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dieciséis años después de atentado


El homenaje a las víctimas del atentado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires. El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, ratificó el "compromiso incondicional" con la investigación.
Argentina. El acto se inició a las 14.49, con el sonido agudo de las sirenas que recordaron a las víctimas del ataque. Luego, un minuto de silencio en homenaje a los 22 muertos y cientos de heridos que dejó el atentado del 17 de marzo de 1992 contra la Embajada de Israel. Allí, el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, ratificó su "compromiso incondicional" con la investigación y aseguró que "se cumplen dieciséis años de vergüenza nacional". También se hizo presente el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien recibió algunos silbidos antes de hablar. Su discurso fue breve y convocó "a través de la memoria a darle contenido al presente y al futuro". Del lado israelí, el blanco de todas las críticas fue Irán. Así, el ministro de Seguridad Interior israelí, Avi Dicter, quien vino especialmente para participar del evento, destacó que la Justicia argentina "hizo una relación inteligente, valiente y exacta entre el atentado" y dicho país.
La conmemoración tuvo lugar en la plaza Estado de Israel, en Arroyo al 900 de la capital, donde funcionó la sede diplomática extranjera hasta su destrucción. Allí se mencionó a cada una de las víctimas y se colocaron cinco ofrendas florales: una en representación del gobierno nacional, del gobierno porteño, de la comunidad judía, familiares, y la última de la Asociación Judía para Israel.
El primero en hablar fue Carlos Susevich, padre de una de las víctimas. Consideró que la causa "ya tendría que haber sido resuelta, con los culpables y los encubridores en la cárcel". En este sentido, el mismo Fernández calificó la investigación como "empastada y defectuosa" y reconoció que "los autores intelectuales y la conexión local ya deberían estar identificados". Sin embargo, Dicter felicitó la decisión de dictar órdenes de captura contra los iraníes presuntamente involucrados en el atentado de la AMIA: "Esta es la actitud de un Estado que lucha contra el terror", elogió. Néstor Kirchner ya había obrado en este sentido cuando desde la ONU, en su última intervención, cuestionó abiertamente a Irán por no haber brindado toda la colaboración requerida por la Justicia local. Dicter llamó también "a las naciones cuerdas a poner un contrapeso" en torno a la responsabilidad de Irán en el atentado. Y, convencido, afirmó que las respuestas sobre el ataque deben encontrarse "en un Estado dirigido por miles de desquiciados: Irán".
Con similar tono de beligerancia había hablado antes el embajador de Israel en Argentina, Rafael Eldad: "Esperamos que este año las órdenes de captura contra los iraníes puedan hacerse efectivas y que comparezcan ante la Justicia", sostuvo, y pidió que "la conexión nefasta entre Hezbolá e Irán quede establecida con nombres y apellidos". Luego, procuró justificar las acciones de su país alegando que "Israel está atacada todo el tiempo por terroristas".
Entre los presentes estuvieron también el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos; el embajador de los Estados Unidos en Argentina, Earl Anthony Wayne; la titular del Inadi, María José Lubertino; la vicejefa de gobierno porteño, Gabriela Michetti, y el ex jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, entre otros.

18 de marzo de 2008
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