cae fugitivo de atroz crimen
Recapturaron en El Bolsón a peligroso evadido. Se fugó hace 20 días de una institución de Roca. Apuñaló y enterró viva a víctima, que murió de asfixia.
El Bolsón, Bariloche, Argentina. Un hombre que había sido declarado inimputable por el alevoso homicidio del combatiente forestal Javier Barrera ocurrido en 2005, fue recapturado el sábado en la localidad tras fugar hace más de 20 días de una institución mental-judicial, de Roca.
Claudio Albrecht fue ubicado por efectivos de la comisaría 12 en el barrio San José, donde vive su familia, y conducido a Bariloche, ciudad en que casualmente hoy comenzará a ventilarse otro juicio que lo tuvo como imputado y ahora sólo lo convoca como testigo.
Se trata, en este caso, del tiro que recibió en la pierna un niño de 13 años, de apellido Bonnefoi, en abril de 2005, en El Bolsón. El acusado es Wálter Delgado.
En el otro hecho, la muerte de Javier Barrera, acaecida también en 2005, Albrecht fue declarado inimputable por una junta médica mientras que otro ciudadano, Lucio Gallardo, fue condenado a prisión perpetua por haber llevado el papel protagónico, de acuerdo al fallo judicial.
Durante el juicio oral y público, efectuado en parte en el Juzgado de Paz de El Bolsón, a Albrecht y a Gallardo se les imputó haber atado, golpeado y apuñalado a un joven bombero de Epuyén, Javier Barrera, para despojarlo de 790 pesos que acababa de cobrar, y haberlo enterrado estando vivo en la fosa que cavaron en una chacra del barrio San José. Consideraron que "Barrera fue acometido alevosamente, sin posibilidades de defensa, y bajo esas condiciones enterrado vivo, luego de lo cual se produjo su muerte por asfixia".
Respecto de Albrecht señalaron que "resulta peligroso para terceros, por lo que su reclusión debe ser en un instituto que permita apartarlo de relaciones barriales o familiares que influencien su comportamiento incurso en delitos. Su inmediata internación y posterior evolución permitirán determinar la conveniencia de cambio de metodología en su reclusión, y por ende su tratamiento ambulatorio como pretende la Defensa aparece ahora inconveniente por su labilidad conductual".
Sin embargo, de fuentes autorizadas aunque oficiosas, trascendió que a Claudio Albrecht no le cabría la calificación de inimputable y que fue un error de la justicia encuadrarlo de esa manera.
Desde que se dictó sentencia Albrecht habría estado primero en el hospital de Bariloche y luego en Roca, en el instituto ‘Nuestra Casa', donde se alojan, con custodia policial, a inimputables que han cometido delitos graves. Son las llamadas estructuras del ‘artículo 12', previstas en la Ley de Salud Mental 2.440, que hay en Roca y Viedma.
De allí fugó Albrecht, lo mismo que suelen huir frecuentemente peligrosos delincuentes de la propia alcaidía de Roca.
Claudio Albrecht fue ubicado por efectivos de la comisaría 12 en el barrio San José, donde vive su familia, y conducido a Bariloche, ciudad en que casualmente hoy comenzará a ventilarse otro juicio que lo tuvo como imputado y ahora sólo lo convoca como testigo.
Se trata, en este caso, del tiro que recibió en la pierna un niño de 13 años, de apellido Bonnefoi, en abril de 2005, en El Bolsón. El acusado es Wálter Delgado.
En el otro hecho, la muerte de Javier Barrera, acaecida también en 2005, Albrecht fue declarado inimputable por una junta médica mientras que otro ciudadano, Lucio Gallardo, fue condenado a prisión perpetua por haber llevado el papel protagónico, de acuerdo al fallo judicial.
Durante el juicio oral y público, efectuado en parte en el Juzgado de Paz de El Bolsón, a Albrecht y a Gallardo se les imputó haber atado, golpeado y apuñalado a un joven bombero de Epuyén, Javier Barrera, para despojarlo de 790 pesos que acababa de cobrar, y haberlo enterrado estando vivo en la fosa que cavaron en una chacra del barrio San José. Consideraron que "Barrera fue acometido alevosamente, sin posibilidades de defensa, y bajo esas condiciones enterrado vivo, luego de lo cual se produjo su muerte por asfixia".
Respecto de Albrecht señalaron que "resulta peligroso para terceros, por lo que su reclusión debe ser en un instituto que permita apartarlo de relaciones barriales o familiares que influencien su comportamiento incurso en delitos. Su inmediata internación y posterior evolución permitirán determinar la conveniencia de cambio de metodología en su reclusión, y por ende su tratamiento ambulatorio como pretende la Defensa aparece ahora inconveniente por su labilidad conductual".
Sin embargo, de fuentes autorizadas aunque oficiosas, trascendió que a Claudio Albrecht no le cabría la calificación de inimputable y que fue un error de la justicia encuadrarlo de esa manera.
Desde que se dictó sentencia Albrecht habría estado primero en el hospital de Bariloche y luego en Roca, en el instituto ‘Nuestra Casa', donde se alojan, con custodia policial, a inimputables que han cometido delitos graves. Son las llamadas estructuras del ‘artículo 12', previstas en la Ley de Salud Mental 2.440, que hay en Roca y Viedma.
De allí fugó Albrecht, lo mismo que suelen huir frecuentemente peligrosos delincuentes de la propia alcaidía de Roca.
25 de octubre de 2007
©río negro
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