perpetua para militares argentinos
Corte de Roma confirma condena a militares argentinos por desaparecidos.
Roma, Italia. El Tribunal Penal de Roma confirmó la sentencia a cadena perpetua contra cinco militares argentinos por la desaparición y muerte de tres italo-argentinos durante la dictadura militar (1976-1983) que gobernó el país sudamericano (1976-1983), informaron este martes fuentes judiciales.
Los militares argentinos fueron condenados en rebeldía el 14 de marzo del 2007. Se trata del ex capitán Alfredo Astiz, conocido como el ‘Ángel Rubio de la Muerte', los capitanes de navío Jorge Eduardo Acosta y Raúl Vildoza, el contralmirante Antonio Vañek y el prefecto naval Héctor Antonio Febres.
Los cinco militares, que operaban en el centro clandestino de detención y tortura de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en Buenos Aires, fueron condenados por el homicidio premeditado de Angela María Aieta --madre del líder de la Juventud Peronista Dante Gullo--, secuestrada el 5 de agosto de 1976, así como de Giovanni Pegoraro y su hija, Susana, ambos secuestrados el 18 de junio de 1977.
Según el juez Mario D'Andria, quien redactó la sentencia, "la responsabilidad de los acusados quedó ampliamente demostrada".
Para D'Andria, quien presidió también el primer proceso celebrado en el año 2000 en Roma contra siete militares argentinos por la desaparición forzada de ocho ciudadanos italo-argentinos, durante la dictadura "se organizó el más trágico genocidio de la historia argentina".
La sentencia, de 96 páginas, fue divulgada este martes por la prensa, y será distribuida en algunas escuelas de Italia como texto de lectura para formar a estudiantes de secundaria, según anunció el presidente de la provincia de Roma, Enrico Gasbarra.
"Los episodios descritos no fueron fruto de excesos realizados por sectores enloquecidos de las fuerzas armadas, sino la aplicación de un plan diseñado mucho antes del mismo golpe militar", escribe el magistrado.
"Es una sentencia pedagógica porque cada testimonio descrito sirve como ejemplo del dolor y de la desorientación que vivieron los argentinos. Es un texto claro, que respeta a todas las personas, más de 50, que pasaron por las salas de audiencia de Roma para contar su propio drama", aseguró Jorge Iturburu, dirigente de una organización italo-argentina de derechos humanos.
La sentencia acaba coronada por la poesía de una adolescente, Mariana Pérez, dedicada a su hermano nacido en la Esma, quien fue robado por los militares y no ha conocido hasta ahora.
Según organizaciones de defensa de los derechos humanos, por la ESMA pasaron 5.500 personas, de las cuales 4.400 fueron asesinadas y arrojadas al mar desde aviones militares en los atroces ‘vuelos de la muerte'.
Los militares argentinos fueron condenados en rebeldía el 14 de marzo del 2007. Se trata del ex capitán Alfredo Astiz, conocido como el ‘Ángel Rubio de la Muerte', los capitanes de navío Jorge Eduardo Acosta y Raúl Vildoza, el contralmirante Antonio Vañek y el prefecto naval Héctor Antonio Febres.
Los cinco militares, que operaban en el centro clandestino de detención y tortura de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en Buenos Aires, fueron condenados por el homicidio premeditado de Angela María Aieta --madre del líder de la Juventud Peronista Dante Gullo--, secuestrada el 5 de agosto de 1976, así como de Giovanni Pegoraro y su hija, Susana, ambos secuestrados el 18 de junio de 1977.
Según el juez Mario D'Andria, quien redactó la sentencia, "la responsabilidad de los acusados quedó ampliamente demostrada".
Para D'Andria, quien presidió también el primer proceso celebrado en el año 2000 en Roma contra siete militares argentinos por la desaparición forzada de ocho ciudadanos italo-argentinos, durante la dictadura "se organizó el más trágico genocidio de la historia argentina".
La sentencia, de 96 páginas, fue divulgada este martes por la prensa, y será distribuida en algunas escuelas de Italia como texto de lectura para formar a estudiantes de secundaria, según anunció el presidente de la provincia de Roma, Enrico Gasbarra.
"Los episodios descritos no fueron fruto de excesos realizados por sectores enloquecidos de las fuerzas armadas, sino la aplicación de un plan diseñado mucho antes del mismo golpe militar", escribe el magistrado.
"Es una sentencia pedagógica porque cada testimonio descrito sirve como ejemplo del dolor y de la desorientación que vivieron los argentinos. Es un texto claro, que respeta a todas las personas, más de 50, que pasaron por las salas de audiencia de Roma para contar su propio drama", aseguró Jorge Iturburu, dirigente de una organización italo-argentina de derechos humanos.
La sentencia acaba coronada por la poesía de una adolescente, Mariana Pérez, dedicada a su hermano nacido en la Esma, quien fue robado por los militares y no ha conocido hasta ahora.
Según organizaciones de defensa de los derechos humanos, por la ESMA pasaron 5.500 personas, de las cuales 4.400 fueron asesinadas y arrojadas al mar desde aviones militares en los atroces ‘vuelos de la muerte'.
21 de junio de 2007
©mi punto
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