mail que el gobierno dice que está vinculado a Khalid Sheik Mohammed.
"He tratado de contactarme con tu tío en Ottowa, pero no pude entrar", se lee en el borrador.
Los agentes descubrieron que Marri había creado todas las cinco direcciones de e-mail el 22 de septiembre de 2001, en un ordenador de la Universidad de Western Illinois.
Fiscales de Nueva York dejaron de lado la orden de aprehensión como testigo material y lo retuvieron por el cargo menor de cometer fraude con tarjetas de crédito. En diciembre de 2002, un año después de su detención, fue acusado de mentir al FBI sobre sus viajes y llamadas a Hawsawi. Había dicho a los agentes que había estado en Estados Unidos por última vez en 1991, pero omitió sus visitas a Illinois y Nueva York en 1991.
Los fiscales dijeron que pedirán una sentencia de hasta veinte años porque los supuestos delitos de Marri tenían por objetivo fomentar el terrorismo. En respuesta, sus abogados retiraron su aprobación para trasladar los casos a Nueva York. Eso envió el asunto de vuelta a Illinois, donde los abogados tuvieron una segunda oportunidad para persuadir al juez de suprimir las evidencias obtenidas en el portátil de Marri y sus declaraciones ante Zambeck y Brown.
Pero antes de que eso ocurriera, ocurrieron una serie de sucesos que culminarían con la orden de Bush para el internamiento bajo custodia militar de Marri. El 1 de marzo de 2003, Mohamemd fue capturado en una casa de seguridad en Pakistán, junto con un tesoro de materiales de su ordenador y teléfonos. Dejó al descubierto a varios de los operativos de la ‘segunda ola' y a cómplices que fueron enviados antes de los atentados de 2001, de acuerdo a la comisión del 11 de septiembre. Marri era uno de ellos, dijeron fuentes antiterroristas.
En una declaración ante la corte federal en Carolina del Sur el año pasado, Jeffrey N. Rapp, un alto oficial del contraespionaje del Pentágono, escribió que Mohammed veía a Marri como "un agente durmiente ideal", porque tenía un diploma de una universidad norteamericana y podía viajar con su familia.
El gobierno dijo que la declaración de Rapp se basaba en múltiples fuentes, incluyendo el FBI, la CIA y los interrogatorios de cabecillas de al Qaeda. Escribió que Mohammed y bin Laden decidieron en el verano de 2001 que Marri debería estar en Estados Unidos antes del 11 de septiembre para "crear una fachada" y que debía actuar como "punto de contacto para los operativos de al Qaeda que lleguen a Estados Unidos".
"Actualmente al Marri posee información de alto valor de inteligencia, incluyendo información sobre operativos y actividades de al Qaeda", escribió Rapp.
Un analista familiarizado con lo que Mohammed -también conocido como KSM- ha declarado en interrogatorios, dijo que Marri "era muy importante para KSM... KSM confiaba en su inteligencia... Podía deslumbrar con sus credenciales yihadistas y podía operar como estudiante universitario. Podía servir como una estación de conexión para una persona como Atta".
El Pentágono también se enteró de que el hermano menor de Marri, Jarallah, había estado en un campo de al Qaeda en Afganistán y estaba detenido como enemigo combatiente en Bahía Guantánamo. Mohammed se había reunido con Jarallaj al-Marri a fines del verano de 2001 y le contó sobre las actividades de su hermano en Estados Unidos, de acuerdo a Rapp.
Justo antes de la captura de Mohammed, funcionarios del departamento de la Seguridad Interior elevaron la alerta de amenaza a nacional diciendo que al Qaeda estaba tramando un atentado químico o biológico, posiblemente contra el metro de Nueva York. George J. Tenet, entonces director de la CIA, mencionó el posible uso de cloro o gas de cianuro. La policía puso a la ciudad en algo cercano a su propio ‘código rojo'.
Algo de lo que estaba pasando tras bastidores en la época, fue revelado por el reciente libro de memorias de Tenet y en ‘The One Percent Doctrine', del autor Ron Suskind, publicado el año pasado, aunque ninguno menciona a Marri.
Las autoridades saudíes, en colaboración con la CIA, habían arrestado a un grupo de extremistas y descubierto en uno de los ordenares de al Qaeda una guía para un artefacto sencillo que mezclaba gas de cianuro de hidrógeno, que se obtiene fácilmente de algunos químicos, y luego difuminarlo. Lo llamaron el mobtakker -árabe para ‘invención'. Ese artefacto resolvería el problema que hizo fracasar el atentado de Tokio.
"Cuando empezamos a investigar el mobtakker, el nombre de Marri salió claramente a superficie", dijo una fuente de inteligencia.
En el ordenador de Marri no se encontró nada sobre el artefacto, pero había archivos de sus búsquedas de "información técnica y comercial sobre varios tipos de cianuro", dice la declaración de Rapp. Causó el interés de Marri en el ácido sulfúrico, porque es un ingrediente "en un aparato binario de cianuro de hidrógeno". El mobtakker puede ser ese aparato.
Entonces un informante de la CIA reveló que el jefe de al Qaeda en Arabia Saudí, Yusef al-Ayiri -entonces conocido por la agencia solamente como ‘Espada Veloz'- estaba planeando un ataque con mobtakker contra el metro de Nueva York. Ayiri había viajado a Pakistán en enero de 2003 con el propósito de informar a la jefatura de al Qaeda que se realizaría un atentado con el metro dentro de 45 días.
"Lo escalofriante", escribió Tenet en su libro, "es que Ayman al-Zawahiri mismo canceló la operación a principios de 2003 y retiró a los operativos que ya estaban asignados en Nueva York, debido a que tenía "un plan todavía mejor".
Funcionarios contraterroristas trataban desesperadamente de ubicar a los miembros de la célula. "Al-Marri ya estaba detenido, de modo que no podía haber sido un participante activo, pero la persona con la que estaba en contacto podía llevarnos a los que estaban implicados en la conspiración", dijo la fuente de inteligencia.
Las esperanzas de la CIA de saber más de Ayiri se vieron estropeadas cuando, el 31 de mayo de 2003, murió en una balacera con la policía saudí.
Tres semanas después, el 23 de junio, Bush declaró a Marri un enemigo combatiente.

