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crean archivo testimonial


Crean primer archivo testimonial de víctimas de la dictadura militar. La iniciativa fue impulsada por la Fundación Universidad y Desarrollo (FUD), la Escuela de Historia de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC) y la Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (FASIC).
Santiago, Chile. Con el propósito de dar a conocer una realidad que fue parte de la historia reciente del país, crear conciencia en las nuevas generaciones para que los hechos ocurridos bajo la dictadura militar no se vuelvan a repetir, se dio inicio al proyecto que crea el ’Archivo Testimonial de Víctimas de La Represión en Chile 1975-1990.
La iniciativa impulsada por la Fundación Universidad y Desarrollo (FUD), la Escuela de Historia de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC) y Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (FASIC) pretende tomar registro de los cerca de cuatro mil testimonios que se encuentran actualmente archivados en FASIC y que son parte de las personas beneficiadas que pasaron por la institución.
El FASIC informó que cuando se invitó a Carena Pérez a participar de la iniciativa para hacer público el testimonio que hace más de 30 años dio a la institución como beneficiada, aceptó inmediatamente.
Contactada por la psicóloga del organismo, Valeria Moscoso y movida por el interés "que tienen algunas personas por cerrar la memoria y que han trabajado incansablemente por instalar el olvido y la impunidad", Carena volvió a revivir dolorosos episodios de su vida bajo la dictadura y que estaban calmos en su interior.
Fue detenida en 1975 en Osorno por un operativo conjunto del Servicio de Inteligencia Militar de Osorno y la desaparecida Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
Luego de ser llevada a un recinto clandestino en los alrededores de la ciudad, fue trasladada a la Villa Grimaldi en Santiago. Allí permaneció 11 días, luego fue llevada a 4 Álamos, donde estuvo incomunicada otros 20, y posteriormente pasó a libre plática en 3 Álamos, siendo liberada tras 7 meses de reclusión.
Según el testimonio dado por Carena, "ser mujer y resistente resultaba ser doblemente transgresor para los ojos de la dictadura, por ello se encargaron de castigarnos de manera ejemplificadora. Uno de los lugares en los que el patriarcado se instala para ejercer la presión contra las mujeres es en nuestros cuerpos. Quizás por esa razón los agentes del Estado violaron con especial saña nuestros cuerpos. El abuso sexual fue una práctica permanente a la que fuimos expuestas las mujeres y también algunos hombres detenidos".
Carena recuerda que "en uno de esos interrogatorios irracionales, donde se mezclaban las preguntas por personas, por actividad política con cosas como ¿cuántas relaciones sexuales había tenido? ocurrió que un agente me golpeó muy fuertemente en la cara solamente por tener los pechos chicos. Sentí mucha impotencia y rabia contenida, sin embargo después en la soledad de mi celda, pensé que bueno que mis pechos sean pequeños, así estos cerdos no tienen mucho que mirar, tocar ni fantasear. Ahora con el tiempo me parece increíble haber hecho esa reflexión. Los tipos trataron de apropiarse de mi cuerpo y yo más que centrarme en la tocación lasciva, me centré en que mi cuerpo fue capaz de negarles el placer de su morbo. Creo que en ese momento, sin saberlo fui altamente feminista".
Su historia junto a la de una centena de personas será parte del primer Archivo Testimonial de Víctimas de la Represión Dictatorial en Chile 1975-1990. Un proyecto impulsado por la Fundación Universidad y Desarrollo (FUD), la Escuela de Historia de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC) y FASIC, y pretende tomar registro de los testimonios legalmente autorizados de ser públicos, que se encuentran actualmente archivados en FASIC y que son parte de las personas beneficiadas que pasaron por la institución.
Carena tomó la decisión, por que cree "que un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla y que cualquier iniciativa que rescate la memoria de lo ocurrido en el país contribuirá a impedir que atrocidades como la tortura, la ejecución y desaparición vuelvan a repetirse".
Señala que no fue fácil repasar, remover y evocar los momentos de la tortura, donde el dolor y el miedo la llevaron al límite que desconocía ser capaz de soportar, sin embargo al revisar su testimonio se agolpan recuerdos que considera importantes compartirlos.
Testimonios como el suyo serán parte del archivo. Historias igual, menos o más dolorosas estarán plasmadas en este gran proyecto con el fin de dar a conocer una realidad que fue parte de nuestra historia reciente, de crear cultura y conciencia en las nuevas generaciones para que los hechos ocurridos bajo la dictadura de Pinochet no se vuelvan a repetir.
Hasta la fecha se han ubicado alrededor de 600 testimonios de beneficiados que pasaron por FASIC, de estos se han contactado a cerca de 160, de los cuales 61 han autorizado su publicación.
Pese a que la respuesta de la gente ha sido positiva, la principal traba con la que se han encontrado para contactar a las personas, según explica Valeria Moscoso, psicóloga del proyecto, ha sido que por el paso del tiempo muchos números teléfonos y direcciones ya no están vigentes. A esto se suma el que un número importante de los testimoniantes ha fallecido.
Valeria, explica que el proceso de solicitar las autorizaciones para publicar los testimonios, el cual se hace en una primera etapa de manera telefónica y posteriormente presencial, ha tenido una gran carga emocional para estas personas, sobre todo para quienes por primera vez se reencuentran con su relato "para ellos (testimoniantes) que se han ido reencontrando con sus relatos no ha sido fácil volver a enfrentarse con esta parte de la historia, estas memorias no sólo son bastante traumáticas y dolorosas para las personas, sino que han sido invisibilizadas en la versión oficial. Por lo tanto son memorias que han estado negadas, ocultadas y reprimidas durante mucho tiempo", expresa la psicóloga.
A esto se suma que muchas de las demandas y necesidades de la gente aun continúan insatisfechas. "Son muchas las críticas que nos han plateado a nivel gubernamental por el Informe Valech, en donde los testimonios fueron editados por un tercero y donde los nombres de los torturadores fueron sacados y sujetos a un resguardo por un lapsus de 50 años. Esto no es lo que las personas esperaban".
A diferencia del Informe Valech, en el Archivo Testimonial irá todo lo que la persona o sobreviviente autorice que se publique. Habrá sólo ediciones de redacción y ortográficas y si es parte del relato, los nombres de quienes torturaron y ejecutaron si estarán publicados.

1 de noviembre de 2008
©la nación
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