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plan secreto nazi en argentina


Anticipando su derrota, jerarcas nazis preparaban envío de botín de guerra a Argentina.
Los servicios secretos británicos MI5 descubrieron un plan secreto de los jerarcas nazis para trasladar botines de guerra como joyas, oro y otros objetos de mucho valor escondidos en un submarino a Argentina, dos años antes del fin de la Segunda Guerra Mundial, según documentos desclasificados.
Los detalles emergieron luego de haberse interrogado durante 30 días a un "rufián sin principios " llamado Ernesto Hoppe, ciudadano alemán naturalizado argentino, quien trabajaba como agente de la inteligencia nazi y que iba a jugar un "rol central" en la misión del submarino.
Hoppe, cuyo nombre en código era ‘Herold', fue arrestado en Gibraltar en 1943, cuando se disponía a viajar a Buenos Aires tras haber embarcado en Bilbao, en el norte de España. Su detención se produjo luego que un informante del MI6 en Argentina diera la orden de arresto. Ernesto Hoppe fue trasladado luego al centro de interrogación del MI5 en Inglaterra, el llamado Camp 020 en Ham, en el condado de Surrey, donde se lo interrogó por 30 días.
Ayer, los Archivos Nacionales (NA) de Kew, en el oeste de Londres, desclasificaron el documento de Hoppe, como también el de otros 180 casos similares. "Las aventuras de Hoppe habrían sido interesantes en una revista semanal para limpiadores a un penique la copia. Espionaje, robos, botes espías, aterrizajes clandestinos, transmisiones sin cable, contraseñas, automóviles veloces, esposas embarazadas, burdeles españoles, denuncias, trampas, prisiones de servicios secretos, escapes en hospitales. Todas estas cosas y muchas más salieron a la luz durante la investigación oficial sobre la vida de este hombre", indicó el documento desclasificado.
En un principio, Hoppe se negó a cooperar con los interrogadores del MI5, y el argentino fue considerado "uno de los más obstinados jamás interrogados en el Camp 020". Incluso logró escapar de un hospital donde se lo había internado por depresión, período en el que contactó a la Embajada Argentina en Londres, antes de ser arrestado nuevamente por los servicios secretos.
De nuevo en el Camp 020, Hoppe, que en la década de 1940 estaba en sus años 50, decidió contar toda la verdad acerca de sus vínculos con la Alemania de Adolf Hitler. Aunque negó vínculo alguno con la creación del complot, admitió haber sido contactado por un coronel alemán de la Luftwaffe llamado Rosentreter, quien le contó de la misión secreta.
Según Hoppe, los jerarcas nazis planeaban escapar a Argentina una vez que Alemania fuera derrotada en la guerra, y un submarino de cargo sería utilizado para trasladar los botines de guerra robados principalmente a judíos y familias asesinadas en los campos de concentración de Europa. El MI5 informó que Hoppe planeaba viajar a Buenos Aires en un barco, ya que se había negado a hacerlo en un submarino, y sería en la capital argentina el contacto para recibir unas 40 cajas llenas de objetos robados por los nazis.
El plan incluía recibir las cajas de contrabando y distribuirlas en un camión con tres contenedores. "Las cajas marcadas con la letra A serían entregadas (a Hoppe) en un banco (en Buenos Aires), (las cajas) B marcadas con la palabra 'Vorsicht' (con cuidado) irían a Villa Ballester, fuera de Buenos Aires y donde estaban dos hermanos nazis, y (las cajas) C iban a ser entregadas a dos direcciones en Buenos Aires", destacó el documento.
"Los contenidos de las cajas marcadas con la letra C eran las más peligrosas políticamente, según explicó Rosentreter, y serían de mucho valor para los británicos", agregó. Una vez arribado a Argentina junto a su esposa embarazada, Hoppe iba a encontrarse con un hombre que utilizaría la contraseña: "Vengo para tomar la lección, denme la hora". Hoppe contó a sus interrogadores de MI5 que tenía intención de revelarle sus planes al gobierno de Argentina una vez que arribara a Buenos Aires, por el que esperaba recibir una recompensa. Negó la acusación del informante del MI6, un ciudadano alemán llamado Enrique Jurges que vivía en la Argentina, que dijo que Hoppe era un espía entrenado por los nazis en Polonia y que torturó a ciudadanos holandeses en Groningen, en 1940.
El MI5 fue informado que dicho informante era "poco creíble". Pero Londres no desperdició la oportunidad de contratarlo, luego que Jurges se hizo amigo de un general alemán a cargo de las propiedades y tesoros de Hermann Goering, el comandante en jefe de la Luftwaffe y mano derecha de Hitler. En cierto punto, el MI5 no estaba seguro de la verosimilitud del plan de Hoppe y hasta sugirió dar a la prensa la historia, para que se publicara con titulares ‘Líderes Nazis se dan a la fuga'. Los espías británicos pensaron que dichos artículos tendrían un profundo efecto en "la opinión pública mundial".
El MI5 concluyó: "El patriotismo no significa nada para él (Hoppe), ya que está dispuesto a trabajar para Argentina, Alemania e Inglaterra. El dinero significa todo para él. Sin embargo, sería poco caballeresco negar que ha sido un fuerte oponente (de los nazis) y sería falso decir que él no tiene coraje y recursos". Hoppe fue deportado a Argentina después de la Segunda Guerra Mundial, en octubre de 1945.

4 de septiembre de 2007
©la nación
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