Soñando con Casa
Marri fue metido de inmediato en un calabozo de la Armada en Carolina del Sur. Los únicos externos que podían verlo, eran interrogadores de las fuerzas armadas.
Jonathan Hafetz, uno de los abogados de Marri, rebate que el aislamiento y las duras condiciones de detención implementadas durante los primeros años de su encierro como enemigo combatiente, eran "equivalentes a torturas". Sin embargo, dijo, Marri no ha flaqueado: Niega haber llamado a Hawsawi o ser miembro de al Qaeda.
Los intentos del Pentágono de interrogar a Marri terminaron en 2004.
"En las sesiones de interrogatorio ha mantenido su inocencia. No lo han obligado a confesar falsamente", dijo Hafetz. La declaración de Rapp, afirma, se basa en parte en "varios rumores" de Mohammed y otros que han sido sometidos a duras técnicas de interrogatorio.
Marri sigue estando en el centro de una prueba constitucional clave de si el presidente tiene la autoridad para detener a alguien indefinidamente en territorio estadounidense como prisionero de tiempos de guerra. Una comisión dividida de la Corte de Apelaciones para el 4o. distrito resolvió el mes pasado a favor de Marri. El gobierno ha recurrido, y es probable que el caso termine en la Corte Suprema.
Si la corte decide que el presidente se extralimitó en su autoridad al declarar a Marri enemigo combatiente, el ministerio de Justicia puede tratar de acusarlo de terrorismo en un tribunal criminal. Si se impone el gobierno de Bush, Marri sería procesado por un tribunal militar, donde es probable que la información sobre él sea mantenida estrechamente circunscrita.
Andrew Savage, otro miembro del equipo de abogados de Marri, dijo que el encarcelamiento de su defendido ha mejorado enormemente desde 2005, cuando sus abogados entablaron una demanda por su tratamiento. Ahora Savage lo visita frecuentemente, lo mismo que un imán y un representante de la Cruz Roja Internacional. El abogado dijo que le gustaría llegar a una resolución diplomática en la que Marri sea entregado al gobierno de Qatar. "Sueña con volver a casa", dijo Savage.
Savage dijo que Marri es muy religioso, pero no un político fanático. "Es muy fuerte políticamente en cuanto al tema de la intervención estadounidense en asuntos árabes", dijo. "No he visto ni un asomo de odio".
Sus abogados dijeron que durante los más de cinco años de encarcelamiento de Marri, no han hablado nunca con él sobre los detalles de la acusación del gobierno. No ha ofrecido una explicación de los archivos telefónicos que muestran llamadas a operativos de al Qaeda, ni de los materiales encontrados en el ordenador sobre armas químicas ni de las pruebas de que viajó a Nueva York en el verano de 2000.
"No hemos profundizado en esas acusaciones", dijo Savage. "No hay razón para hacerlo. Él realmente no está acusado de nada. Dijo que es inocente, no es un agente durmiente. De momento lo dejamos ahí".

Sari Horwitz, Alice Crites y Julie Tate contribuyeron a este reportaje.

1 de agosto de 2007
20 de julio de 2007

©washington post
©traducción mQh
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