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murió george kuchar


Cineasta alternativo.
[Paul Vitello] Murió el martes en San Francisco el director George Kuchar, cuyas extravagantes aunque ardientes películas camp de bajo presupuesto inspiraron en los años sesenta a directores como John Waters y David Lynch, y ayudaron a encender la estética de la película casera ahora omnipresente en YouTube. Tenía 69 años.
La causa fue un cáncer a la próstata, dijo su hermano gemelo, Mike.
Kuchar y su hermano empezaron a hacer películas juntos cuando eran niños, usando la cámara de ocho milímetros que recibieron como regalo cuando cumplieron doce años, utilería sacada del departamento de la familia y actores enrolados entre amigos y vecinos del Bronx.
George y Mike Kuchar empezaron a llamar la atención de la escena del cine alternativo a principios de los años sesenta con irónicas parodias como ‘I Was a Teenage Rumpot’, ‘Night of the Bomb’ y ‘Lust for Ecstasy.’ Las películas se burlaban de los largometrajes de Hollywood que los hermanos devoraban durante las maratones de los fines de semana en el teatro local -donde en realidad crecieron mientras transmitían lo que el New York Times, en una retrospectiva de 1983, definió como "una compasiva visión de la condición humana, especialmente de la soledad."
Mientras los dos desarrollaban estilos individuales, George Kuchar dirigió en 1966 el corto ‘Sujétame mientras estoy desnudo’ [Hold Me While I’m Naked], una reflexión semi-autobiográfica sobre las frustraciones de un director películas pornográficas suaves. Muchos estudiosos del cine la consideran como uno de los textos definitorios de la estética camp. Junto con su ‘Diarios del tiempo’ [Weather Diaries], una serie de películas que hizo en visitas anuales a un campamento de casas remolque en Oklahoma durante la temporada de tornados, es su trabajo mejor conocido.
La capacidad de Kuchar de hacer películas con nada de dinero durante una prolífica carrera en la que a veces hacía dos o tres películas por año para el circuito de cine arte, fue motivo de orgullo para él, y una fuente de inspiración para varias generaciones de jóvenes cineastas.
"Fue un liberador", dijo P. Adams Sitney, fundador de Anthology Film Archives en el East Village, una organización sin fines de lucro que colecciona y conserva películas experimentales. "Te mostraba cómo hacer una película sin gastar un centavo, usando a tus amigos y tu ingenio. Su influencia es incalculable, y lo puedes ver en YouTube. Siempre fue un tipo que quería hacer películas. Creo que ni siquiera le interesaba ser descubierto por Hollywood."
Waters, que se pasó del cine de culto al convencional con su película de 1988, ‘Hairspray’, dijo en una entrevista el miércoles que los hermanos Kuchar fueron "las personas que hicieron que quisiera hacer películas."
"Fueron los primeros cineastas ‘experimentales’ sobre los que leí cuando era un quinceañero", agregó. "Eran gigantes. Inspiraron a cuatro o cinco generaciones de cinéfilos del cine arte militantemente excéntricos. Para mí, eran los Warner Brothers alternativos."

George Andrew Kuchar nació en Manhattan el 31 de agosto de 1942 (una hora después de su hermano) y creció en el Bronx. Su padre -llamado también George- era un camionero cuya preferencia por las películas pornográficas provocó un interés inicial en lo que el joven George llamó "la sordidez de los adultos" y el poder del cine "en darle vida tan repentinamente."
Su madre, Stella, compró a los gemelos la cámara.
Tras egresar de la Escuela de Arte Industrial (ahora la Escuela Superior de Arte y Diseño) en Manhattan, Kuchar trabajó brevemente dibujando mapas meteorológicos para el meteorólogo de la televisión de Nueva York, el dr. Frank Field; luego trató de dibujar historietas. Se conformó con ser un cineasta de tiempo completo después de que The Village Voice y The New York Herald Tribune escribieran entusiastas artículos sobre algunas de sus primeras producciones. (Un reseñador en Newsweek llamó a los hermanos "los santos inocentes del cine alternativo.")
En 1971 fue invitado a enseñar cine en el Instituto de Arte de San Francisco, donde trabajó en la facultad hasta que, este año, su enfermedad lo obligó a dejar de trabajar. La docencia le proporcionó no solamente un ingreso estable, sino además cientos de actores aficionados -sus estudiantes- dispuestos a aparecer en algunas de sus películas posteriores, incluyendo ‘Carnal Bipeds’ (1973), ‘I Married a Heathen’ (1974) y ‘I, an Actress’ (1977).
Kuchar, que nunca se desprendió de su acento del Bronx, fue siempre prosaico a la hora de describir su trabajo. En los numerosos documentales y entrevistas impresas que lo citan, casi nunca usa el término vanguardia. Es más probable que fanfarronee de lo poco que gastaba en hacer películas, o que compare los costes de usar película y cinta de video, que exponga una teoría articulada sobre el cine.
"Normalmente, no tengo casi vida personal", dijo en una entrevista grabada, respondiendo a una pregunta sobre por qué hacía películas. "Hacer una película es muy personal. Tienes que tratar con gente. Es como una fiesta. Haces una fiesta y después te quedas solo en casa durante un largo tiempo. La editas, y la montas y luego haces otra fiesta para mostrar lo que hiciste. Así que te ayuda a tener vida social."
Sin embargo, en una entrevista en video de 2009 probablemente dio su mejor explicación sobre sus motivos para convertirse en cineasta. "A veces haciendo películas, ves a una persona muy guapa. Y lo primero que se me viene a la mente es que quiero hacer una película sobre esa persona. "Porque me gusta ponerme gasas -ah, una tela negra barata sobre la lente, con una cinta de goma- y crear lo que parecen películas de los años cuarenta, o películas con un bello estilo de Hollywood, e inflar a esa personas y hacerlas más grandes que la vida y convertirlas en dioses y diosas. Y pienso que las películas son una maravillosa manera de llevarlos hacia el público, e inspirarlo con grandes objetos de deseo, y sueños, y cosas de gran belleza."
Agregó, después de una larga pausa: "Seres humanos vivos de belleza."
20 de septiembre de 2011
8 de septiembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

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