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cia encubrió derribo de misioneros


Según informe, la CIA mintió sobre el derribo de un avión de misioneros. Una investigación de la agencia del inspector general constata que los funcionarios ocultaron detalles del incidente de 2001 en Perú, en el que murieron dos estadounidenses y resultaron heridas otras tres personas.
[Greg Miller] Washington, Estados Unidos. Una investigación interna de la CIA concluyó que funcionarios de la agencia participaron en una operación de encubrimiento para ocultar la negligencia de la repartición en el derribo de un avión privado en Perú en 2001, como parte de un ataque erróneo contra un avión del que se sospechaba que transportaba narcóticos ilegales.
Fragmentos de un informe interno de la CIA dado a conocer el jueves acusa a funcionarios de la agencia de mentir a los miembros del Congreso y de retener información crucial a investigadores criminales y altos funcionarios del gobierno de Bush.
La revelación podría conducir a la reapertura de una pesquisa para determinar si funcionarios de la agencia cometieron un delito al atacar el avión, que transportaba a misioneros estadounidenses, y luego al encubrir el ataque.
En el ataque murió Veronica Bowers y su bebé, y otras tres personas resultaron heridas, incluyendo al marido de Bowers y su hijo. Fue ejecutado por un avión de guerra peruano que trabajaba con un avión espía de la CIA.
El representante republicano Peter Hoekstra, de Michigan, del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, describió las revelaciones como una "mancha oscura" de la CIA y llamó a que la información sea compartida con el ministerio de Justicia para determinar si se justifica la reapertura de la investigación.
"Decir que esas muertes no tenían porqué ocurrir es más que un subentendido", dijo Hoekstra, que agregó que el inspector general de la agencia había descubierto "continuos intentos de encubrir el asunto y, potencialmente, de bloquear la investigación criminal".
La familia de misioneros era del distrito de Hoekstra. El despacho del parlamentario hizo circular fragmentos del informe y envió una carta al Inspector General de la CIA, John L. Helgerson, pidiéndole la desclasificación de las otras partes del informe.
El portavoz de la CIA, Paul Gimigliano, dijo que el director de la CIA, Michael V. Hayden, "reconoció la seriedad del asunto" después de que el informe fuera presentado en agosto y de que el documento fuera entregado al ministerio de Justicia. En 2005, el ministerio puso fin a la investigación del incidente sin llegar a ningún proceso judicial.
La revisión interna de la agencia "todavía está abierta" y Hayden no ha tomado ninguna decisión sobre posibles medidas disciplinarias internas, dijo Gimigliano, agregando que Hayden "ha buscado información de un experto externo aprobado, alguien que está al tanto de los complejos problemas implicados en un programa de restricción aérea".
El informe concluye que funcionarios de la agencia violaron repetidas veces las reglas de combate que fueron diseñadas para prevenir accidentes potencialmente fatales en el programa de prohibición de drogas, que fue lanzado en 1994 por el gobierno de Clinton.
"En muchos casos, los aviones sospechosos eran derribados a los dos o tres minutos de ser avistados por un avión de guerra peruano -sin identificarlos propiamente, sin ordenarles que aterricen, y sin darles tiempo para responder", dice el informe.
El informe fue la culminación de una prolongada pesquisa interna sobre el derribo del avión de los Bowerse, un pequeño hidroavión de propiedad de la Asociación de Bautistas para el Evangelismo Mundial. El avión trasladaba a familiares desde Brasil a su sede en Iquitos, Perú.
El inspector general concluyó que "dentro de horas, agentes de la CIA empezaron a definir el derribo como un error único en un programa bien armado. De hecho, ese no era el caso".
Con el tiempo, dice el informe, funcionarios de la agencia dijeron a representantes y otros funcionarios que el programa se ajustaba a las leyes y directrices que lo regían, pese a las evidencias de que habían habido repetidas violaciones. El programa implicaba el uso de un avión espía de Estados Unidos y operado por la CIA para identificar vuelos sospechosos y proporcionar información a la fuerza aérea peruana, que estaba autorizada para derribarlos.
"La agencia negó acceso a estos hallazgos al Congreso, al [Consejo de Seguridad Nacional] y al ministerio de Justicia ", dice el informe. Además, el documento dice que altos directivos de la agencia retuvieron información a altos funcionarios del gobierno de Bush, incluyendo a la entonces asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice.
En 2001, el Comité de Inteligencia del Senado concluyó que una planificación inadecuada y decisiones erróneas condujeron al ataque equivocado, y recomendó que la agencia fuera apartada de la tarea de detectar posibles correos de drogas en la frontera peruana. El programa fue suspendido después del incidente del 20 de abril de 2001.

29 de noviembre de 2008
21 de noviembre de 2008
©los angeles times
cc traducción mQh
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