celebran fiesta de santo patrono
Población indígena de Atacama celebra su fiesta más religiosa y costumbrista.
A la festividad llegan fieles de los poblados del interior y también de Calama.Los fieles festejan junto a la imagen de su Santo Patrono, a quien llevan por todos los rincones del pueblo.
El pueblo atacameño de Río Grande, ubicado al fondo de una profunda y recóndita quebrada de la Provincia El Loa, inició la celebración de una de las fiestas religiosas más costumbristas y extremas de esta zona del país, en honor a su Patrono, San Santiago.
El evento que abarca del 22 al 26 de julio, contempla actividades de tradición milenaria, como el ‘baile de los cuartos', en el cual la gente danza y hace figuras, aferrada a piezas de carnicería, consistentes en piernas de animales, que posteriormente serán utilizadas para los banquetes de la festividad.
El patio arcilloso frente a la antigua iglesia del pueblo, se transforma en pista de diversos bailes promesantes, que viajan de San Pedro de Atacama y Calama para ofrecer honores a San Santiago.
El Santo, representado por dos pequeñas figuras a caballo de aspecto ‘vaquero', recorre las calles de tierra y las casas de adobe del pueblo, haciendo estaciones, en compañía de otras figuras sagradas de los pueblos vecinos que llegan de visita.
La gente adora a San Santiago y a la Pachamama en medio de cánticos, gritos de júbilo y rezos, donde la hoja de coca y brebajes, cumplen un rol fundamental en la conexión con la espiritualidad de la cosmovisión licanantai o atacameña.
La misa diurna es precedida de mágicas veladas, donde la penumbra se mezcla con los olores del incienso y de la sangre de animales apartados para el sacrificio.
En la fiesta a San Santiago la comunidad celebra con extraños collares hecho de frutas y masas, mesas rebosantes de pisangalla (tentempié hecho de maíz de patasca), carne de cordero asado y vino.
Pese al reducido número de habitantes de Río Grande, en la fiesta aparecen fieles de diversas partes de Chile, familiares de familiares que una vez dejaron el pueblo en busca de expectativas citadinas, pero que en esta fecha retornan a su lugar de origen para mantener vivo el tradicional carnaval.
El evento es visitado hace años también por la alcaldesa de San Pedro de Atacama y consejera nacional de la Conadi, Sandra Berna Martínez, quien se confunde con la feligresía y adora como una persona más de la comunidad residente.
Este año la mayor cantidad de muestras de devoción y actos costumbristas se realizará el miércoles 25 de julio, cuando el Santo recorra una vez más las calles de la localidad, entre globos, vítores y challa.
Río Grande se ubica 90 kilómetros al noroeste del pueblo de San Pedro de Atacama, al fondo de una profunda quebrada.
La comunidad residente basa su economía en la carne de la llama, la siembra y la artesanía en cactus, piedra y cerámica.
Machuca, otro pueblo originario de la comuna de San Pedro de Atacama, también celebra a San Santiago en esta misma fecha.
A la festividad llegan fieles de los poblados del interior y también de Calama.Los fieles festejan junto a la imagen de su Santo Patrono, a quien llevan por todos los rincones del pueblo.El pueblo atacameño de Río Grande, ubicado al fondo de una profunda y recóndita quebrada de la Provincia El Loa, inició la celebración de una de las fiestas religiosas más costumbristas y extremas de esta zona del país, en honor a su Patrono, San Santiago.
El evento que abarca del 22 al 26 de julio, contempla actividades de tradición milenaria, como el ‘baile de los cuartos', en el cual la gente danza y hace figuras, aferrada a piezas de carnicería, consistentes en piernas de animales, que posteriormente serán utilizadas para los banquetes de la festividad.
El patio arcilloso frente a la antigua iglesia del pueblo, se transforma en pista de diversos bailes promesantes, que viajan de San Pedro de Atacama y Calama para ofrecer honores a San Santiago.
El Santo, representado por dos pequeñas figuras a caballo de aspecto ‘vaquero', recorre las calles de tierra y las casas de adobe del pueblo, haciendo estaciones, en compañía de otras figuras sagradas de los pueblos vecinos que llegan de visita.
La gente adora a San Santiago y a la Pachamama en medio de cánticos, gritos de júbilo y rezos, donde la hoja de coca y brebajes, cumplen un rol fundamental en la conexión con la espiritualidad de la cosmovisión licanantai o atacameña.
La misa diurna es precedida de mágicas veladas, donde la penumbra se mezcla con los olores del incienso y de la sangre de animales apartados para el sacrificio.
En la fiesta a San Santiago la comunidad celebra con extraños collares hecho de frutas y masas, mesas rebosantes de pisangalla (tentempié hecho de maíz de patasca), carne de cordero asado y vino.
Pese al reducido número de habitantes de Río Grande, en la fiesta aparecen fieles de diversas partes de Chile, familiares de familiares que una vez dejaron el pueblo en busca de expectativas citadinas, pero que en esta fecha retornan a su lugar de origen para mantener vivo el tradicional carnaval.
El evento es visitado hace años también por la alcaldesa de San Pedro de Atacama y consejera nacional de la Conadi, Sandra Berna Martínez, quien se confunde con la feligresía y adora como una persona más de la comunidad residente.
Este año la mayor cantidad de muestras de devoción y actos costumbristas se realizará el miércoles 25 de julio, cuando el Santo recorra una vez más las calles de la localidad, entre globos, vítores y challa.
Río Grande se ubica 90 kilómetros al noroeste del pueblo de San Pedro de Atacama, al fondo de una profunda quebrada.
La comunidad residente basa su economía en la carne de la llama, la siembra y la artesanía en cactus, piedra y cerámica.
Machuca, otro pueblo originario de la comuna de San Pedro de Atacama, también celebra a San Santiago en esta misma fecha.
24 de julio de 2007
©mercurio de calama 
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