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la derecha y el terrorismo neo-nazi


columna de lísperguer
Policía alemana criticada por asombrosa ineptitud en el caso del grupo neo-nazi que asesinó a nueve inmigrantes y una agente de policía.

Hace unos días la policía alemana reveló la existencia de un diminuto grupo neo-nazi autodenominado Clandestinidad [o Resistencia] Nacional Socialista que en el curso de los últimos diez años ejecutó a nueve inmigrantes de origen turco y uno griego, asesinó a una agente de policía a la que le robaron el arma con el que cometerían sus últimos delitos, asaltó a catorce bancos y cometió, entre otros innumerables hechos delictivos, dos atentados con bomba -uno en una calle con presencia de inmigrantes en Colonia, otro en un cementerio judío. No llaman la atención las víctimas de los neo-nazis, que en este caso se trató de pequeños empresarios extranjeros -vendedores de kebab, un florista, un verdulero, el dueño de un cyber-café, un cerrajero-, sino la asombrosa incapacidad de la policía de relacionar la serie de crímenes con los militantes neo-nazis.
Más que de la incapacidad policial, muchos sospechan que la policía encubrió a los criminales o hizo la vista gorda, como lamentablemente suele ocurrir en Europa cuando se trata del terrorismo de extrema derecha. El caso salió a la luz cuando la policía revisó las ruinas de una caravana incendiada en Eisenach, una ciudad al este del país. Entre las ruinas encontraron los dos cadáveres de los neo-nazis. Aparentemente, prendieron fuego a la caravana para luego suicidarse o asesinarse mutuamente. El mismo día un departamento en un edificio de la ciudad fue consumido por las llamas.
Hay varios detalles del caso que justifican las sospechas. Los dos neo-nazis quemados y la mujer que incendió el departamento (que se entregó días después a la policía), eran buscados desde 1998, fecha en que la policía descubrió un taller clandestino donde se fabricaban bombas caseras. Los neo-nazis fueron vistos y fotografiados en varias manifestaciones neo-nazis después de 1998. Sin embargo, la policía o no los identificó o no se dio el trabajo de detenerlos. Otro detalle todavía sin explicar es que entre los restos de la caravana incendiada se encontraron documentos de identidad del tipo que entrega la policía a informantes y agentes encubiertos. También es inexplicable que la policía no haya establecido una relación entre los asesinatos de inmigrantes, pese a que casi todos fueron asesinados de un tiro en la cara disparado a quemarropa.
También sorprende la declaración de que los neo-nazis se suicidaron "cuando la policía estrechaba el círculo". En realidad, la policía no tenía ni la menor idea de quién vivía en la caravana y el hecho de que estrecharan el círculo no es un motivo inmediato convincente como para explicar un suicidio tan escabroso.
Algunos legisladores están nuevamente pidiendo que se considere prohibir a los grupos neo-nazis en Alemania. La presidenta de Los Verdes, Claudia Roth, consideró que el caso demuestra "la forma en la que este gobierno y otros ignoraron el extremismo de derecha y el peligro de esta ideología y estas estructuras". Según Hajo Funke, un estudioso del extremismo de derechas de la Universidad Libre de Berlín, declaró que en Alemania no existe todavía suficiente "voluntad pública para perseguir con más determinación a organizaciones nacional-socialistas". El ministro del Interior bávaro volvió a pedir que se prohíba a la formación nazi Partido Nacional Democrático. Un intento de prohibirlo en 2003 fracasó luego que se descubriera que varios de sus dirigentes eran agentes encubiertos del servicio secreto.
Lamentable y bizarramente muchos políticos de la derecha europea coquetean abiertamente con la extrema derecha y los grupos neo-nazis. Cuando en 2004 un musulmán fundamentalista asesinara al cineasta Theo van Gogh en Amsterdam, se produjeron en el país innumerables atentados terroristas contra mezquitas, locales y casas de inmigrantes y salvajes agresiones contra inmigrantes y otros extranjeros sin que la policía interviniera. Cuando se le preguntó al ministro del Interior de la época, militante de un partido de extrema derecha (el mismo que hoy gobierna el país), se negó a caracterizar como terroristas a los autores, diciendo que se trataba "nuestros jóvenes" enfadados por el homicidio. Nunca fue nadie perseguido ni encausado por esos atentados. La derecha europea, que perdió la decencia que ostentó antaño hace ya unos años, establece ella misma esa innegable afinidad con los criminales neo-nazis. En esa continuidad reside uno de los mayores peligros que acechan en una Europa dominada por la barbarie derechista.
lísperguer

Recomiendo leer
Neo-Nazis Suspected in Long Wave of Crimes
en The New York Times

traducido como
Terrorismo neo-nazi en Alemania
en mQh

Fue Descubierto en Alemania el Grupo Neonazi Que Asesinó a 9 Inmigrantes
en el blog de Mario Luis Cardoso Cerusico

German Intelligence Criticized for Overlooking Neo-Nazi Group
en The Los Angeles Times

Mörderisches Verbrecher-Trio
en Bild

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