diario de vida de detenido desaparecido
5 de enero de 2009
Manuel Guerrero Ceballos colaboraba en forma activa con el gobierno del presidente Salvador Allende y formaba parte de la comisión ejecutiva de las Juventudes Comunistas. Tras el golpe de Estado de 1973, pasa junto a su familia a vivir en la clandestinidad. En junio de 1976, en la comuna de La Florida, cae en manos del Comando Conjunto, siendo detenido por cuatro meses.
Es en ese período, Guerrero escribe una especie de diario de vida sobre su tormentosa etapa en cautiverio que hoy, gracias a LOM Ediciones y la labor de recolección de manuscritos de su hijo Manuel Guerrero Antequera (concejal por Ñuñoa), se convierte en el libro "Desde el túnel. Diario de vida de un detenido desaparecido".
"Mi padre trata de reconstruir lo que le sucede y de eso trata este libro. Ésta es la vida en plena muerte, en el infierno de lo que implicaba la tortura y el estar detenido y desaparecido. De una víctima que logró sobrevivir, por el fuerte trabajo de mi madre, por presiones internacionales y por la rivalidad de los organismos represores", cuenta Manuel Guerrero hijo.
Fin de un Ciclo
Pero los días del dirigente comunista estaban contados. Tras volver de un largo exilio y después de retomar su compromiso con la lucha social, el 29 de marzo de 1985, Manuel Guerrero Ceballos es tomado detenido por agentes de Carabineros de Chile a la salida del Colegio Latinoamericano de Integración.
Al día siguiente, su cuerpo junto al de José Manuel Parada y Santiago Nattino (ambos miembros del Partido Comunista) son encontrados camino a Quilicura frente al fundo El Retiro, dando origen al llamado caso Degollados.
"Esto fue perpetrado por agentes de Carabineros de Chile vestidos de civil, entre ellos Miguel Estay Reyno alias el ‘Fanta’, un militante comunista que se volvió agente del Comando Conjunto. El libro tiene un capítulo que se llama ‘La mano del traidor’, donde Manuel Guerrero reconoce al ‘Fanta’ estando detenido, mientras lo interroga y tortura. El asesinato de mi padre fue una especie de venganza, porque fue el único que sobrevivió al Comando Conjunto y con su muerte se cerraba un ciclo", agrega Guerrero.
Memoria de Tortura
Después de la muerte de su padre y movido por la indignación, Manuel Guerrero Antequera se convierte en dirigente estudiantil. Durante 1986, con 15 años de edad, es detenido por agentes de la CNI, quienes en señal de advertencia le quiebran la nariz.
Nuevamente debe dejar Chile, amenazado por los organismos de represión, pero en este nuevo exilio se encontró con una sorpresa. En Hungría, cuando visitó los lugares donde trabajó su padre, encontró este texto autobiográfico que ahora se convierte en libro.
"Éste es un trabajo a la memoria de mi padre. El texto cuenta a qué se dedicaba mientras resistía a la tortura, qué pensaba en esos momentos. Y ahí aparecen su generación, su partido y su familia. Mi papá no fue un héroe de bronce, sino un ser humano y como tal, fue capaz de decidir entregarse. Ahí para mí, se llena de sentido su propia muerte".
©la nación
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